Cara a cara entre Íngrid Betancourt y sus secuestradores ante la Comisión de la Verdad

Seis años, cuatro meses y nueve días estuvo Ingrid Betancourt secuestrada por las Farc, desde ese día de febrero de 2002, cuando tomó la decisión de encontrarse con ellos, acompañada de Clara Rojas, dejando atrás su escolta. Fue sometida a todo tipo de vejámenes como sucedió con sus demás compañeros de cautiverio. Su libertad se dio hace trece años en la exitosa Operación Jaque, pero como ella misma lo dice “el secuestro no tiene fecha de vencimiento”.

Sin embargo, por fin llegó el día de verse la cara con sus captores, con quienes la victimizaron por años, quienes ahora que dejaron atrás el conflicto tendrán que reconocer estos hechos. Este miércoles, a partir de las nueve de la mañana ante la Comisión de la Verdad, Íngrid Betancourt y sus verdugos tendrán un momento histórico en el que se verán cara a cara.

Según explica la comisión: “Además de la presencia de excomandantes como Rodrigo Londoño, Pastor Alape y Carlos Antonio Lozada, las víctimas también estarán presentes, entre ellas Íngrid Betancourt, a quien la antigua guerrilla mantuvo secuestrada durante seis y años y medio hasta que el Ejército logró su liberación junto con otras 14 personas en la Operación Jaque”.

Y agregan que lo que se quiere es poner de presente los impactos que generan las violaciones e infracciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario. “En particular, el secuestro ha dejado afectaciones psicológicas, personales y físicas que perduran en el tiempo para las víctimas y para sus familias; personas del núcleo familiar le han contado a la comisión cómo en su momento tuvieron que dejar proyectos de vida, cambiar rutinas y perder todo lo suyo con el único propósito de poner a salvo a sus seres queridos. El secuestro convirtió a las personas en objetos de transacción y obligó a las familias a negociar su libertad y sus vidas”, señalan.

Ha sido tal el impacto para Ingrid Betancourt y su familia que su hijo Lorenzo Delloye Betancourt interpuso una acción judicial contra el desmovilizado grupo guerrillero de las Farc, en Estados Unidos, por los delitos contra su madre. La excandidata contó los dolores y traumas que vivieron como familia tras el secuestro.

Ingrid dijo en diálogo con SEMANA: “Yo lo acompaño en eso plenamente, pienso que tiene todo el derecho y me parece que fue una actuación valerosa”, dijo la excandidata presidencial al narrar que para el joven “fue muy difícil porque durante muchos años no quiso ver los traumas que llevaba. Él no quería aceptar que eso lo había afectado y la vida, como nos pasa a todos, fue poniéndolo frente a situaciones muy complejas en las cuales él comenzó a ver las fracturas”.

La razón por la cual la acción judicial fue instaurada en Estados Unidos, es porque se trata de una demanda por terrorismo internacional, dado que según sus abogados “las Farc querían intimidar a la población colombiana para influir en la política del Gobierno de los Estados Unidos”.

De otro lado, el encuentro de la Comisión no solamente contará con el caso de Ingrid Betancourt. El proceso desarrollado por la Comisión de la Verdad incluyó una ruta privada de encuentro con víctimas y con responsables de secuestro que permitió generar las condiciones para un diálogo privado entre las partes.

Durante este proceso, según explica la propia Comisión, se trabajó con sobrevivientes de secuestro y sus familiares quienes han puesto el acento en el impacto sufrido. De igual forma, se trabajó con familiares de personas asesinadas durante el cautiverio y familiares de personas que estando secuestradas aún se encuentran desaparecidas. También se han desarrollado procesos territoriales de reconocimiento frente al secuestro.

En Antioquia, por ejemplo, “se han abordado los impactos en la democracia y el movimiento por la paz y la no violencia, a partir del caso de secuestro del gobernador Guillermo Gaviria y su asesor de paz Gilberto Echeverry. Por su parte Valle, ha recogido los impactos en las familias y personas secuestradas por Farc y ELN, en casos como el de los diputados del Valle, el km 18 en la vereda La María”, explica la Comisión sobre este tipo de encuentros.

Este martes, en diálogo con Vicky Dávila en SEMANA, Betancourt manifestó preocupación por la situación que vive Colombia que la ve cerca de una guerra civil: “Las ideologías son un veneno para Colombia. Por un lado hace que los jóvenes pobres de Colombia sean catalogados de delincuentes, terroristas, vándalos”.

Para Betancourt esto es “un error de apreciación, y es un error táctico, porque cuando un gobierno los matricula así, corta la posibilidad de diálogo con ellos. Y por otro lado, esa zozobra y esa polarización lleva a señalar que quienes están en contra de los manifestantes son los ricos, y pone una oposición entre ricos y pobres muy lesiva, porque pone a los empresarios de lado de los malos. La fractura es peor”, dijo.