Política
Carlos Ramón González, la sombra de Petro que habría dado órdenes y estaría involucrado en escándalo de corrupción de la UNGRD
El poderoso director de Inteligencia le habría dado supuestas órdenes en su momento a Olmedo López para comprar a congresistas. ¿Quién es este hombre, exjefe del Dapre y exguerrillero del M-19, que mantiene un bajo perfil?
Las salidas de Carlos Ramón González del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) y de Olmedo López de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD) casi que coincidieron. El primero dejó el cargo el 20 de febrero de este año por la llegada de Laura Sarabia, y el segundo renunció el 29 de febrero en medio de los escándalos de corrupción en esa entidad. Hoy López busca un principio de oportunidad con la Fiscalía para contar toda la verdad.
Según fuentes cercanas a él, tendría información que comprometería a González. Concretamente, el entonces director del Dapre le habría dado órdenes a López para entregarles dineros al presidente del Senado, Iván Name, al presidente de la Cámara, Andrés Calle, y a otros congresistas, en medio del trámite de las reformas de Petro en el Congreso.
A raíz de lo ocurrido, algunos se preguntan ahora si Petro se enteró en su momento de las movidas de González, su amigo desde que ambos militaron en el M-19, y buscó alejarlo de la Casa de Nariño. Carlos Ramón pasó de ocupar una oficina con comunicación directa con el despacho del presidente a un edificio en la calle 26.
El pasado primero de mayo, en las manifestaciones del Día del Trabajo, el presidente advirtió que funcionarios de su Gobierno que terminaran salpicados en corrupción se tenían que ir. Días después estalló el escándalo: el exsubdirector Sneyder Pinilla le dijo a SEMANA que le dio 3.000 millones de pesos a Name, por intermedio de Sandra Ortiz, entonces consejera presidencial para las regiones, y 1.000 millones de pesos a Calle, en su apartamento en Montería.
Hasta ahora, Petro no ha tomado ninguna decisión sobre González, una persona con una enorme influencia a lo largo de la vida del mandatario. Un congresista de la Alianza Verde, un partido que ayudó a fundar González, le dijo a este medio: “Así como Laura Sarabia conoce los secretos del presidente desde hace tres años, Carlos Ramón González los sabe desde hace más de 30”.
En el M-19, González ejerció un papel en la dirección nacional y militar, según confirmó Carlos Alonso Lucio, quien formó parte de esa guerrilla. “Él sí fue importante en el M-19. Empuñó armas, fue comandante y operó en Santander, su departamento”, expresó. Lo apodaban Mario Santander.
Carlos Ramón, quien nació en Puente Nacional, Santander, ingresó al M-19 en 1979 junto con su entonces novia, América Millares, además de su hermana. Se convirtió en el jefe de seguridad de Jaime Bateman, el primer comandante del grupo. Sus primeros pasos en política los dio tras dejar las armas en el M-19, fue concejal de Bucaramanga y representante a la Cámara, y luego se la jugó por la creación de la Alianza Verde. Carlos Ramón, como se dice coloquialmente, es el dueño del letrero.
Ese partido tiene burocracia en el Gobierno Petro. Militantes de esa colectividad, además de la representatividad que tuvieron en la consejería para las regiones y el Icetex, controlan el Sena (con Jorge Londoño), el Viceministerio del Interior (con Diego Cancino) y la Superintendencia de Salud (con Luis Carlos Leal). Por supuesto, la Dirección Nacional de Inteligencia, al mando del propio Carlos Ramón.
Él mismo buscó que, en la primera vuelta de las presidenciales de 2022, Rodolfo Hernández se uniera a Petro, pero no lo consiguió. Su estrategia era que el exalcalde de Bucaramanga formara parte de la Alianza Verde. González, de 65 años, es amigo personal de Petro, uno de sus confidentes, una de las pocas personas que sabe leer al hoy presidente desde hace décadas. Cuando Petro era senador, Carlos Ramón viajaba de Bucaramanga a Bogotá para reunirse con él al menos una vez al mes. Petro le tiene una enorme confianza y por eso lo puso al frente de la Dirección de Inteligencia. Antes del regreso de Laura Sarabia al Gobierno como directora del Dapre, le había encomendado esa responsabilidad.
Una de las particularidades de Carlos Ramón es que siempre guarda silencio. Casi nunca habla con la prensa. Por ejemplo, hasta ahora, no ha salido a desmentir las versiones sobre el rol que podría haber desempeñado en la trama de corrupción de la UNGRD. Lo que comentan personas cercanas a él es que, en privado, ha dicho que es inocente y les pidió a los copresidentes del partido que soporten el escándalo y esperen que pase el tiempo. La Corte Suprema de Justicia lo llamó a declarar el próximo 20 de mayo.
Hoy González y Petro mantienen su amistad, pero no existe la cercanía que se evidenció cuando el fundador de la Alianza Verde manejó el computador de la Casa de Nariño. Antes de dejar su cargo en Palacio, estuvo enfermo por un trombo, que le impidió movilizarse en avión.
Según fuentes consultadas por SEMANA, González le sugirió a Petro que nombrara a Sarabia en el Dapre. El presidente aceptó. Aun así, Sarabia y González no tienen una buena relación. Cuando la primera salió del Gobierno, el copresidente de la Alianza Verde llegó y contrató a gente de su confianza. Sarabia se quejó varias veces ante Petro porque el Dapre, según ella, se había llenado de “verdes”.
A Carlos Ramón no le gusta el protagonismo. Ha mantenido el sello de la Alianza Verde, ha convocado a grandes figuras y en el pasado le dio protagonismo a líderes que han desfilado por esa colectividad, entre ellos Sergio Fajardo, Lucho Garzón, Antanas Mockus y Enrique Peñalosa.
Quienes lo conocen lo describen como un hombre agudo, con olfato, que se mete solo en decisiones cruciales del partido y un cazador de talentos políticos. Por ejemplo, puso sus ojos en el senador Jota Pe Hernández y anticipó que obtendría una gran votación en las elecciones al Congreso, y tuvo 189.219 votos. También le abrió la puerta de la colectividad al ala petrista, que hoy está enfrentada con el sector de Claudia López y amenaza con escindir la colectividad.
González es uno de los funcionarios más adinerados del Gobierno Petro. En su declaración de renta de 2021, reportó ante la Dian un patrimonio bruto por 12.508 millones de pesos y 18 bienes inmuebles ubicados en Bogotá, Girón (Santander) y en San Francisco y Sopó, en Cundinamarca.
Su papel como prestamista a través de su empresa Dansgold no es secreto. La empresa la fundó en 2008 junto con su esposa, Luz Dana Leal, hoy directora Nacional de Empleo y Trabajo del Sena. El partido la felicitó por su nombramiento en septiembre de 2022. Leal llegó a ese cargo clave tras aspirar a la Cámara por Santander. Aunque su esposo la privilegió y la puso a encabezar la lista, ella se quemó.
Según los registros, entre 2017 y 2019, la empresa de Carlos Ramón le prestó 3.150 millones de pesos a la Alianza Verde. El hoy director de Inteligencia fue el representante legal hasta el 25 de abril de 2023.
Entre junio y agosto de 2022, en medio de la campaña política, la firma, dedicada a actividades inmobiliarias con bienes propios o arrendados, le hizo otros dos préstamos a la Alianza Verde por 700 millones de pesos y 1.000 millones de pesos. En este último crédito, Carlos Ramón figura como prestamista.
Pero no solo eso. Su empresa también le prestó más de 500 millones de pesos al partido Colombia Humana para la campaña presidencial de 2022. Desde agosto de 2023, Carlos Ramón ha enviado mensajes para que le reintegren el dinero. Asimismo, ejerce control sobre las corporaciones Sor Teresa de Calcuta y ASI de Colombia. La primera obtuvo contratos por 12.000 millones de pesos para comedores comunitarios en la Alcaldía de Claudia López, según denunció el concejal Daniel Briceño. La segunda recibió más de 7.900 millones en contratación en la Alcaldía de López.
La entonces secretaria de Integración Social, Margarita Barraquer, quien firmó la millonaria contratación, terminó luego trabajando al lado de González. Él la nombró como asesora en el Dapre.
A pesar de su bajo perfil, el escándalo de corrupción en la UNGRD tiene en la mira a Carlos Ramón González. ¿Qué dirá Olmedo López sobre él? ¿Cuáles habrán sido sus supuestas órdenes? Lo que diga López y pruebe la justicia será determinante en el futuro de uno de los hombres de mayor confianza para Petro.