NARIÑO
Capturan a cabecilla de Los Contadores, la sangrienta estructura narcotraficante de Nariño
Se trata de José Alirio Hurtado, segundo cabecilla y quien estaría involucrado en el homicidio de líderes sociales y desplazamientos en el río Mira.
Las autoridades asestaron un duro golpe a la estructura narcoparamilitar Los Contadores, que delinque en el Pacífico nariñense y la frontera con Ecuador, así como parte del Caquetá. De acuerdo con la Fiscalía, fue capturado José Alirio Hurtado, segundo cabecilla y quien estaría involucrado en el homicidio de líderes sociales y desplazamientos en el río Mira.
De acuerdo con el ente investigador, alias Alirio se encontraba en el cartel de los más buscados en el departamento de Nariño, llevaría más de 20 años delinquiendo en Bajo Mira y Frontera, así como en el casco urbano de Tumaco.
El trabajo investigativo de la Fiscalía permitió recaudar contundente material de prueba como interceptaciones telefónicas que evidenciarían el actuar delictivo de este hombre y otros miembros de esta organización criminal, que supuestamente coordinaban los asesinatos en el municipio.
José Alirio Hurtado es el presunto responsable de por lo menos cinco homicidios ocurridos en el período 2017 - 2020, entre ellos el de la líder social y religiosa Luz Yenni Montaño, y dos reincorporados.
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Además, estaría involucrado en el desplazamiento forzado que se produjo en 2020 en Bajo Mira y Frontera, donde varias familias tuvieron que abandonar su territorio. Sus acciones delincuenciales también estarían relacionadas con el tráfico de estupefacientes y secuestro de un ciudadano en la zona de Cajapí, en Tumaco.
De acuerdo con el material probatorio este hombre también habría hecho parte de organizaciones criminales como Los Rastrojos, la columna Daniel Aldana y el grupo armado La Gente del Orden. La Fiscalía General de la Nación le imputará los delitos de homicidio agravado, desplazamiento forzado, secuestro, concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes.
“La Fiscalía General de la Nación le habla a Nariño, les habla a los nariñenses, le habla a Tumaco, con resultados”, dijo el fiscal Francisco Barbosa en su pronunciamiento.
¿Quiénes son Los Contadores?
En el Triángulo del Telembí (Magüí Payán, Barbacoas y Roberto Payán) y en zona rural de Tumaco desde hace más de un año apareció un nuevo jugador en la carrera criminal por quedarse con esos territorios llenos de cultivos ilícitos y cocinas del narcotráfico en medio de la selva pacífica nariñense.
Los Contadores tuvieron su génesis directamente en el narcotráfico. Esta sangrienta estructura, a la que señalan de asesinar a un sinnúmero de líderes sociales y campesinos, fue creada por José Albeiro Arrigui, alias Contador, un sanguinario narcotraficante, capturado en febrero cuando se movilizaba con 14 hombres rumbo a Caquetá.
De Contador se sabe poco. Tiene 29 años y estuvo involucrado con el inicio de las disidencias Oliver Sinisterra y Guerrillas Unidas del Pacífico como financiador de la lucha para proteger su negocio ilegal. Hombre de pocas palabras, tras algunos malentendidos con los cabecillas de estas disidencias decidió conformar su propia estructura armada y plantarles cara. Se presume que los Contadores tienen más de 300 hombres bien armados y apoyados por carteles mexicanos.
Los Contadores, según líderes de la zona, son despiadados, como los paramilitares en los peores años del conflicto. “Fácilmente ellos pueden llegar a un caserío y llevarse animales, ultrajar a la comunidad y, si les da la gana, dejar uno o dos muertos”, cuentan.
Entre enero y febrero de 2020, junto con la Oliver Sinisterra, protagonizaron violentos combates en la subregión del triángulo del Telembí. También, en el Consejo Comunitario del Río Chagüí, en Tumaco, y dejaron alrededor de 3.500 personas desplazadas, desaparecidos y un número sin determinar de muertos.
En esas zonas se encuentran cultivos ilícitos, grandes cocinas en medio de la selva para convertir la hoja de coca en cocaína, fábricas de semisumergibles con los que sacan la droga a Centroamérica, vías fluviales y terrestres, y un total abandono estatal. Quien controla estos territorios controla el negocio. Y la disputa armada se reduce a una confrontación narcotraficante: para los grupos emergentes no hay ideologías políticas o sociales, solo los mueve ganar dinero.
Ante esa amenaza, varias comunidades indígenas han decidido salir de sus territorios hacia el casco urbano de Tumaco o Pasto. No quieren repetir el ciclo de violencia .