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Caso grafitero: en libertad exasesor jurídico de la Policía de Bogotá

El abogado Héctor Hernando Ruiz Echavarría fue dejado en libertad por vencimiento de términos. Está acusado en el proceso por la muerte de Diego Felipe Becerra.

13 de agosto de 2015
Padres de Diego Felipe Becerra. | Foto: Archivo SEMANA

Como un golpe al proceso y a la búsqueda de justicia recibieron los padres de Diego Felipe Becerra, el joven que fue asesinado el 19 de agosto del 2011 en medio de una persecución por parte de la Policía de Bogotá, la noticia de que este jueves uno de los implicados en el caso quedaba en libertad.

A casi cuatro años de su deceso, hay 11 personas vinculadas por supuestamente alterar la escena del crimen contra el joven. Ocho de los investigados son policías.

El liberado fue el abogado Héctor Hernán Ruiz Echavarría, que se desempeñó como abogado de la Policía Metropolitana de Bogotá y quien estaba detenido desde hace tres años en la cárcel La Picota, de la capital del país.

El juez 57 de garantías de Paloquemao consideró que se vencieron los términos, pues pasaron más de 120 días y no se inició el juicio en su contra.

Ruiz es considerado el ‘cerebro de la manipulación’ en el caso, por lo que fue acusado por los delitos de fraude procesal, falsedad ideológica en documento público, alteración por destrucción y supresión de material probatorio.

De acuerdo con las investigaciones adelantadas por miembros del CTI de la Fiscalía, Ruiz Echavarría fue el encargado de elaborar el informe de primer respondiente y no el patrullero a quien le correspondía.

El caso de Becerra, el joven que con apenas 16 años pintaba grafitis como modo de expresión, murió luego que el patrullero Wílmer Alarcón le disparó tras una persecución.

En su momento, el uniformado alegó que el menor llevaba consigo un arma de fuego, que fue hallada en el lugar de los hechos pero nunca pudo ser vinculada al caso.

Se sospechó que la pistola fue puesta posteriormente y de manera irregular allí, con lo que se alteró la escena del crimen. Cuatro años después, la familia de la víctima todavía pide justicia.