Judicial

Caso Ana María Castro: juez niega solicitud de libertad de Julián Ortegón, el copiloto de la camioneta

Desde enero 27, el juez 33 penal municipal con función de garantías, imputó el cargo de feminicidio agravado en calidad de coautor. Esa decisión fue ratificada ante falta de colaboración con la justicia.

5 de abril de 2021
1. Ana María Castro, la víctima. 2. Video del bar, de donde sale en compañía de los ahora capturados. 3. Video del parqueadero. Todos los implicados se suben, junto con Ana María, a la camioneta.

Julián Ortegón uno de los involucrados en el presunto homicidio de Ana María Castro seguirá tras las rejas. Esa fue la decisión que tomó hoy el juez 8 penal del circuito que consideró insuficiente la colaboración de Ortegón con la justicia y resultaron insuficientes los argumentos de su defensa para la solicitud de libertad.

Ortegón era quien iba de copiloto en la camioneta, mientras manejaba Paul Naranjo. Según su versión, ellos detuvieron el carro al ver que Ana María Castro se besaba con Mateo Reyes, y fue el mismo Ortegón quien los bajó. Ese argumento, sumado a que en su condición de copiloto le era física y espacialmente imposible agredir a Ana María, fueron las razones que expuso para hacer la solicitud de libertad.

Esta versión es radicalmente diferente a la que manejan la Fiscalía y la familia de Ana María Castro, según la cual la joven fue lanzada desde el carro en movimiento lo que le generó contundentes golpes y su posterior muerte.

No obstante, durante la audiencia, el juez hizo un recuento del caso. De lo ocurrido a Ana María Castro el 5 de marzo de 2020, cuando presuntamente fue arrojada de una camioneta en movimiento, en la zona de la calle 68 con Avenida Boyacá al occidente de la ciudad. Luego trasladada al Hospital de Engativá y por la gravedad de las heridas enviada al Hospital Simón Bolívar donde murió por los duros golpes.

Con esta narración, el juez dejó sin validez la solicitud de Ortegón, a lo que sumó que hay muchas versiones diferentes en el proceso, que la declaración no ha sido clara, y que no ha habido colaboración, por ejemplo, con la entrega del celular de Ana María Castro, el que sería una pieza clave en el proceso.

Ortegón, además, ha sido acusado de reiteradas amenazas a mujeres lo que lo constituye un riesgo para la sociedad. Así lo presentó el fiscal del caso en una diligencia en la que se conocieron relatos de mujeres que pasaron por eventos de violencia con un hecho común, Ortegón era o fue la pareja sentimental de todas.

En la lectura, el fiscal contó un caso ocurrido en octubre de 2018 cuando una mujer dijo ser víctima no solo de agresiones, sino de torturas del ahora imputado, amenazas que incluían cortarle los dedos para desbloquear el celular.

“Una vez me cogió con un cuchillo me dijo que me iba a cortar los dedos, sino le ponía la huella al celular para verlo, una vez ingresó a mi lugar de trabajo, me encerró en un baño, me golpeó, me han despedido”, explicó el fiscal al advertir que se trata de un ciclo de violencia contra las mujeres.

Otra denuncia en poder de la Fiscalía advierte de una mujer desesperada y con miedo porque su vida estaba en peligro. Ortegón la amenazó, la golpeó y hasta la robó. La nueva víctima incluso asegura que él mismo le reconoció que estaba investigado por el homicidio de Ana María Castro y se lo dijo para intimidarla.

“Yo tuve un año y medio de relación con esta persona, tiempo en que sufrí maltrato físico y en una oportunidad Julián me amenazó con un arma blanca diciendo que me iba a cortar los dedos sino le mostraba mi celular… siento miedo por mi seguridad, por mi salud, hace 15 días me revisó el bolso y mis pertenencias, buscaba ropa, luego se encerró en mi habitación, me robó un anillo y 200.000 pesos, hasta me dijo que deseaba verme muerta como estaba Ana María”, señala la denuncia de la víctima.

Por ahora, Ortegón tendrá que defenderse desde La Picota. Su versión no convence, y solo una colaboración eficaz podrá variar la decisión que tomó el juez de mantenerlo tras la rejas.