Nación

Caso Ana María Castro: Fiscalía hará examen psicológico a Mateo Reyes

Los dos judicializados por este caso, Paul Naranjo y Julián Ortegón, ya fueron acusados por la Fiscalía.

20 de abril de 2021
Foto del video de la cámara de seguridad revelado por Séptimo Día y foto de Ana María Castro Romero publicada en sus redes sociales
Foto del video de la cámara de seguridad revelado por Séptimo Día y foto de Ana María Castro Romero publicada en sus redes sociales | Foto: Foto del video y de las redes sociales de Ana María Castro

Mateo Reyes, el ahora testigo de la Fiscalía en el feminicidio de Ana María Castro, tendrá que regresar al país, no para dar explicaciones sobre lo que ocurrió la madrugada del 5 de marzo de 2020, cuando la víctima, supuestamente, fue lanzada de un vehículo en movimiento. Lo hará porque la Fiscalía ordenó algunas pruebas psicológicas, antes de presentarlo en el juicio contra los judicializados en este caso: Paul Naranjo y Julián Ortegón.

Adicionalmente la Fiscalía recuperó otra prueba. Se trata de una declaración que entregó el testigo estrella en este caso: Daniel Vega, conductor de una plataforma de transporte que se movilizaba por la calle 80 en el noroccidente de Bogotá y cuando Ana María, según su dicho, cayó en el pavimento como un “muñeco de trapo”.

Son dos adiciones las que hizo la Fiscalía en la presentación del escrito de acusación: por un lado incluir los resultados de las pruebas psicológicas a Mateo Reyes y segundo, la nueva declaración de Daniel Vega, el conductor y testigo. Esos cambios en la acusación en contra de Paul Naranjo y Julián Ortegón, motivaron una solicitud de nulidad por parte de la defensa.

Para la defensa de Paul Naranjo, en cabeza del abogado John Cadena, la Fiscalía se contradice entre la imputación de cargos que hizo por el delito de feminicidio y la acusación que ahora presenta ante los jueces, donde señala que su cliente es coautor de la conducta que lo tiene en la cárcel.

El abogado Cadena advirtió que otros testigos, que estuvieron en el lugar de los hechos, no fueron indagados por la Fiscalía, incluso uno que descarta como un supuesto conductor de plataforma de transporte público llegó primero a la escena, el mismo que según el fiscal del caso se convierte en el principal testigo contra los ahora judicializados.

Lo que no entiende la defensa de los dos judicializados es cómo Mateo Reyes, que estaba en las mismas circunstancias de modo, tiempo y lugar, que Paul Naranjo y Julián Ortegón, ahora es testigo y no indiciado. Incluso fue Reyes quien entregó una declaración a la Fiscalía en la que aseguró que esa madrugada él se bajó del vehículo y en seguida lo hizo Ana María, lo que descarta la hipótesis del ente acusador: de que a la víctima la lanzaron del vehículo aún en movimiento.

La juez que se encargará de definir la situación jurídica de los dos capturados, negó la solicitud de la defensa, de decretar la nulidad de las actuaciones, las mismas que reprochó el abogado Cadena, pero que no fueron suficientes para concretar errores de fondo en la acusación de la Fiscalía y con las dos adiciones que explicó el ente acusador.

En esa acusación la Fiscalía anticipó el material probatorio que será usado en el juicio: 17 páginas que se convierten en la puerta de entrada para este juicio, con un total de 50 testigos entre investigadores, policías y particulares que conocieron en detalle o estuvieron presentes en lugar y hora de los hechos.

“En consonancia con lo anterior se encuentra este delegado que al no haber sobrevenido hasta este momento elemento material o evidencia física alguna que modifique el encuadramiento típico que se hizo al momento de la formulación de imputación se acusa formalmente a Julián Ortegón y Paul Naranjo como presuntos coautores del delito de feminicidio agravado”, se lee en el documento de la Fiscalía.

Lo que no explicó la Fiscalía es el por qué de realizar los exámenes psicológicos a Mateo Reyes, cuál es el objetivo de estos análisis médicos, si serán usados en el juicio o esperan darle alguna condición especial a Reyes además de testigo, en un proceso donde las partes insisten en que debería ser indiciado.