Nación
Caso Ana María Castro y la docena de llamadas al 123
Fueron muchas las personas que alertaron a la línea de emergencia al ser testigos o llegar al sitio donde Ana María Castro estaba en el suelo y herida.
Quienes aparecen vinculados en el feminicidio de Ana María Castro, ocurrido el 5 de marzo de 2020, entre ellos Paul Naranjo, Julián Ortegón y Mateo Reyes, ubicaron el lugar de los hechos en la calle 80 entre avenidas 68 y Boyacá. Fue ese sitio donde, según su versión, Ana María se bajó del vehículo y luego terminó en el suelo, gravemente herida.
En el mismo escenario y hora, describieron algunos testigos que pasaron por la calle 80 luego de ocurrida la tragedia. Solo uno, de quienes se comunicaron con la línea de emergencia, aseguró que vio el momento o el instante en que Ana María Castro fue lanzada de un vehículo en movimiento.
Se trata de Daniel Alejandro Vega, cocinero y conductor de una plataforma de transporte que aseguró que se movilizaba por esa zona a la 1:30 de la madrugada y pudo observar, a 30 metros de distancia, cómo una mujer fue arrojada de un vehículo en movimiento y cayó en el suelo como un “muñeco de trapo”. Esa fue la declaración que entregó a los investigadores ocho meses después de ocurrido el presunto feminicidio.
Sin embargo, en el expediente que obtuvo SEMANA de este caso, con todo el material probatorio, las declaraciones, los audios, videos e informes de policía judicial, se indica que se recibieron más de 10 llamadas en la línea de emergencia advirtiendo lo que acababa de ocurrir sobre la calle 80 en el norte de Bogotá.
“Se procede abrir la carpeta de nombre audios MP3 uno por uno, pero al analizar los seis audios se debe precisar que al escucharlos la información del audio se denomina y es relevante y de importancia para la investigación que lleva a cabo la Fiscalía General de la Nación; por tal razón se transcribe para que obre en el proceso”, señala el informe.
Los investigadores revisaron cada una de las llamadas que se hicieron a la línea 123, hablaron con los interlocutores y redactaron en un informe con los resultados de esas conversaciones, la mayoría de los entrevistados aseguraron que simplemente pasaron por esa zona cuando vieron a Ana María en el suelo, herida, y junto a ella a Mateo Reyes.
Un interlocutor llamó la atención de los investigadores, pues aseguró que mientras pasaba por la calle 80 en su motocicleta, observó cómo un hombre se atravesaba a los carros para pedir ayuda, y cuando logró hablar con él, contó varias versiones de lo ocurrido en ese punto de la ciudad.
“Y ese muchacho estaba diciendo varias versiones, como tres, una de esas que iban en un taxi y vio que la muchacha la tiraron de un carro y que él se bajó. El muchacho se veía muy tomado. Otra versión, que iba en un carro con unos amigos y se bajó del carro. Y la otra versión no la recuerdo. La muchacha la vi en el suelo respirando, trataba de balbucear, después llegaron unas motos de Policía, no me preguntaron nada y me retiré”, se lee en el informe del CTI que está en poder de SEMANA.
Las llamadas a la línea de emergencias se condensaron en este informe de la Fiscalía, que se sumó como prueba o evidencias presentadas por el fiscal del caso en las audiencias de imputación de cargos contra los dos judicializados: Julián Ortegón y Paul Naranjo.
Lo que llama la atención es que si bien algunos de los entrevistados por el CTI, de las personas que se comunicaron con la línea 123, entregaron versiones muy cortas, con pequeños elementos de prueba; otros fueron más explícitos y sus declaraciones debieron ser más extensas que la mera conversación telefónica con los investigadores.