Bogotá
Ciclista fue agredido con arma contundente en el rostro cuando le robaban la bicicleta
La víctima tuvo que ser sometida a varias cirugías en la cara y en una de sus manos.
Los hechos ocurrieron en la calle 150 con autopista Norte, al norte de Bogotá, hace una semana. Hoy, la víctima, Juan Carlos Rodríguez, tiene delicadas heridas en el rostro que han tenido que ser tratadas con varias cirugías, de las que aún él no se repone.
Del violento ataque, Rodríguez cuenta que los perpretadores esperaban escondidos detrás de un árbol aquella madrugada en la que él salió a cumplir una cita deportiva con un amigo.
“[En] la cara, desde la boca hasta la mejilla, [hubo] un corte profundo que pasó hasta las piezas dentales. Una se cayó inmediatamente, pero hay otras tres comprometidas que probablemente se pierdan. [En] la mano me hicieron una cirugía porque el quinto dedo estaba fracturado y desplazado. La cirugía, simultánea para la mano y la cara, fue de cinco horas”, relata Rodríguez.
En relación con lo que le han dicho las autoridades, estas ya tienen identificadas varias bandas que tienen azotada la zona. Juan Carlos espera que la policía recupere su bicicleta, avaluada en varios millones de pesos.
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“Yo llevo prácticamente 10 años armando mi bicicleta pieza por pieza, poco a poco, y puede estar constando fácilmente 30 millones de pesos”, dice, al tiempo que asegura que para él el ciclismo no es solo una pasión, sino su modo y sustento de vida.
Y es que Rodríguez, tal y como él lo relata, vive del ciclismo en todos sus aspectos. Compite como ciclista; es mecánico personalizado de bicicletas a las que, aunque son pocas, interviene de manera especial, y entrena en carretera sobre competencia a otros compañeros. Lo que hace requiere de sus manos, “y pues mal”, reconoce, haciendo referencia al estado en que se encuentran.
Dice que cada vez son más los ciclistas en Bogotá que temen salir a la calle por el nivel de inseguridad que atraviesa la ciudad y señala que tal y como están las cosas una de las soluciones sería contratar un escolta para salir a montar, “pero no hay bolsillo que aguante y por eso cada vez son más los ciclistas a los que el miedo les apaga la pasión”.
Por su experiencia y las de otros, afirma que los ciclistas están muy asustados y como medida de protección están saliendo con grupos grandes, aunque ello implica retos logísticos pues no todos viven en el sitio y por más cerca que sea, cada uno debe trasladarse así sea dos o tres cuadras para encontrarse con los demás.
“El problema es la seguridad en general, tiene que mejorar, las rutas seguras sirven, pero hay un problema grave y es que están empeñados en fregar a los ciclistas”, comenta.
Según los últimos datos de la secretaría de Seguridad, en el mes de enero del año en curso fueron hurtadas 878 bicicletas y en el mismo mes de 2020 el total llegó a 821. Las localidades en las que más se registró este delito fueron Kennedy con 136 robos, Engativá con 114, Suba con 98 y Bosa con 91.