Emilio Tapia tiene tres procesos en su contra. | Foto: Archivo SEMANA

JUDICIAL

La sorprendente rebaja de pena a Emilio Tapia

El Tribunal Superior de Bogotá, disminuyó de 17 a siete años la condena por concierto para delinquir al polémico contratista.

16 de junio de 2016

Después de muchos años de ‘mala racha’, al controvertido empresario Emilio Tapia la suerte le volvió a sonreír. Este jueves se conoció que la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá rebajó la condena de 17 a siete años y cinco meses, que un juez había proferido por el delito de Interés indebido en la celebración de contratos y cohecho. Todo, derivado de las maniobras ilegales en la contratación de Bogotá conocida como ‘el carrusel de la contratación’.

Se trata de la segunda condena en su contra de los tres procesos penales que lo tienen privado de su libertad. Las razones, según informó Blu Radio, tienen que ver con un error en la tasación de la pena por parte del juzgado que emitió el fallo.

En la sentencia, el Tribunal le negó la libertad condicional y prisión domiciliaria que había solicitado su defensa. Tapia no se encuentra hoy en una cárcel después de que el 19 de abril pasado, fue trasladado al fuerte militar número 2 de ingenieros de Malambo, en Atlántico.

Esto lo logró por una información según la cual su vida corría peligro en la cárcel La Picota. Desde que estalló el escándalo de corrupción donde resultó implicado, el paradero de Tapia siempre ha sido de interés nacional.

Antes de que la justicia lo enviara tras las rejas, las fiestas en su residencia en el norte de Bogotá, ya escandalizaban a la opinión. La Fiscalía, que le tenía un cuerpo de protección por ser testigo estrella en el proceso del ‘carrusel’, encontró indicios de un incremento injustificado de su patrimonio y como también sus otros procesos fueron avanzando la justicia lo detiene preventivamente.

Llegó a la Picota y allí también cometió algunas irregularidades como haber mandado a remodelar su celda, motivar el ingreso de comidas exóticas y ser el rey del patio donde se encontraba.

Por cuenta de sus escándalos fue enviado a la cárcel de máxima seguridad de Cómbita en Boyacá. Sin embargo, logró regresar a la Picota y posteriormente ser enviado a ese Batallón.

Allí paga una primera condena de tres años por concierto para delinquir y la de siete años, que obtuvo este jueves. Le queda una pendiente por un proceso por lavado de activos.