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Caso Sara Sofía: Hijos de Nilson Díaz, pareja de la mamá, testigos clave en el caso
La desaparición de la menor de apenas dos años conmocionó al país. La Fiscalía ha descartado que haya sido vendida, por eso llamó a juicio a su mamá Carolina Galván y su compañero Nilson Díaz.
Se cumplen casi seis meses de la desaparición de la pequeña Sara Sofía y pese a los llamados de su familia para que las autoridades no suspendan su búsqueda, no ha habido noticias. Por el contrario, la Fiscalía no cree en la tesis de que la niña pudo ser vendida y por eso presentó el viernes las pruebas que harían responsables de la desaparición a su mamá Carolina Galván y su pareja Nilson Díaz del delito de desaparición forzada. Entre los 47 testimonios recaudados, hay cuatro que son clave para señalar la culpabilidad de la pareja.
Se trata de los cuatro hijos de Nilson Díaz que vivían en el mismo lugar con Carolina Galván y la pequeña Sara Sofía al momento de su desaparición. Los menores de 5, 7, 9 y 10 años de edad, que se encuentran bajo el cuidado del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), fueron entrevistados y su testimonio es clave para la acusación.
El motivo es justamente porque aunque Galván y Díaz afirman que botaron a la menor en el río, al momento de lanzarla aseguran que Sara Sofía ya estaba muerta. Pero las versiones son diferentes: su mamá ha asegurado que la niña se quedó dormida después de comer y no volvió a despertar. Sin embargo, existe otra versión según la cual la niña pudo morir luego de ser golpeada.
Los únicos que estaban en el lugar donde vivían Carolina Galván y Nilson Díaz son los cuatro menores, cuyo testimonio ya está en poder del juez. junto con otros 43 testimonios y 64 documentos que acompañan la acusación de la Fiscalía con los cuales se busca una condena contra estas dos personas.
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En el escrito de acusación, la Fiscalía dice que la hipótesis más fuerte es que la niña está muerta, y no fue vendida como asegura su tía, Xiomara Galván. “El cuerpo sin vida, luego de ser envuelto en una manta azul, se introdujo en un costal de fibra color blanco, el cual es amarrado con un cordón de zapato color café y puesto a la orilla del caño del río Tunjuelito por Nilson [Díaz], compañero sentimental de Carolina [Galván]”, señala la Fiscalía.
La tragedia en la que se ha convertido la desaparición de Sara Sofía resulta inexplicable porque es justamente su mamá una de las responsables, para la justicia. En la investigación de la Fiscalía perfilaron a Carolina Galván y sobre ella señalan que nunca estaba pendiente de la menor.
En una ocasión, se lee en el expediente, fue un profesional de la entidad a verificar las condiciones en las que se encontraba Sara Sofía. La niña estaba sentada en un sitio desde donde podía caer y lastimarse. Ella ni se inmutó. El funcionario le llamó la atención por la posibilidad de que Sara Sofía se lastimara con la complicidad del descuido materno.
No es claro lo que pasó en ese mes de enero con Carolina Galván. Vivió con Nilson Díaz, su pareja y presunto proxeneta; le cuidó los niños a este y a finales de enero llegó con Sara Sofía. Aunque la primera versión de Díaz es que se fue el 8 de enero.
Los vecinos aseguran haber visto a Sara Sofía y a Carolina hasta su desaparición, se cree, el 28 de enero. Se sabe que deambulaba por las calles, casi en estado de indigencia, dormía en pagadiarios y la señora que vendía dulces cerca de la whiskería donde se prostituía, y que ahora es una de las testigos, le tendía la mano dándole posada esporádicamente. Allá se bañaba y a veces recibía un plato de comida que le entrega la señora.