NACIÓN

Caso Ana María Castro: Marta Lucía Ramírez dijo que la joven fue embriagada para violarla

La vicepresidenta se refirió al caso de la muerte de la joven en hechos que se registraron en Bogotá.

15 de febrero de 2021
1. Ana María Castro, la víctima. 2. Video del bar, de donde sale en compañía de los ahora capturados. 3. Video del parqueadero. Todos los implicados se suben, junto con Ana María, a la camioneta.

En un sorpresivo trino por medio de su cuenta oficial de Twitter, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez indicó que los señalados implicados en el caso de la muerte de la joven Ana María Castro tenían intenciones en contra de la mujer.

En ese mensaje, Ramírez manifestó que Paul Naranjo, Mateo Reyes y Julián Ortegón tenían la intención de embriagar a Ana María Castro, con la finalidad de abusar sexualmente de ella.

Además, la vicepresidenta indicó que los bares también tienen una responsabilidad en todo el caso que rodea la muerte de Castro, postura que podría desatar varias reacciones en las partes procesales del caso judicial.

“Es evidente la mala intención de Paul Naranjo, Mateo Reyes y Julián Ortegón al emborrachar a Ana María Castro hasta hacerla perder el sentido. Lo que venia después era violarla, pero terminaron matándola antes. Bares como Cantina y El Chupe tienen también responsabilidad”, dice el trino de Ramírez.

Foto del video de la cámara de seguridad revelado por Séptimo Día y foto de Ana María Castro Romero publicada en sus redes sociales
Foto del video de la cámara de seguridad revelado por Séptimo Día y foto de Ana María Castro Romero publicada en sus redes sociales | Foto: Foto del video y de las redes sociales de Ana María Castro

No obstante, tras casi un año después del presunto feminicidio de Ana María Castro, dos jóvenes –Julián Ortegón y Paul Naranjo– fueron capturados, presentados ante un juez y enviados a la cárcel. Las pruebas recaudadas durante estos meses por la Fiscalía y que sirvieron para judicializar a los supuestos responsables están en poder de SEMANA.

Tiene que ver con abundante material probatorio de declaraciones, informes de Policía Judicial y Medicina Legal, peritajes, fotografías, audios, videos y hasta la reconstrucción de la escena del presunto crimen a través de un dibujo hecho a mano por el testigo de la Fiscalía, quien fue fundamental a la hora de definir la medida de aseguramiento contra los capturados.

Sin embargo, el expediente de la Fiscalía General contiene los testimonios recuperados 16 horas después de los hechos y cuyo escenario se ubicó entre las avenidas 68 y Boyacá con calle 80, al noroccidente de Bogotá. La hipótesis de la Fiscalía es que Ana María Castro fue agredida y lanzada de un vehículo que se movilizaba a 40 kilómetros por hora, pasada la una de la mañana de ese 5 de marzo de 2020.

Dibujos que se encuentran en el expediente, usados como prueba. El primero fue pintado por un policía. El segundo, por un testigo de la Fiscalía que aseguró ver el momento en que lanzaron a Ana María Castro del vehículo en movimiento.

Cabe recordar, que la versión que defendió la Fiscalía en las audiencias preliminares está sentada en las declaraciones rendidas por un testigo, ocho meses después, y en las llamadas que hizo a la línea de emergencia. Se trata de Daniel Alejandro Vega, cocinero y conductor de una plataforma de servicio de transporte, quien describió con lujo de detalles cómo ocurrieron los hechos, en qué lugar, la velocidad de los vehículos, los niveles de luz y hasta cómo vestían los protagonistas de esta tragedia.

Trascendió de la declaración obtenida por SEMANA, que el testigo aseguró que esa madrugada iba “enrutado” con destino a la localidad de Suba, y en la calle 80, pasando por la avenida 68, observó que, de un vehículo azul oscuro con vidrios polarizados, lanzaron a una mujer como si fuera un “muñeco de trapo”. Vega dijo que trató de seguir el vehículo, pero un hombre de 1,75 centímetros de estatura, fornido, con una sombra de barba, pelo oscuro y corto, camiseta Bossi (sic) negra y jean azul se atravesó en su camino para pedirle ayuda.

Así mismo, el considerado testigo “estrella” de la Fiscalía afirmó que en esa madrugada la iluminación era muy buena; incluso logró grabar un video con su celular y se lo mostró a una amiga, quien resultó ser conocida de la familia de Ana María Castro. Por eso habló con ellos antes de la diligencia judicial. Reveló que su celular le fue hurtado y con el equipo se perdió el video.

Finalmente, para subsanar la pérdida del celular y del video, piezas claves en el caso, el testigo les ofreció a los investigadores del CTI una reconstrucción de los hechos a través de un dibujo, que dejó algunas dudas como elemento de prueba, pero que la Fiscalía no dudó en sumar a las evidencias para imponer la medida de aseguramiento contra Julián Ortegón y Paul Naranjo.