POLÍTICA
Carlos Martín Beristain, el psicólogo de Baltasar Garzón que pidió al Parlamento Europeo no invertir en el Ejército colombiano
¿Cómo un ciudadano español que forma parte de la Comisión de la Verdad pide a la Comunidad Europea no invertir más recursos en la seguridad de Colombia? Carlos Martín Beristain está en el ojo del huracán.
Este jueves, los colombianos escucharon cómo Carlos Martín Beristain y Alejandro Valencia, ambos consejeros de la Comisión de la Verdad, le pidieron al Parlamento Europeo que no financiara más al Ejército en Colombia tras revelar los detalles del informe que presentó la entidad que dirige el sacerdote Francisco de Roux, donde salen mal librados el Ejército, la Policía y el Estado por violación a los derechos humanos, extralimitaciones y ejecuciones extrajudiciales.
“Hemos pedido a la comunidad internacional no más ayuda militar para Colombia, ¡no más ayuda militar! Solo ayuda para la paz, no más ayuda para la guerra. Esto no es lo que Colombia necesita, ni una dinámica de la guerra”, afirmaron.
Martín Beristain es español. Por esto, distintos sectores políticos no entienden cómo este hombre habló en nombre de Colombia e hizo la polémica solicitud ante la comunidad internacional.
El psicólogo europeo ha asesorado las comisiones de la verdad en Perú, Ecuador y Paraguay. En Colombia asesoró el informe “La verdad de las mujeres”, de la entidad que dirige De Roux y que nació tras los diálogos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc, con el único objetivo de contarle al país una verdad con todos los puntos de vista sobre el conflicto armado.
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Martín Beristain fue consultor del Instituto Interamericano de Derechos Humanos para la Evaluación del Impacto de las comisiones de la verdad en Chile, Argentina, Perú, Guatemala, Uruguay, Ecuador y Colombia.
En Europa es ampliamente conocido por ser el psicólogo personal del controvertido juez de la Audiencia Nacional de España, Baltasar Garzón, quien buscó durante más de cinco años el juzgamiento del exdictador chileno Augusto Pinochet y posteriormente se convirtió en uno de los defensores de Álex Saab, el testaferro de Nicolás Maduro.
A Garzón, cercano de Beristaín, lo señalan por cercanía con la izquierda e incluso lo han señalado de tener relaciones cercanas con el gobierno de Nicolás Maduro.
“Carlos Martín ha sido psicólogo personal del juez Baltazar Garzón, amigo de Gil Robles, es uno de los magistrados escogidos para que a su vez seleccionaran a los jueces de la JEP. Además, participó en el gran fraude contra Chevron (empresa petrolera estadounidense) con una demanda multimillonaria, promovida por Rafael Correa”, denunció la senadora María Fernanda Cabal.
¿Quien autorizó a este desgraciado a hablar en nombre nuestro? ¿Cuánto dinero le pagamos los colombianos para que sea un emisario de la destrucción de nuestra fuerza pública? ¿Qué investidura tiene? @PGN_COL https://t.co/H34htosZp3
— María Fernanda Cabal (@MariaFdaCabal) July 1, 2022
“Funge de perito independiente en distintos procesos y se reviste de derechos humanos, es pagado como contratista de la Comisión de la Verdad con plata de los colombianos”, añadió la congresista del Centro Democrático.
En diciembre de 2021, el columnista del diario El Espectador lo llamó la rueda suelta de la Comisión de la Verdad. “Padre Francisco de Roux: usted ha sido permisivo con el actuar ligero y a mi juicio poco ético de Carlos Martín Beristain, quien fuera seleccionado por el tristemente célebre Comité de Escogencia para hacer parte de la comisión que usted regenta”, escribió.
En definitiva, la afirmación ante el Parlamento Europeo de Martin Beristain no cayó bien, incluso entre los mismos sectores afines al proceso de paz con las Farc.
El exministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien participó en las negociaciones de La Habana, dijo “que no es función de ningún integrante de la Comisión de la Verdad pedir a la comunidad internacional que no haya ayuda militar a Colombia. Declaraciones de más como esas desvían el foco de atención que debe estar concentrado en el contenido del informe final. ¡Mal!”.