Judicial
Carlos Mattos recibió su segunda condena por corrupción: pagará nueve años y cinco meses de prisión
El empresario reconoció haber pagado millonarios sobornos a funcionarios y empleados de la Rama Judicial para resultar beneficiado en un millonario litigio con la casa matriz de Hyundai.
En menos de una semana el empresario Carlos Mattos recibió dos sentencias por su participación en uno de los peores casos de corrupción que ha salpicado a la Rama Judicial. El expresidente de Hyundai Colombia Automotriz tendrá que pagar una sentencia de nueve años y cinco meses de prisión.
En este caso, Mattos fue sentenciado por pagar millonarios sobornos a funcionarios y empleados de la Rama Judicial para que modificaran el sistema de repartos en el centro de servicios judiciales en los juzgados civiles municipales de Bogotá, frente a la demanda que presentó en medio de un litigio con la casa matriz de Hyundai para seguir comercializando vehículos de la marca coreana en Colombia.
Junto a sus abogados de confianza, planeó la forma de alterar el sistema de repartos en los juzgados civiles de Bogotá, direccionando así la demanda a un juez con el que ya había acordado en una reunión que sostuvo en su lujoso apartamento en el norte de la capital de la República.
Para esto, acordó el pago de 700 millones de pesos al juez Reynaldo Huertas, titular del juzgado sexto civil municipal de Bogotá, para que definiera en tiempo récord las medidas cautelares, favoreciéndolo así en sus negocios.
Mattos fue sentenciado por su participación en los delitos de cohecho por dar u ofrecer (entrega de sobornos) y daño informático agravado (en calidad de determinador). Para el juzgado, el mismo empresario reconoció haber participado en estos actos de corrupción que permearon a la Rama Judicial y afectaron gravemente su imagen.
En compañía del abogado Luis David Durán Acuña, el empresario contactó a todas las personas que tenían vinculación directa con el sistema de repartos y la asignación de procesos en los despachos civiles para convencerlos que necesitaba alterar el sistema. Para esto, ofreció altas sumas de dinero.
Por su formación académica sabía que este tipo de alteraciones eran ilegales, sin embargo, siguió insistiendo para que la tutela que habían presentado se enviara al juez Huertas y así lograr sus pretensiones.
Mattos llegó a tal punto de ingresar, junto a otro abogado, para modificar el fallo que le brindó medidas cautelares, puesto que existía una falla de redacción. Todas estas irregularidades fueron ocultadas por los funcionarios y empleados de la Rama Judicial.
Tras conocer el fallo, Mattos anunció que presentará el recurso de apelación en contra de esta sentencia, advirtiendo que dirá “muchas verdades relevantes y delicadas y además lo haré público”.
A primera hora, el juzgado 30 de conocimiento de Bogotá negó la solicitud de nulidad presentada por la defensa de Mattos, la cual aseguraba que había sido inducido en un error por parte de la Fiscalía y de sus abogados con el fin que firmara un preacuerdo y aceptara cargos.
Igualmente, le negó el beneficio de la detención domiciliaria o le brazalete electrónico, teniendo en cuenta que su sentencia está relacionada con actos contra la administración pública, lo que representa una gravedad. Igualmente, deberá pagar una multa de 701 salarios mínimos legales vigentes para el año 2017.
El pasado martes 8 de noviembre, Mattos fue sentenciado a cinco años y diez meses de prisión por haberle enviado 100 millones de pesos en efectivo a la jueza 16 civil municipal de Bogotá, que dejó en firme las medidas cautelares.
El empresario se encuentra actualmente privado en la cárcel El Bosque de Barranquilla, establecimiento al que fue trasladado después de protagonizar un escándalo por permisos fraudulentos para salir de La Picota.