Capturado Richar Arley Díaz, presunto máximo cabecilla de Los Pelusos

Las autoridades colombianas reportaron en las últimas horas la captura, en Santiago (Norte de Santander), de Richar Arley Díaz, alias Cóndor, presunto máximo cabecilla de Los Pelusos, quien estaría vinculado al homicidio de líderes sociales en el nororiente del país.

El propio presidente Iván Duque anunció la captura como un hecho contundente contra la delincuencia e indicó que “este delincuente también es responsable de otros delitos como concierto para delinquir y terrorismo. Su organización ilegal está señalada de narcotráfico y extorsiones en esta región. Se pone fin a 17 años de actividad ilegal y terror”.

Por alias Cóndor, tercer cabecilla de esta organización criminal capturado en las últimas semanas, las autoridades ofrecían hasta 2.000 millones de pesos de recompensa por información que condujera a su captura.

Díaz, quien quedó al mando del grupo después de la muerte de Luis Quiceno, alias Pácora, en septiembre de año 2019, tendría bajo su mando cerca de 400 hombres. A su vez, Pácora, saltó a la palestra en 2015 cuando se supo que alias Megateo, el anterior jefe, había sido de baja en un operativo.

El pasado 12 octubre había sido capturado Wilmer Guerrero Rincón, alias Japonés, quien era considerado el segundo al mando dentro del grupo y quien, al parecer, tenía a cargo un gigantesca red de narcotráfico conformada por más de 150 hombres armados

¿Quiénes son?

Según informes de Indepaz, lo que se conoce como Los Pelusos tuvo su origen en el Frente Libardo Mora del EPL, que no se desmovilizó en 1991.

En el año 2017, según cifras oficiales estaban conformados por unos 132 hombres y tenían presencia en 10 municipios de la región del Catatumbo, en Norte de Santander. Sin embargo, muchos creen que el número de integrantes aumentó de forma considerable debido a su gran capacidad y estrategias de reclutamiento.

“Aunque el gobierno nacional lo considera un Grupo Armado Organizado (GAO), bajo la etiqueta de Pelusos, sus orígenes están en una disidencia de este grupo guerrillero que ha estado en el Catatumbo desde finales de los años setenta. Sus inicios precedieron la experiencia paramilitar en esta región del nororiente colombiano, pero su consolidación territorial y desarrollo militar en los últimos 10 o 15 años, se dio luego de la respuesta y resistencia militar a la llegada de las AUC a la región”, señala Indepaz.