Las versiones contradictorias del jugador del Santa Fe señalado en caso de violación

Ante la denuncia de una trabajadora sexual que asegura haber sido violada por varios jugadores del Santa Fe durante la celebración del título de la Superliga, el pasado 29 de enero, Carlos Mario Arboleda, el único señalado con nombre propio, intentó gambetear a los medios de comunicación. De negar rotundamente el hecho, a asegurar que solo se trató de una cena familiar, el futbolista tuvo que rendir una nueva versión, esta vez ante la justicia. Su declaración podría convertirse en una salida en falso.

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El escándalo de la celebración del Santa Fe pasaba inadvertido, bajo el silencio del camerino del equipo bogotano. Hace dos semanas salió a la luz pública, y el pasado miércoles, mientras el equipo profesional estaba concentrado para el juego contra Envigado, Arboleda compareció ante la Fiscalía para rendir una entrevista, la cual fue revelada por el diario El Espectador.

Ante un fiscal de la Unidad de Delitos Sexuales, Arboleda respondió siete preguntas sobre el presunto abuso sexual colectivo que se habría dado en una fiesta privada de los jugadores de ese club. En calidad de entrevistado, Arboleda admitió que tuvo un encuentro sexual con Jessica Andrea Muñoz.

El jugador, sin embargo, negó que su encuentro con Muñoz hubiera sido a la fuerza. Por el contrario, indicó que se trató de una relación consentida entre dos adultos; que ellos dos ya habían estado juntos en ocasiones y que él no le pagó, estrictamente hablando, sino que le dio un "regalo" de $600.000 por acceder a encontrarse con él.

Esta nueva versión difiere de la que concedió a los medios de comunicación, el día que se destapó el escándalo. Arboleda aseguró que no había asistido a una fiesta sino a una comida, en compañía de su familia. En declaración entregada a La W y a Blu Radio, señaló que cada vez que termina un partido, jugadores y cuerpo técnico van al mismo hotel a una cena en compañía de sus familias. Y que aquella vez así había sido. Dijo que no estaba enterado de alguna denuncia penal en su contra.  

Pero en la denuncia, la mujer detalla que fueron varias mujeres prepago las que asistieron a la fiesta y que ella aceptó tener relaciones con el jugador Arboleda. Todo fue normal y saldado económicamente, hasta que la mujer decidió regresar al salón del evento principal, situado en el primer piso del hotel.

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En ese momento otro de los jugadores le ofrece $500.000 por un rato de relaciones sexuales. Estaban juntos en una habitación, cuando un grupo de seis jugadores abrieron la puerta y entraron a la habitación diciendo que querían participar. Ella estaba desnuda y les dijo que no, pero el futbolista que estaba con ella intervino para decir: “Háganle, aprovechen”. En ese momento, dice la denunciante, la accedieron sexualmente sin su consentimiento. Cuando fue a cobrarle al segundo jugador, éste no quiso pagarle por lo que decidió denunciarlo.

Dentro de este escándalo, la justicia también citará a entrevista al presidente del equipo de fútbol, Cesar Pastrana, quien aseguró a los medios de comunicación que lo que se realizó esa noche fue una comida y que negó que haya existido un pago a la víctima como intento de negociación para que desista de la acción judicial.