VALLE DEL CAUCA

Capturan a presunto autor material de masacre de cinco jóvenes en Llano Verde, Cali

Gabriel Alejandro Bejarano, alias mono, habría disparado contra los adolescentes en un cañaduzal del suroriente de la ciudad. La captura se habría presentado en Obando, Valle.

15 de enero de 2021
Sepelio de los cinco jóvenes que murieron en la masacre de Llano Verde, en Cali. | Foto: fotos: jamir mina quiñones

Las autoridades del Valle del Cauca confirmaron este viernes la captura de Gabriel Alejandro Bejarano, alias Mono, presunto autor material del asesinato de cinco jóvenes en agosto de 2020 en el barrio Llano Verde, oriente de Cali.

Información preliminar indica que la captura se produjo en el municipio de Obando, norte del departamento, donde presuntamente Bejarano se escondía tras cometer la masacre de los cinco jovencitos, cuyas edades oscilaban entre 14 y 16 años, en un cañaduzal contiguo al barrio Llano Verde.

Cartel de implicado en la masacre de Llano Verde | Foto: Cartel de alias El Mono implicado en masacre en Llano Verde

Por Bejarano, las autoridades ofrecían una recompensa de hasta 50 millones de pesos. Las autoridades le seguían la pista gracias a la información suministrada por Jefferson Ángulo y Juan Carlos Loaiza, los dos primeros capturados por este caso y quienes aceptaron su participación en la masacre, aclarando que supuestamente habían interceptado a los jóvenes a quienes interrogaron al confundirlos con ladrones. En el testimonio explican que fue alias mono quien desenfundó un arma y asesinó a los menores de edad que estaban indefensos y reducidos.

Los tres implicados trabajan cerca al lugar del crimen. Jefferson Ángulo es operario de maquinaria pesada y tiene contrato con la empresa Arquitectura, Ingeniería y Construcciones Aico Ltda., de Guacarí, compañía que adelanta obras de reforzamiento del jarillón del río Cauca, dos kilómetros más adelante de donde ocurrió la masacre.

El otro imputado, Juan Carlos Loaiza, trabaja en esa misma obra, pero como vigilante de maquinaría, y está vinculado a la empresa Control Interno y Transporte SAS. La tercera persona vinculada a esta masacre es alias Mono, quien según el testimonio de los capturados, hacia las veces de escolta, pero nadie sabe para qué compañía trabajaba, ni quién le pagaba.

Los testimonios

Según los documentos que tiene en su poder SEMANA, los cinco menores fueron vistos por sus agresores a eso de la una de la tarde, caminaban en grupo y tenían algunos cuchillos para cortar trozos de caña y comer.

Esto dijo Juan Carlos Loaiza en el interrogatorio:

- Me llama el Mono por radio y me dice que si puedo arrimar un momentico a la guaya (entrada vehicular al cañal), entonces yo cogí mi moto para recogerlo. Jefferson estaba con el mono, cuando llegué Alejandro estaba detrás de una piedra escondido, entonces yo fui frenando y él me hizo una seña con la mano derecha para que no arrimara tanto, le pregunté qué pasó y él me dice “allá vienen unos chinos”, yo le digo que son trabajadores y él me dice que no, que estaban robando, entonces cuando los pelados se van acercando un poco, estaban con unos cuchillos, yo me monté en una montañita para mirar bien quiénes eran los que venían, los pelados voltearon por el cañaduzal.

| Foto: Jamir Mina

Alejandro nos dice a Jefferson y a mí, háganse ustedes por la parte de atrás. Yo me fui por la izquierda y Jefferson por la derecha, Alejandro se mete por la parte de atrás de la caña, entonces Jefferson les dice: “muchachos, qué hacen”. Yo me quedo más atrás y le digo a los muchachos que suelten los cuchillos; Jefferson se los quita y los tira por el cañaduzal, yo le dije Alejandro (por radio) aquí tenemos a los pelados.

En ese momento me acerco más y les digo que mucho cuidado porque por acá estaban robando mucho, que si se pueden ir, luego le pregunté a uno de ellos cuántos años tenía, y en ese momento salió Alejandro con la cara tapada con una pañoleta y les dice: “todos al suelo, que miraran al suelo, que no le miraran la cara”, los menores no opusieron ninguna resistencia para entregar los cuchillos. Cuando les quitan los cuchillos, los muchachos dijeron que iban a coger caña y luego a bañar a un lago, yo me iba arrimar donde Alejandro cuando él detonó la primera bala en la cabeza, yo me cogí mi cabeza y dije Díos mío, salí asustado porque de pronto Alejandro atentaba contra mi vida, yo salí de una, y cuando prendo la moto escuchó dos impactos más y Jefferson también dijo: Dios mío, qué hizo ese man. Jefferson se fue conmigo, llegamos a las máquinas. A los 15 minutos llegó Alejandro preocupado, quitándose la ropa para irse. Él mencionó “por allá pasó algo, como que estaban robando”, lo dijo todo nervioso, entonces sale en su bicicleta y yo me voy detrás de él y le preguntó qué había hecho, y él me levanta la voz y me dice “después hablamos, después hablamos”.

Jefferson Ángulo en su interrogatorio insistió en que los adolescentes no estaban robando -como lo aseguró Alejandro en su momento-, dijo que apenas fueron requeridos, ellos soltaron los cuchillos sin oponer resistencia. Contrario a lo que contó Juan Carlos, Jefferson asegura que él botó las armas blancas solo después de que los cinco menores fueron asesinados.

- Me dice Alejandro, el supuesto escolta que mantenía por allá en esa zona, no sé quién lo haya contratado, solo sé que recibía pagos de ahí, que tiene un porrito, llegamos a un punto donde hay una guaya (...) vemos un tumulto de gente y él llama a un compañero por radio y le dice que venga que hay unos manes que van a robar.

(...) Los muchachos inocentemente, niños que no tenía nada que ver con nada, ni con nadie, se meten al cañaduzal