| Foto: Juan Pablo Gutiérrez

NACIÓN

Carolina Sanín no descarta llevar su caso a "instancias internacionales"

La docente perdió en segunda instancia la tutela contra la Universidad de Los Andes en la que aseguraba que sus derechos se habían vulnerado.

8 de marzo de 2017

Este 8 de marzo, precisamente el Día de la Mujer, Carolina Sanín comunicó por medio de su cuenta en Facebook que el Juzgado Quinto penal del Circuito para Adolescentes “condenó a las mujeres a callar y a los profesores a no criticar”. A lo que se refiere Sanín es a que el juez revocó el fallo en el que se determinaba que su despido había sido injusto pues violaba los derechos al debido proceso a la libertad de expresión, al trabajo y a la dignidad humana de la profesora.

Esto sucedió después de que la institución académica impugnó el fallo a favor de Sanín, argumentando que aunque respetaba la Constitución, el Estado Social de Derecho y las decisiones judiciales, “el pluralismo, la tolerancia, la libertad de expresión y el respeto de las ideas” no pueden lesionar “los derechos de los miembros de la comunidad”.

“El juez malentendió que mis publicaciones en Facebook hacían parte de mi cátedra docente, por lo que expresó que ‘como docente que representa autoridad y ejemplo para la comunidad estudiantil, más que nadie sabe, que le es prohibido pronunciarse públicamente en las redes sociales, en los términos en que lo hizo el 20 y el 28 de octubre (...)‘”, explicó Sanín en su publicación.

Carolina Sanín y la Universidad de Los Andes han sostenido una larga discusión desde cuando apareció un meme en el grupo denominado ‘Cursos y Chompos Ásperos Reloaded’. La imagen de Sanín salía junto a una tajada de pizza, unas papas fritas y un frasco de Nutella, seguido de la frase “cosas que me quiero comer en 2016”.

Contexto: Los agresivos insultos de Carolina Sanín

Por cuenta de esta imagen, la escritora publicó en su cuenta de Facebook, en la que tiene más de 14.000 seguidores, que deplora lo que se ha convertido la Universidad de los Andes: “Por mera codicia, admite cada año más estudiantes y, con la ganancia de las matrículas, apila cada año un nuevo edificio sobre otro, en la misma área. El hacinamiento en el que se vive en la universidad llega a ser grave. Si cada vez se parece más a una cárcel, ¿por qué nos extraña que cada vez críe a más delincuentes?”.

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Tras los pronunciamientos de Sanín, la Universidad decidió despedirla. Según el análisis realizado por la jefatura de asuntos laborales de la universidad, la profesora Sanín afectó la convivencia entre los miembros de la comunidad por sus manifestaciones en relación con: La supuesta “cultura carcelaria” cultivada por la universidad; la crianza de delincuentes en la universidad; la condición de que la universidad se lucra de la pobreza; la preferencia de la profesora en la ocurrencia de actos inadecuados y violentos por parte de los estudiantes.

A través de un comunicado, la institución expuso además las causas del despido, que están ligadas, según los directivos, a varias violaciones del reglamento interno por parte de la ahora exprofesora. Sanín optó por recurrir a la acción de tutela para exigir sus derechos.

En primera instancia, el juez le dio la razón a la docente y la Universidad la reintegró a su planta de profesores. Sin embargo, Sanín decidió renunciar. “Me demuestran de manera insoslayable que continuar en mi cargo implicaría trabajar en un ambiente de insoportable hostilidad”, explicó a través de una carta.

Ahora, cuando el juez revocó el primer fallo, Sanín anunció que seguirá luchando por lo que considera fue una vulneración a sus derechos. “Seguiré adelante hasta instancias internacionales si es necesario, por mis derechos y por los de ustedes”, finalizó.