Lucía Cifuentes Villa, la última del clan mafioso, fue capturada hace dos semanas junto a un sobrino y dos personas más.

JUDICIAL

Cayó la última del 'clan invisible'

Con la captura llega el fin de uno de los clanes mafiosos más importantes y menos conocidos del país.

5 de abril de 2014

La historia de la mafia en Colombia ha estado marcada por clanes familiares que se han hecho tristemente célebres. Los Escobar, los Rodríguez Orejuela o los Ochoa, entre otros, son apellidos que un alto porcentaje de la ciudadanía relaciona fácilmente con el narcotráfico. Sin embargo hay algunos que aunque mucho menos conocidos han logrado pasar durante décadas sin llamar la atención, a pesar de tener una gran importancia en el mundo del tráfico de drogas. Uno de ellos es el llamado clan de los Cifuentes.

El pasado 26 de marzo, sin gran difusión en los medios, la Policía antinarcóticos arrestó en Medellín y Pereira a Lucía Cifuentes Villa, alias La Mother, Jaime Roll Cifuentes, alias JR, y dos socios de ellos. También decomisó ocho toneladas de cocaína y, en coordinación con las autoridades de Ecuador, otras cuatro personas fueron arrestadas. La red sacaba la droga en camiones hacia Ecuador desde donde era despachada en buques hacia México, con destino al cartel de Sinaloa, liderado por el recién detenido Joaquín el ‘Chapo’ Guzmán.

Lucía es la tercera mujer de ese clan familiar detenida y con serios problemas con la Justicia. Al momento de su captura era prácticamente la jefa del grupo. En agosto de 2011 su hermana Dolly fue arrestada y extraditada a Estados Unidos. Esta tuvo una hija con Jaime Alberto Uribe Vélez, hermano del expresidente Álvaro Uribe, Ana María, quien también tuvo problemas con la Justicia y estuvo casada con el sobrino del narcotraficante Fabio Ochoa Vasco, uno de los principales enlaces del cartel de Medellín y los narcos mexicanos.

Estas tres mujeres del clan de los Cifuentes son una parte de un entramado familiar que comenzó en el mundo del narcotráfico en los años ochenta. Francisco Cifuentes Villa, hermano de Lucía y Dolly, fue piloto, y posteriormente socio de Escobar. Fernando y Jorge Milton, otros dos hermanos del clan, también ingresaron a la mafia pero por el lado del cartel de Cali, una vez se acabó la hegemonía del de Medellín. Fernando asesinó a Efraín Hernández, alias Don Efra, uno de los capos del cartel del norte del Valle por orden de Wilber Varela, alias Jabón, quien a su vez ordenó luego la muerte de Fernando para borrar cualquier relación.

Tras el homicidio del menor del clan de los Cifuentes la familia decidió aliarse con la oficina de Envigado y con el clan de los hermanos paramilitares Castaño Gil. Por problemas de negocios de droga en 2007 Diego Murillo, alias Don Berna, ordenó la muerte de Francisco Cifuentes, el segundo de los hermanos de esa familia. Su esposa, Patricia, junto a sus cuñadas Dolly, Lucía y el resto de la familia optaron por buscar nuevos aliados y protectores y entraron en contacto con el cartel de Sinaloa y el Chapo Guzmán. Patricia, conocida con el alias de la Señora, fue capturada y extraditada en 2010. Dolly quedó al frente del emporio mafioso hasta cuando fue detenida un año más tarde. En 2012 su hermano Jorge Milton, el único de los hombres que sobrevivía fue arrestado en Venezuela. El emporio mafioso quedó entonces en manos de Lucía Cifuentes Villa.

Tan solo entre 2010 y 2012 las autoridades les decomisaron más de 250 millones de dólares, 400 empresas e incautaron cuentas bancarias con 150 millones de dólares. Estas cifras dan una idea de la dimensión e importancia que alcanzó a tener la familia Cifuentes. Con la reciente captura de la última del clan llega el fin de una de las familias mafiosas más desconocidas pero más importantes en el mundo de la mafia colombiana.