JUSTICIA
¿Quién miente en el caso contra Álvaro Uribe?
La Corte Suprema enfrenta el reto de encontrar la verdad en el caso de Álvaro Uribe por supuesta manipulación de testigos. Un polémico abogado del expresidente y un testigo que se volteó se convirtieron en los últimos protagonistas del episodio judicial más mediático en años. De qué se trata.
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Un polémico y desconocido exparamilitar se convirtió en uno de los testigos más relevantes para la Corte Suprema en uno de los casos más importantes que el máximo tribunal del país adelanta: la investigación contra el expresidente Álvaro Uribe por supuesta manipulación de testigos.
Se trata de Carlos Enrique Vélez, alias Comandante Víctor, un hombre con un prontuario criminal muy extenso. Tiene 24 sentencias condenatorias por crímenes perpetrados, en su gran mayoría, en Caldas mientras perteneció al llamado bloque Cacique Pipintá, una estructura paramilitar de las AUC que actuó en ese departamento. A ese impactante registro delictivo se suman otros 22 casos bajo investigación. Cinco de estos por el delito de falso testimonio y seis más por fraude procesal, soborno, amenaza y extorsión. Según su amplio dossier, aún le quedan dos décadas tras las rejas.
El abogado Diego Cadena, apoderado del expresidente Uribe, visitó las cárceles en busca de testigos para que declararan en el proceso ante la corte. En varios chats quedaron registradas las conversaciones que él y su socio Juan José Salazar sostuvieron con el exparamilitar Vélez y miembros de su familia.
Durante más de un año, Vélez rindió varias declaraciones a la justicia en las que afirmaba haber presenciado las presiones y ofrecimientos de prebendas que supuestamente ejerció el senador Iván Cepeda en las cárceles en busca de internos que declararan contra Santiago Uribe, el hermano del expresidente. La corte investigó a Cepeda, pero rápidamente archivó el expediente y el caso dio un giro dramático: para los magistrados, la evidencia apuntaría a que en realidad los abogados de Álvaro Uribe fueron los que buscaron testigos y ofrecieron prebendas para enlodar al senador del Polo y, en consecuencia, favorecer a Santiago Uribe en el caso de la conformación del grupo paramilitar conocido como los Doce Apóstoles.
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Las sospechas de la corte tuvieron un inesperado respaldo el 3 de septiembre. Ese día, Vélez cambió diametralmente sus declaraciones anteriores y afirmó que lo había contactado Diego Cadena, uno de los abogados de Álvaro Uribe para buscar testigos y planear una campaña de falsas declaraciones contra el senador Cepeda. ¿Cómo un preso con semejante prontuario consiguió agitar el caso que involucra ni más ni menos que a uno de los expresidentes más populares del país?
Entre el exparamilitar Vélez y el abogado Cadena sucedió un episodio oscuro cargado de mentiras. El principal afectado terminó siendo el expresidente Uribe, que en los próximos días deberá acudir a una indagatoria en la Corte Suprema.
La primera mención importante de Vélez en el expediente judicial aparece con fecha del 14 de julio de 2017, cuando le firmó un poder a Cadena para que lo representara. Cuatro días después, en hoja membreteada de la firma Cadena Asociados Law Office y fechada del 18 de julio de 2017, Vélez firmó una carta dirigida al entonces fiscal general, Néstor Humberto Martínez. Escribió de su puño y letra que mientras estuvo recluido en La Picota, recibió una visita del senador Iván Cepeda, quien supuestamente le pidió declarar contra Santiago Uribe Vélez en el caso de Guacharacas y los Doce Apóstoles.
El exparamilitar Carlos Vélez tiene más de 20 condenas, y lo investigan por cinco casos de falso testimonio.
Con este material en mano, el abogado Jaime Granados (defensor de Uribe) envió el 4 de agosto una carta al juez primero penal del Circuito Especializado de Antioquia que lleva el proceso contra el hermano del expresidente para que escuchara a Vélez, al considerar que su versión es “útil, conducente y racional”. El 15 de agosto, ese abogado le envió una petición redactada en los mismos términos a la Corte Suprema de Justicia, que investigaba al senador Iván Cepeda. Era claro que para el equipo de defensa del exmandatario, el exparamilitar era un testigo valioso. No obstante, todo dio un giro hace un mes, cuando Vélez cambió sus versiones.
Además de afirmar que Cadena lo buscó con el fin de ofrecerle dinero para que testificara contra Cepeda, Vélez también le contó a la corte los detalles del supuesto complot, según el cual él debía conseguir cuatro exintegrantes del frente Pipintá que apoyaran su versión. Como parte de ese trato, Vélez afirmó haber puesto en contacto al abogado Cadena con Eurídice Cortés, alias Diana; Fauner José Barahona Rodríguez, alias Racumín; Jhon Jaime Cárdenas Suárez, alias Fosforito; y Darley Guzmán Pérez, alias Jopra. Todos ellos exintegrantes del bloque y antiguos conocidos de Vélez.
Carlos Enrique Vélez dice que llegó a un acuerdo con el abogado Diego Cadena que consistía en convencer a cuatro exparamilitares del bloque Cacique Pipintá de declarar contra el senador Iván Cepeda.
Plata, mentiras y amenazas
Vélez entregó con su versión documentos claves: 12 recibos que acreditan giros por 4,3 millones de pesos hechos por Cadena o sus delegados, enviados a familiares del exparamilitar. SEMANA habló en exclusiva con este polémico personaje en la cárcel de Palmira el lunes, antes de que llegara de la corte una advertencia que obliga a los testigos del caso a guardar reserva so pena de recibir sanciones. Desde allí, Vélez confirmó además que los magistrados tienen en su poder la información detallada de otros siete supuestos giros realizados por Rodolfo Echeverri (mensajero de la firma de abogados de Cadena) a nombre de su mamá, y que suman otros 3,8 millones de pesos. Asegura, así mismo, que le hicieron por lo menos dos entregas de dinero en efectivo y que Cadena supuestamente le regaló un reloj que le compró en Miami. “Al ofrecer plata, pues yo estaba prácticamente dejándome manipular por ellos, por Cadena, por Juan José (Salazar). Ellos querían dar una versión falsa sobre lo de Iván Cepeda”, dijo Vélez a SEMANA.
El exparamilitar afirma que decidió cambiar su versión debido a que presuntamente le incumplieron los pagos y a la presión desatada cuando el periodista Daniel Coronell publicó, el 27 de mayo, su primera columna sobre el tema, titulada ‘El que la hace la paga’. Reveló detalles de grabaciones, videos, documentos e interceptaciones telefónicas que indicarían que el expresidente Álvaro Uribe estaría presionando a testigos para que cambiaran su versión. “Le pregunté a Racumín: ¿a usted qué le han dado? Dijo que le dieron como 200.000 pesos porque la niña está como jodida de las piernitas, y yo le dije: hermano, nos dijeron que nos iban a dar 200 palos supuestamente, de eso no han dado nada, los voy a mandar a comer mierda, eso se va a destapar, yo voy a decir la verdad”, contó Vélez a SEMANA.
Las interceptaciones a varios de los implicados también dan cuenta de cómo Vélez intentó convencer a algunos de sus más cercanos testigos para que se retractaran de lo dicho contra Cepeda. “Cambiemos la versión, que coman mierda esos hachepés. No ve que ya le van a dar orden de aprehensión a Uribe (...). Uno puede voltear ahí eso y decir la verdad. Ellos quieren que yo diga la verdad, pues la verdad la voy a decir, entonces, perjudicando a ese viejo y a ellos”, dice Eurídice Cortés o Diana, exjefe política del frente Cacique Pipintá, en una interceptación telefónica. Ella, que comenzó por decir que no le daban ni para un taxi, terminó reconociendo en la W Radio que le han girado 700.000 pesos para que cubra los gastos en su labor de buscar a más testigos.
Desde la cárcel de Palmira, donde está recluido, Carlos Enrique Vélez presentó una solicitud para ser admitido en la Justicia Especial de Paz.
Aunque el exparamilitar afirma que no le entregaron el dinero prometido, asevera que alcanzó a recibir pagos que llegaron a los 40 millones de pesos, supuestamente girados por Cadena y sus socios. SEMANA se comunicó con dos familiares de Vélez que aseguran haber recibido plata en efectivo. Uno de ellos, un primo suyo, tiene chats y audios que demuestran que sostuvo una comunicación muy activa con Cadena y sus socios. Este hombre asegura que se encontró con un delegado de Cadena a quien no identifica en el Centro Comercial Bicentenario, en la ciudad de Cali, y que le recibió un sobre de manila con 10 millones de pesos.
Las interceptaciones también dan cuenta de cómo Vélez intentó convencer a testigos para que se retractaran de lo dicho contra Cepeda. “Cambiemos la versión, que coman mierda esos hachepés. No ve que ya le van a dar orden de aprehensión a Uribe
SEMANA habló con Rodolfo Echeverri, mensajero del bufete de abogados Cadena y Asociados, y confirmó que le pidieron hacer varios giros. “Fueron como siete que tengo anotados. Me acuerdo de uno que fue para una señora que me llamaba llorando a mí y a la secretaria; la señora decía que el nieto se estaba muriendo y estaba en la clínica”. Sin embargo, Echeverri niega haber hecho entregas en efectivo y además asegura que no conoció a ningún miembro de la familia Vélez.
Diego Cadena rindió una intensa declaración de dos días en la corte el lunes y martes pasados. La versión que ahora sostiene apunta a que Vélez se mostró como una persona que quería ayudar y que desde la oficina de abogados le colaboraban con pequeñas cantidades de dinero en tarjetas de teléfono, así como con sumas entre 100.000 y 300.000 aproximadamente. Aunque no ha dado un número de transacciones exactas, confirmó que el 11 de julio de 2018 le enviaron 2 millones como una ayuda humanitaria, supuestamente para salvar a un niño moribundo hijo de Vélez. De manera preventiva, ese mismo día hizo una declaración en una notaría en donde dejó registradas las circunstancias del envío del dinero. Ahora, voceros de su defensa aseguran que en poder de los magistrados hay un documento que acredita que Vélez intentó extorsionarlo y aluden a esta evidencia para justificar la voltereta.
Algo huele mal
La corte está verificando las evidencias de parte y parte, una labor nada fácil. De un lado, cuentan con un testigo como Vélez, que ha dado tumbos en sus declaraciones y que no tiene cómo respaldar algunas de sus afirmaciones, entre ellas que le pagaron 40 millones de pesos.
De otro lado está Cadena, un joven y excéntrico abogado que se encargó de recorrer prisiones para obtener testimonios favorables al expresidente y que en un hecho inusual, terminó, por un tiempo, como abogado de Vélez y Uribe en la misma época. Cadena tiene un proceso en la justicia por suplantación y estafa; pero, por encima de esto, en el episodio que hoy lo puso en el ojo del huracán sus explicaciones resultan poco convincentes. Aunque no ha dado la cifra exacta, reconoció que autorizó girar dinero a Vélez y argumentó que lo hizo por “razones humanitarias”. Esto resulta insólito, pues independientemente de las motivaciones e incluso de los montos, no es lógico que un abogado que estaba recolectando pruebas para demostrar que Cepeda ofreció prebendas a testigos termine haciendo justamente eso: dar prebendas a testigos.
Vélez y Cadena entregaron a la corte el intercambio de chats que sostuvieron durantes meses. En dichas comunicaciones quedaron registrados varios mensajes amenazantes del exparamilitar. En uno de estos dice: “Oiga, mande alguna cosita, mande dólares o reclame cadáver”. También hay conversaciones entre Juan José Salazar (la mano derecha de Cadena en la oficina de abogados) y Vélez. En las grabaciones se oye cómo Vélez insulta a los abogados y les dice que tienen “título para robar, es que roban es de frente”. También señala: “Así es la vida, papi, ustedes estudiaron para eso, para robar güevones”. A pesar de la evidente presión que Vélez le imprimió a los abogados, no hubo una denuncia en su contra por extorsión. De hecho, falta ver qué credibilidad le da la corte a las evidencias que aportaron los abogados, ya que es difícil explicar por qué contestan al tono intimidante de Vélez con un giro de 2 millones de pesos a su mamá.
Entre el exparamilitar Vélez y el abogado Cadena sucedió un episodio oscuro cargado de mentiras y verdades a medias de lado y lado. No es fácil saber qué es cierto o no. Pero en realidad el principal afectado de todo esto terminó siendo el expresidente Uribe. En los próximos días deberá acudir a una indagatoria en la Corte Suprema para dar su versión sobre estos hechos, algo que no será fácil para el exmandatario, especialmente porque deberá comenzar por explicar el alcance de su relación y las instrucciones que le dio a Cadena.