CONSUMO
Chichonera sorpresIVA
Varias lecciones dejó la jornada sin IVA: las empresas deben invertir en comercio electrónico, y los gobernantes, reforzar la prevención por el coronavirus.
Todo el mundo esperaba que el primer día sin IVA del año se convirtiera en el empujón que necesita la economía. Después de tres meses de confinamiento, el sector económico ha sufrido millonarias pérdidas, el cierre de empresas y la desaparición de miles de empleos.
Pero nadie llegó a imaginar en sus peores pesadillas la avalancha de clientes que el viernes 19 de junio se aglomeraron en algunos establecimientos de comercio en las principales ciudades del país. Esto encendió las alarmas de las autoridades sanitarias, que temen un disparo en los contagios, y le dio municiones a los críticos del Gobierno que no desaprovecharon la oportunidad para lanzar sus dardos.
Muchos colombianos se desbocaron en momentos de pandemia, cuando siguen vigentes las normas de distanciamiento social. En el día que algunos compararon con el tradicional black friday de Estados Unidos hubo descuidos que podrían resultar mortales.
La masiva afluencia de compradores en varios locales generó una chichonera que colapsó los sistemas de seguridad y obligó a las autoridades a cerrar un par de comercios. Algunos mandatarios y políticos criticaron este tipo de actividades que ponen en riesgo la salud del país. El secretario de gobierno de Bogotá, Luis Ernesto Gómez, reclamó que muchos ciudadanos, por ganarse el descuento de su vida, podrían perder la vida. No obstante, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, les recordó a los alcaldes y gobernadores que son corresponsables para hacer cumplir las medidas sanitarias.
Los casos críticos se presentaron en tiendas especializadas en electrodomésticos. Pero la mayoría de tiendas de cadena y centros comerciales mantuvieron las medidas de prevención. El ministro de Comercio, José Manuel Restrepo, reportó que en el país se registraron 34 aglomeraciones.
En varios almacenes del país fue necesaria la intervención de las autoridades para organizar a los compradores, incluso algunos fueron cerrados.
La congestión no solo afectó a los almacenes físicos. Varias páginas de internet colapsaron ante la avalancha de usuarios que buscaban comprar más barato. Durante buena parte del día no funcionaron o advertían que debido a la gran afluencia de clientes, los tiempos de espera para el ingreso digital eran de hasta dos horas. Para el exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas esta jornada demostró la urgencia de invertir más en plataformas tecnológicas para el comercio.
De acuerdo con el director de Anif, Mauricio Santamaría, esta masiva concurrencia de clientes sorprendió en momentos en que el desempleo golpea a Colombia. Y la atribuye, en buena medida, a la dura cuarentena que ha generado bastante ansiedad, lo que “a muchos gobernantes parece no importarles”. Eso sí, cree que las aglomeraciones podrían tener impactos graves en la epidemia; aunque en la parte positiva, destacó que se trata de un gran respiro al comercio, que venía muy mal.
MinComercio asegura que la jornada les permitió a los comerciantes aumentar un 30 por ciento sus ventas, mientras que el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, estima entre 35 y 60 por ciento el crecimiento.
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Camilo Herrera, experto en temas de consumo, advierte que hubo dos detonantes esta vez: un encierro de tres meses que llevó a muchas personas a aprovechar la primera oportunidad para salir, y un descuento en el precio que para los colombianos resultó muy atractivo.
Varias lecciones deja este primer día sin IVA. Para las empresas, que deben invertirle más al comercio electrónico, clave en la nueva normalidad. Al Gobierno nacional y a los alcaldes, que deben tomar mayores precauciones frente a una población ansiosa por salir después de un encierro prolongado. Y a los ciudadanos, que para cuidar el bolsillo no tienen por qué arriesgar la salud.