Judicial
Cartel de Sinaloa estuvo detrás de la fuga de la excongresista Aida Merlano. La explosiva revelación de la Fiscalía
Dos hermanos tuvieron un “pequeño papel” en la fuga de la excongresista, quien saltó de un tercer piso tras asistir a una cita odontológica en el norte de Bogotá.
La Fiscalía General reveló que el Cartel de Sinaloa habría estado detrás de la planeación y ejecución de la cinematográfica fuga de la excongresista Aida Merlano Rebolledo, registrada el primero de octubre de 2019 después de ir a una cita odontológica en el norte de Bogotá. Durante la audiencia de imputación de cargos contra los hermanos Juhass y Jelissa Pineda Matallana, el fiscal del caso reveló las reuniones que sostuvieron con un hombre conocido con el alias de El Boyaco, quien haría parte del Cartel de Sinaloa, la organización dedicada al narcotráfico más peligrosa de México.
“Ya que la fuga de la excongresista estaba planeada y que estaría dirigida por el el cartel de Sinaloa, quienes, en compañía de alias el Boyaco, no solo se ocuparían de su fuga, sino de su salida del país. No solo con el fin de que se fugara, sino que no declara ante el alto tribunal (...) Estas afirmaciones no se hacen de manera conclusiva o haciendo inferencia sobre algún elemento probatorio. Se trata de afirmaciones obtenidas por un agente encubierto, estas fueron tomadas de personas que tuvieron directamente conocimiento de las acciones ilícitas que adelantaron para la fuga”, señaló el fiscal del caso durante la diligencia judicial.
El ente investigador indicó que Jelissa Matallana es la persona que ayuda a la exrepresentante a la Cámara a levantarse del piso en el desesperado intento de fuga. Mientras tanto, Juhas Pineda era la persona que la esperaba en una motocicleta, en la esquina de la calle 116 con carrera Séptima para emprender la huida.
Igualmente, el fiscal del caso reveló que en medio de la investigación varios de los agentes recibieron amenazas de muerte por parte de un número cuyo IMEI estaba en México. “En el mensaje se advierte que se trata de miembros del cartel de Sinaloa. El mensaje decía lo siguiente: ‘Si siguen molestando con la gente de la Costa colombiana, ella no va a hablar. Sabemos que ustedes seguirán haciendo lo posible por capturar a los protegidos. Así que lejos de la política con su caso. La famosa Aida no va a hablar. Los saluda Sinaloa, la guerra en las palabras’. Luego de esto salen del grupo y cancelan el número”.
El mensaje tenia la clara intención de afectar la investigación y generar miedo y zozobra en los investigadores que intentaban identificar todas las personas que habían participado en la fuga de Merlano. Durante la imputación reveló que en la actualidad se adelanta una tercera línea de investigación que relacionaría a agentes del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) que se habrían prestado para facilitar la fuga y una obstrucción a la justicia.
Tras la pregunta hecha por la jueza de control de garantías, las dos hermanos aceptaron su participación en el delito de fuga de presos.
El pasado 28 de abril, la excongresista —pese a todas las pruebas en su contra— se declaró inocente del delito de fuga de presos que le imputó la Fiscalía General.
Merlano, quien llegó deportada a Colombia el pasado 10 de marzo de 2023, fue señalada por la planeación y ejecución de su fuga, registrada después de un inusual viaje hasta el centro médico La Sabana para que reanudara una sesión del diseño de sonrisa.
La dirigente política fue trasladada en una camioneta del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) desde la cárcel El Buen Pastor hasta el consultorio odontológico. En ese lugar, se encontró con sus hijos (la influencer Aida Victoria Merlano Manzaneda y un menor de 16 años) tras finalizar la cita, que se extendió por cerca de cinco horas.
Luego de despedirse de sus hijos y darle un emotivo abrazo al odontólogo Javier Guillermo Cely Barajas, la excongresista se cambió la ropa, se puso unos guantes especiales, se amarró una cuerda a su cintura y, como si estuviera emulando una película de acción, abrió la ventana del consultorio y saltó al vacío.
Pese a la violencia del golpe contra el pavimento, la dirigente política conservadora se levantó rápidamente para montarse a una motocicleta que la esperaba en la esquina de la carrera Séptima y así emprender —y finalizar— su cinematográfica huida.
El 28 de enero de 2020, Merlano fue recapturada en la ciudad de Maracaibo, en el estado Zulia, Venezuela. Estaba en un apartamento del sector de El Milagro junto al hombre que la había ayudado a fugarse. En ese punto remoto fue encontrada por agentes de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) de la Policía de Venezuela, una de las más violentas y que se encarga de misiones de alto impacto.
Inmediatamente, fue trasladada a la cárcel conocida como El Helicoide, en Caracas. Este centro de reclusión fue modificado y cambiado drásticamente por orden del entonces presidente Hugo Chávez Frías, puesto que las instalaciones iban a funcionar como un centro comercial.
En noviembre de 2021, el capitán David Alexander Álvarez Cárdenas fue condenado a 15 años de prisión por su participación activa en el plan de fuga de Aida Merlano. Tras dos años de juicio, el oficial adscrito al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) fue hallado culpable de los delitos de prevaricato por acción (autor) y favorecimiento en la fuga de presos (coautor).
El juzgado determinó que el capitán, quien para el momento de los hechos era el comandante de custodia y vigilancia de la cárcel El Buen Pastor, avaló de manera injustificada y firmó todo el trámite para que la excongresista fuera trasladada a la cita odontológica. Este documento fue firmado por Cárdenas pese a que se encontraba en vacaciones y ya había designado a alguien para que continuara sus funciones.
En esa oportunidad —y teniendo en cuenta las versiones conocidas durante el juicio—, el despacho judicial ordenó investigar a varios agentes del Inpec y de la Policía por su participación en la ejecución del plan de fuga.
En septiembre de 2022, Aida Victoria Merlano recibió una condena de siete años y seis meses de prisión por su activa participación en la fuga de su madre. Esto por entregarle la maleta en la que estaban los elementos propios para la fuga, así como por distraer a los guardias del Inpec junto a su hermano.
Por esto, fue sentenciada por los delitos de uso de menores para la comisión de delitos y fuga de presos, en calidad de cómplice.