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Las otras controversias de Carolina Sanín

La escritora que suscitó un debate mediático por las agresiones que recibió de un grupo de Facebook fue despedida. Esta no es la primera vez que la columnista genera discusiones.

5 de noviembre de 2016
Carolina Sanín. | Foto: Archivo personal

Un episodio de intolerancia tiene a la escritora Carolina Sanín en medio de un profundo debate. La columnista denunció que había recibido amenazas por parte de un grupo de Facebook conformado por algunos estudiantes de la Universidad de Los Andes – donde ella dictaba clase -  denominado ‘Cursos y Chompos Ásperos Reloaded’–Antes se llamaba ‘Cursos y Chompos Ásperos Uniandinos’–.

Todo comenzó cuando Sanín vio un meme en el que aparece una tajada de pizza, unas papas fritas, un frasco de Nutella y su foto, seguido de la frase “cosas que me quiero comer en 2016”.

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Por cuenta de esta imagen,  la escritora publicó en su cuenta de Facebook, en la que tiene más de 14.000 seguidores, que deplora lo que se ha convertido la Universidad de los Andes: “Por mera codicia, admite cada año más estudiantes y, con la ganancia de las matrículas, apila cada año un nuevo edificio sobre otro, en la misma área. El hacinamiento en el que se vive en la universidad llega a ser grave. Si cada vez se parece más a una cárcel, ¿por qué nos extraña que cada vez críe a más delincuentes?”.

La respuesta de los integrantes de “Los Chompos”, que tenía 25.000 miembros y que después de la polémica ha llegado a ser una comunidad virtual de más de 30.000 personas, no se hizo esperar. Horas después de que se hizo público el comentario de la escritora, en el grupo apareció una imagen –editada en Photoshop– en la que Carolina Sanín aparece en primer plano con un ojo ennegrecido y además agregaron la frase “When (cuando) el heteropatriarcado opresor te pone en tu lugar”.

Este meme desató la indignación de Carolina Sanín, de varios de sus seguidores y generó una  preocupación generalizada por el exceso de violencia que se expresa en las redes sociales. La polémica trascendió a los medios de comunicación.

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Desde entonces se ha discutido a diario sobre el machismo, el feminismo, la violencia de género, el racismo, la educación de los estudiantes de Los Andes, la libertad de expresión, el humor, lo políticamente correcto. Incluso algunos ya se preguntan si un meme es o no una amenaza.

Pero este no era el único caso. En ese mismo grupo, en otros memes, también se burlaban de Natalia Ponce de León o de Luis Andrés Colmenares. Integrantes del grupo han publicado toda suerte de burlas sobre acoso familiar, discapacidades mentales, pobreza, accidentes, muertes, violencia. “Los Chompos” se burlan de absolutamente todo. Algunos lo ven como humor negro, negro y otros como graves episodios de discriminación y bullying.

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¿El grupo ha amenazado?

En el pasado, en internet también varios integrantes del grupo incitaban a matonear a Sol Fonseca, una estudiante de la Universidad de Los Andes que había recibido ayuda del Ministerio de Educación para poder estudiar en esa universidad, y que anteriormente había creado una campaña para recolectar dinero para financiar su carrera que luego fue cuestionada.

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Alguno de los miembros de “Los Chompos” publicó su horario de clases y varias personas siguieron a la joven hasta los salones para mostrarle cómo se burlaban de ella. Otro de los miembros aseguró que la patearía a cambio de ‘likes’. Afortunadamente esto no sucedió, pero sin duda la joven podría haberse sentido amenazada.   

Profesores y estudiantes han manifestado, a través de cartas, que rechazan “las agresiones recientes a las que se ha visto expuesta la profesora Carolina Sanín”. También el vicerector de Los Andes, Carl Langebaek, dijo a través de un comunicado que “lamentan y rechazan los hechos ocurridos con la maestra, pues señalan que algunas personas con la excusa de un mal entendido derecho a la libre expresión utilizaron las  redes sociales para estimular el discurso de odio y para atentar contra el buen nombre, la honra y la dignidad de miembros de la comunidad”. 

Según el vicerector, la universidad activó el protocolo para casos de maltrato, acoso, amenaza y discriminación que incluye acciones inmediatas para la protección de los miembros de la comunidad y, desde luego, el trámite de denuncias que permitan adelantar procesos disciplinarios en contra de los agresores.

Sanín, por su parte, dijo que haría una denuncia formal del caso, y que lamentaba que el rector se hubiera demorado tanto en responder, además de que no se refirió específicamente a “Los Chompos”.

Meses después la docente fue despedida de la Universidad de los Andes por " lastimar el nombre de la universidad, afectar la convivencia en la universidad y dar mal ejemplo a los estudiantes", según ella misma lo publicó en su perfil de Facebook.

Como es obvio, el grupo ha convertido las declaraciones de Sanín, del vicerector, de la comunidad escolar, de los columnistas y demás personas, en memes. Sanín se ha caracterizado por generar interesantes debates desde su columna en Arcadia y desde sus post en Facebook, pero no ha estado exenta de críticas por la rudeza y manera de abordar discusiones en la que ella es quien insulta. Semana.com recopila algunas de estas controversias.

El insulto a Héctor Abad Faciolince

A raíz de lo que pasó con el grupo de Facebook, el escritor Héctor Abad Faciolince publicó en su cuenta de Twitter un comentario irónico: “Parece ser que la PhD matoneada en @Uniandes (solidaridad con ella), tampoco lo hace mal para insultar”. Junto a su comentario aparece una captura de pantalla de un comentario de Sanín en su cuenta de Facebook – que ya borró-  en el que le responde al escritor: "su madre lo parió por el ano".

Sanín dijo que su cuenta había sido ‘hackeada’ y que ese comentario no era suyo. Sin embargo, aclaró que sí ha usado ese insulto contra Abad para afirmar que es “un escritor fecal”.

“Todos tenemos derecho a insultar, y hacemos bien en insultar a quien nos parece que ocupa una posición de poder inmerecidamente”, escribió la columnista. Para algunos resulta un poco contradictorio que ella defienda su derecho al insulto y que a su vez esté  en contra de “Los Chompos”. Aunque por supuesto, su enojo radica en la alusión a la violencia de género, más que al insulto. 

Sanín agregó que si Abad quiere insultarla, que lo haga con un recurso menos “ordinario” que el de un ‘pantallazo’ de un mensaje que ha sido modificado con Photoshop. El escritor por su parte cerró la conversación virtual con otro Tweet: “En su último post (ya borrado) Sanín reivindica su derecho a insultarme y me invita a insultarla. Yo reivindico mi derecho a ignorarla. Fin”.

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Melba Escobar se refirió a Sanín como matoneadora

Hace un tiempo Sanín también protagonizó una discusión a través de columnas con Melba Escobar. La escritora de El Espectador expresó en La intelectual mesiánica  que es imposible entrar a disertar con cada una de las afirmaciones que hace Sanín: “En ocasiones me causa más miedo que otra cosa su creciente fundamentalismo, su soberbia, su furia ciega contra todo aquel que piensa de manera distinta a la suya: ‘estúpidos, inmorales, incapaces’, son algunos de los calificativos que usa en su Facebook’”.

En el texto Escobar también le pregunta: “¿Por qué no se puede discutir? ¿Por qué alguien recibe, por ejemplo, el apelativo de ‘pedazo de tocino’, cuando ella considera que no le está dando el trato que se merece? ¿No es eso matoneo? ¿No es eso amedrentar, silenciar? ¿No es ella acaso la misma persona que ha criticado a Daniel Samper Ospina por burlarse de las personas basándose en sus características físicas?”

Entonces Sanín publicó su columna Una defensa: “Tiene razón la columnista en que soy agresiva. Es una actitud que me resulta sana en una cultura colonial en la que la expresión verbal de la rabia es locura, en la que la franqueza es inadmisible y en la que, en cambio, arreglamos los conflictos a bala, como caballeros. He sido a menudo ruda, pues me provocan náuseas el diminutivo obligatorio, el requisito de suplicar para que se reconozca un derecho, los ‘Porque te quiero te pego’ y los ‘Con todo respeto, ¡usted es un hijueputa!’. Yo respeto la lealtad. Respeto las leyes. Respeto la vida y la integridad de los demás. Pero no puedo sentir ni demostrar respeto por lo que no me merece respeto. Y creo que si todos fuéramos conscientes de que no tenemos que respetar cada babosería y mezquindad de cada persona, por más poder que ostente, viviríamos en una sociedad más justa, libre y feliz”.

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Sanín llamó “innobles” argumentos de Piedad Bonett

Después de que la poeta Piedad Bonett publicó una columna indignada por la información que había recibido de manos del profesor Lucas Ospina sobre la muerte de su hijo, Carolina Sanín dijo en su cuenta de Facebook: “No, Piedad Bonnett: llamar a escándalo ("lo que le pasó a este país es que perdió su capacidad de escandalizarse") no es llamar a la reflexión; de hecho, es lo contrario. Y es innoble llamar a que se condene públicamente a alguien que ya había pedido disculpas en privado por un asunto privado y que obró de buena fe. Y querer difamar a un gran profesor y un hombre justo, como me consta que es Lucas Ospina, es un capricho. Y lo es, también, querer difamar a la Universidad de los Andes porque uno de sus estudiantes escribió un texto insensible e insensato. Y su dolor, por más grande que sea, no excusa la injusticia. Justificar una injusticia en nombre del dolor se llama venganza”.

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Con Matador

La escritora también protagonizó un pequeño escándalo en la pasada Feria del Libro de Bogotá. En el conversatorio Una agenda periodística sin lugar para tabús, en el que también participó Matador, Mauricio Albarracín Caballero y Mauricio Sáenz, el caricaturista soltó el comentario, “a mí una modelo me trató de violar”, que por supuesto desagradó a Sanín, que ya había sido ofendida por un miembro del público que quiso callarla cuando argumentaba por qué es más difícil hablar sobre el feminismo que sobre la eutanasia o la discriminación a la comunidad LGTBI.

“Si alguien le hubiera gritado a Mauricio, ¡maricón cállese! lo habrían linchado. Esa es la diferencia y le agradezco que haya servido para ilustrar”, respondió Sanín al hombre del público que decía que el conversatorio no era para hablar de “feminismo trasnochado”.

Después escribió en su cuenta de Facebook, para referirse al comentario de Matador: “Hay que ver el nerviosismo que produce que una mujer hable en este país. Obliga o a decirle ‘cállese’”.

En esa misma publicación también dijo que hasta un chiste sobre violación debería ser aceptado: “Y sí, sí se puede hacer un chiste sobre cualquier cosa, hasta sobre la violación, pero debe tener gracia y tener contenido; debe, de alguna manera, revelar un sentido (o poner en evidencia el sinsentido). Y tiene que ser dicho cuando es. Un humorista debe tener sentido de oportunidad y construir sus chistes con ingenio. Un chiste siempre tiene que valer la pena. Y para que un chiste sobre una pena tan extrema como una violación sea aceptable tiene que valer extremadamente la pena”.