POLÍTICA
Chuzadas: ¿Y ahora qué viene para Uribe?
La Corte Suprema de Justicia trasladó copias para que se investigue expresidente por el tema de las ‘chuzadas’. ¿Qué va a pasar?
A primera vista el titular suena bastante escandaloso: “La Corte Suprema de Justicia remite copias para investigar a Álvaro Uribe Vélez por las chuzadas del DAS”. Al detallar con lupa la información, queda en evidencia que, como se diría en términos coloquiales, el expresidente la sacó barata.
En primer lugar porque la inoperancia de la Comisión de Acusaciones, célula legislativa que investiga al expresidente, es de tal dimensión que precisamente en la reforma de equilibrio de poderes que se discute en el Congreso se propuso su eliminación sin que absolutamente nadie haya protestado.
Tampoco se sabe con precisión cuántas investigaciones duermen allí el sueño de los justos. Algunos hablan de mil, otros de dos mil. Se trata, además, de una investigación más contra Uribe. ¿Tiene cien en su contra? ¿Otros suman 200? Pero además al exmandatario ya lo investigan por las denominadas ‘chuzadas’ en esa comisión.
Al revisar el fallo, por si fuera poco, se lee que la Corte Suprema deja constancia de que la Fiscalía no logró demostrar un aparato organizado de poder que ordenara las chuzadas. Es decir, en plata blanca, dice que Bernardo Moreno, exsecretario general de la Presidencia, y Maria del Pilar Hurtado, actuaron de manera autónoma, sin el mando de un superior. De entrada Uribe queda absuelto.
Por eso si bien la Corte trasladó copias a la Comisión de Acusaciones para que investigue al expresidente para determinar si tiene responsabilidad en los hechos, no se necesita ser un visionario para concluir que al pasar los días la historia se dilatará hasta esfumarse definitivamente.
Donde sí tiene un impacto enorme es en el efecto anímico para el exmandatario. Se remitieron copias en contra de José Obdulio Gaviria, César Mauricio Velásquez, Jorge Mario Eastman y Andrés Peñate, cuatro de las figuras de sus afectos que se suman a los encarcelados Moreno y Hurtado.
Durante la lectura de fallo condenatorio para la exdirectora del DAS y del exsecretario general de la Presidencia, la Corte ordenó investigar a un senador, otro exdirector del DAS, un asesor de la Presidencia, un exsecretario de prensa de Palacio y un exsecretario jurídico de la Casa de Nariño. Se trata de un organigrama muy diciente de lo que ocurrió en ese gobierno. Allí figura la casi totalidad de la cúpula que gobernó el país durante ocho años continuos. Para el mandatario se trata de una mancha que ruboriza.
Eso explica, en parte, la melancólica respuesta del expresidente. En su cuenta de Twitter compartió un video en el que expresaba su amargura: “Me da mucha tristeza de Bernardo Moreno y María del Pilar Hurtado, personas honorables que no se han robado un peso. Se está creando la confusión para condenarlos, entre lo que es cumplir el deber en la acción contra el terrorismo y en pro de la seguridad Nacional con persecución a las cortes. Esa es una confusión imperdonable que lleva a estos ciudadanos honorables a la cárcel”, dice Uribe en el video.
En realidad el que busca crear la confusión es Uribe porque a Moreno y Hurtado no los condenaron por luchar contra el terrorismo, sino por ejecutar una acción criminal en contra de sectores de oposición, periodistas y magistrados de las altas cortes. Es decir, conscientemente, se unieron para violar la ley desde sus poderosas posiciones.
A Hurtado la condenaron a 14 años por los delitos de abuso de autoridad en la función pública, falsedad ideológica en documento público, concierto para delinquir agravado, peculado por apropiación y violación ilícita de comunicaciones. Moreno recibió una pena de ocho años, los cuales fueron cobijados con el beneficio de detención domiciliaria básicamente por los mismos delitos, pero tuvo un atenuante por su colaboración con la justicia. Ambos fueron condenados por su responsabilidad en las interceptaciones ilegales que comúnmente se llaman chuzadas. No por defender los altos intereses de la patria, como se clama hoy desde el Centro Democrático.
Uribe seguramente insistirá en esta tesis el martes cuando acudirá a la Corte Suprema de Justicia. Allí posiblemente hará gala de sus dotes políticos para ampliar este discurso. Por lo que se ve, si no ocurre algo extraordinario, jurídicamente no tiene de que preocuparse. Sus alfiles sí pueden terminar en la cárcel.