Caso Javier Ordoñez: piden imputar cargos a otros dos policías por homicidio

Este 16 de diciembre, la Fiscalía General de la Nación solicitó una audiencia para imputar cargos a otros dos uniformados que se encuentran vinculados a la investigación por la muerte de Javier Ordóñez, la cual ocurrió el pasado 8 de septiembre en el CAI de Villaluz.

Las autoridades aseguraron que para finales de febrero de 2021 la institución realizará la imputación de cargos por omisión, ya que según indicaron, no realizaron las denuncias respectivas ni haber intervenido a tiempo.

De acuerdo con información conocida por SEMANA, los dos uniformados que citaron para imputación de cargos estaban en el CAI en el momento de los hechos y estarían comprometidos por omisión, es decir, no haber hecho las denuncias respectivas ni haber intervenido para evitar la muerte del ciudadano. Los nombres, sin embargo, se mantienen en reserva.

Luego de que el caso quedara en manos de la Fiscalía, esta siguió investigando a otros cinco uniformados que estuvieron en el Centro de Atención Inmediata (CAI) al que fue llevado Ordoñez y acto seguido golpeado hasta causarle la muerte.

Cabe señalar que en el mes de septiembre, la juez 29 de control de garantías legalizó la captura de los patrulleros Harby Damián Rodríguez y Juan Camilo Lloreda, implicados en la muerte del abogado Javier Ordóñez.

La funcionaria judicial consideró ajustado a la ley el informe del fiscal 94 de Derechos Humanos en el que se detalló los procedimientos que se adelantaron para la captura de los uniformados.

Los abogados defensores de los dos policías habían solicitado que las capturas se declararan ilegales porque supuestamente se habrían violado los derechos de los uniformados. Señalaron que en el procedimiento hubo excesos que afectaron el entorno familiar, especialmente de varios menores de edad, quienes se encontraban presentes durante el operativo de captura adelantado por funcionarios de policía judicial. Así mismo, manifestaron que se violó el derecho a la intimidad.

La necropsia de Javier Ordóñez

SEMANA conoció el documento que cuenta los rastros que dejaron en el cuerpo del abogado los golpes que recibió de la Policía. Lo más revelador de ese estudio, hecho por especialistas en ese organismo técnico, es que Javier Ordóñez tiene evidencias del impacto de un disparo en su pierna derecha.

Las páginas son contundentes y comienza relatando los hechos que sucedieron el pasado 8 de septiembre. Registra que Javier Humberto Ordóñez, de 43 años, llegó esa noche a la clínica Santa María del Lago, “aparentemente sin signos vitales y con signos de trauma contundente” tras hechos ocurridos, de acuerdo con el relato del acta de inspección, en el barrio Santa Cecilia “en un procedimiento policial en el cual es inmovilizado, aparentemente con uso de dispositivos Taser y aparentemente trasladado a CAI de la policía donde habría recibido traumas contundentes, según versiones de testigos”.

Además del cuerpo, Medicina Legal recibió dos prendas de vestir, embaladas (pantalón y camibuso) y el dispositivo Taser mencionado en el acta de inspección. La hipótesis de las pesquisas: muerte violenta sin determinar.

Los principales hallazgos de la necropsia comprueban lo que el país vio en las imágenes que fueron grabadas por sus amigos esa noche y en el video de las cámaras de seguridad del CAI que posteriormente revelaron que aún al interior de ese lugar, el abogado seguía recibiendo golpes sin compasión, en un estado de total indefensión.

Además de todos estos golpes, el informe de Medicina Legal registró algo importante: el impacto de un proyectil en el cuerpo. El documento señala que se revisó el informe de balística forense DRB-LBAF-0001194-2020 y que con base en este “se determina que no es posible estimar el rango de distancia de disparo para las perforaciones 1 y 2 de la prenda de vestir, anotan que no se evidencian residuos de disparo”.

Los peritos, sin embargo, aclararon que el disparo no fue la causa de la muerte. El informe detalló que el deceso “se explica por hemorragia masiva intraabdominal y retroperitoneal, secundario a trauma cerrado de abdomen, contundente, de alta energía. Según lo encontrado en la necropsia, las lesiones se producen por múltiples traumatismos contundentes en abdomen y región lumbar”.