Cepeda, Sanguino y Valencia cuestionan ascensos de militares en el Congreso

Los senadores Iván Cepeda (Polo Democrático), Antonio Sanguino (Alianza Verde) y Feliciano Valencia (MAIS), de la Comisión Segunda del Senado, se retiraron este martes de la sesión virtual, luego de dejar una constancia de rechazo a los ascensos de miembros de la Fuerza Pública.

Entre ellos hay tres generales del Ejército que tienen cuestionamientos por diferentes hechos. Los brigadieres generales Marcos Evangelista Pinto Lizarazo y Edgar Alberto Rodríguez Sánchez están relacionados a investigaciones de falsos positivos, mientras que el brigadier general Mauricio Moreno está envuelto en escándalos de corrupción.

“Hoy se va a repetir en el Congreso ese acto consuetudinario en el que son ascendidos oficiales de la fuerza pública que están acusados o investigados por graves hechos de violación de derechos humanos y de corrupción”, dijo Cepeda.

Sanguino apoyó la idea de su colega y agregó: “Rechazamos que la discusión sobre los ascensos se surta sin la participación de las víctimas y la ciudadanía y sin impulsar con igual ímpetu las iniciativas legislativas que buscan reformar las instituciones con el único objetivo de fortalecerlas”.

Ambos senadores pidieron que fueran tenidos en cuenta los conceptos de víctimas y organizaciones de derechos humanos.

La alerta también la hizo la organización internacional de derechos humanos Human Rights Watch (HWR), quien alertó sobre los cuestionamientos que rodean a los militares que serían ascendidos en el Congreso.

José Miguel Vivanco, director del organismo internacional para las Américas, comentó: “El general Marcos Evangelista Pinto Lizarazo (…) entre octubre de 2006 y abril de 2007, comandó el batallón Anastasio Girardot (4ta brigada) que según Fiscalía sería responsable de 23 presuntas ejecuciones en 2006 y 22 en 2007″.

Vivanco también dijo que “el general Edgar Alberto Rodríguez Sánchez (…) entre julio de 2006 y diciembre de 2007, comandó el batallón Magdalena (9na brigada) que según la Fiscalía habría cometido 7 presuntas ejecuciones en 2006 y 25 en 2007″.

En el caso del general Moreno, sus dudas serían por estar relacionado a hechos de corrupción en de la institución. Como lo contó SEMANA el año pasado, el general habría desatado una cacería contra los propios militares que tiene a cargo con el fin de hacer contrainteligencia para saber quiénes lo relacionan por supuestos actos de corrupción.

En su intervención, antes de anunciar su retiro de la sesión, Sanguino volvió a hacer referencia a los diferentes proyectos que se adelantan en el Congreso para reformar a la fuerza pública, entre ellos, uno de él y de Cepeda que precisamente busca ajustar el sistema de ascensos.

En esencia el proyecto busca que el sistema de ascensos pueda estar integrado por personas de la fuerza pública pero también de organizaciones de derechos humanos. Así mismo, que quienes tengan investigaciones en curso no puedan ser ascendidos.

“Desde el pasado 20 de julio radicamos ante el Senado de la República una serie de proyectos que buscan una reforma estructural a la fuerza pública. Uno de ellos es el proyecto 146 del 2020 que busca regular el sistema de ascensos y el proyecto 038 del 2020, por medio del cual se regula el uso de la fuerza en manifestaciones públicas”, dijo Sanguino.

Así mismo, volvieron a insistir en una reforma a la fuerza pública. En su intervención, Sanguino volvió a evocar diferentes hechos de supuesto abuso de autoridad y otros episodios en los que han fallecido civiles y que han estado involucrados miembros del Ejército o la Policía.

A pesar de las dudas de los congresistas y del organismo internacional, los demás senadores que conforman la comisión aprobaron los ascensos de los miembros de las fuerzas armadas.