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Capturan a presuntos responsables de la masacre de seis jóvenes en Cauca | Foto: Cortesía

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Capturan a presuntos responsables de la masacre de seis jóvenes en Cauca

Los hechos ocurrieron en el municipio de Buenos Aires el pasado 20 de septiembre, cuando las personas se encontraban departiendo en una gallera.

16 de octubre de 2020

La Unidad Especial de Investigación de la Fiscalía General de la Nación, junto con la Seccional Cauca, logró el esclarecimiento del homicidio de seis personas que residían en la vereda Munchique del municipio de Buenos Aires (Cauca). En una operación conjunta entre el Ejército, la Policía y la Fiscalía, se logró la captura de Breiner Orlando Daza Daza, alias Chuky, y Sebastián Mestizo Daza, quienes según el fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, pertenecen a la estructura Jaime Martínez, disidencia de las Farc al mando de alias Mayimbú.

Los seis jóvenes fueron atacados el 20 de septiembre cuando se encontraban departiendo en una gallera de la localidad. Vale recordar que las autoridades habían emitido una recompensa de hasta 1.000 millones de pesos por los presuntos autores materiales de dicha masacre.

El anuncio de las capturas lo hizo el fiscal, Francisco Barbosa, quien destacó la coordinación interinstitucional con el Ejército Nacional (Batallón Pichincha y Baimi 3) y la Policía, quienes adelantaron la diligencia de allanamiento y registro, en las últimas horas, junto con la Seccional Cauca y servidores del CTI de la Unidad Especial. Los operativos ocurrieron en la Vereda las delicias del municipio de Buenos Aires, Cauca, y también se incautaron armas de fuego, equipos de comunicaciones, prendas de uso privativa de las fuerzas militares y material alusivo a la estructura Jaime Martínez.

De acuerdo con el ente acusador, los indiciados serían imputados por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, tráfico de armas de fuego, extorsión y hurto calificado y agravado. Barbosa informó que el equipo experto designado analiza los elementos incautados y busca establecer la presunta participación de uno de los capturados en el último homicidio colectivo ocurrido en Jamundí, Valle del Cauca, el viernes pasado, donde perdieron la vida cuatro personas.

Así mismo, el fiscal Barbosa destacó que en menos de tres meses se han reportado nueve hechos que han cobrado la vida de 46 personas, “muchos de ellos jóvenes en lo departamentos de Norte de Santander, Cundinamarca, Cauca y Nariño. En todos estos casos, en menos de dos meses, hemos logrado el esclarecimiento y hemos reportado la judicialización de 21 personas que estarían involucradas”, destacó el funcionario.

Los hechos

La masacre ocurrió el domingo 20 de septiembre sobre las dos de la tarde, según contó Plinio Carabalí, uno de los testigos y sobrevivientes de la masacre. Justo antes de los primeros disparos, él había terminado una reunión y caminaba hacia su casa cuando escuchó las detonaciones; quiso devolverse, pero cada vez eran más intensas, entonces se refugió en un matorral al costado de la carretera. Cerró los ojos y pensó en rezar, aunque –reconoce– no se acordó de ninguna plegaria; solo guardó silencio.

El sonido de las balas cesó diez minutos después. Los asesinos huyeron con un desfile de disparos al aire y nadie se atrevió a salir inmediatamente, aunque todos ya imaginaban la tragedia. Plinio se devolvió y vio a cinco de sus amigos muertos. Estaban tirados sobre un planchón de tierra amarilla, allí mismo donde pensaban jugar a las peleas de gallo.

Víctor Caicedo, de 17 años, estaba sobre la vía. A él fue el primero que mataron de dos disparos en la cabeza; no le preguntaron nada, solo le dispararon a quemarropa. Cuando los casi veinte jóvenes escucharon los balazos y vieron a los asesinos subir una pequeña loma con armas cortas y largas, intentaron correr, pero les tiraron dos granadas –una de ellas no estalló–. La onda explosiva alcanzó a Harrison Balanta, John Ibarra, José Manuel Mancilla y Juan Salinas, a quienes remataron después con tiros de gracia en la frente y en la sien. Todos afrodescendientes entre los 19 y 26 años.

Los demás se alcanzaron a tirar por un barranco para salvar sus vidas, de lo contrario hubieran muerto unas veinte personas. Edwin Caicedo, de 19 años, corrió y estuvo a pocos metros de huir de las balas, pero un proyectil impactó su pierna derecha. Murió desangrado minutos después entre matorrales, alejado de la escena del crimen donde quedaron los cuerpos de las otras cinco víctimas.