Capturan a seis extraditables presuntamente vinculados al Clan del Golfo

Los seis hombres componían una estructura que se valía de la posición estratégica del departamento de Sucre, con una salida al Atlántico y relativamente cerca al Urabá, para enviar droga a Centroamérica y Estados Unidos. Los sospechosos, al parecer, estaban vinculados al Clan del Golfo y movían una buena tajada del negocio del narco, tanto que entraron en el radar de las autoridades de Estados Unidos.

Luego de un intercambio de información entre la Policía, la Fiscalía y la DEA, se reveló su forma de operar. Alias Gafas y Nacho eran las cabezas, los hombres del maletín, los socios que ponían la plata para conseguir la droga, pagar los impuestos a los grupos armados y coordinar la logística. También tenían los contactos en el extranjero para vender la cocaína.

Los hermanos Sebastián y Manuel eran los enlaces directos con el Clan del Golfo, al parecer con relativa cercanía a Otoniel, el criminal más buscado del país. Eran los que controlaban una zona de Sucre y ponían a disposición de la estructura las rutas para pasar los cargamentos.

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Antonio y Paco eran los hombres de la seguridad, los que llegaban hasta las pistas clandestinas, recibían las avionetas, las cargaban y las enviaban. También contactaban a operadores de radares para estar alerta de la presencia de aronaves de las Fuerzas que pudieran entorpecer sus planes.

Tras recibir una solicitud de la Corte Federal del Distrito Sur de la Florida, la Policía colombiana ejecutó la captura de los presuntos narcos, que tienen un pedido en extradición.

Luego de adelantar los trámites, lo más seguro es que estos hombres que, según la Policía, eran capaces de embarcar hasta 10 toneladas de cocaína cada trimestre con rumbo al norte del continente, sean ahora los embarcados con dirección a una prisión de Estados Unidos.