NACIÓN
Cierres, inseguridad, y cobro de ‘peajes’, motivos por los que se suspendieron las caminatas por paisajes en Quindío
La Fundación Ecológica Cosmos de Calarcá denunció diversas situaciones que hacen que se suspendan las caminatas.
Esta semana la Fundación Ecológica Cosmos de Calarcá informó que dio por terminado el programa de caminatas de “Reencuentro con Nuestro Entorno Natural” que realizó durante 30 años con 350 caminantes, y que tenían como propósito la apropiación social y cultural del paisaje y el territorio.
Néstor Ocampo, ambientalista y presidente del proyecto, dio a conocer la noticia a través de la cuenta oficial de la fundación en Facebook, publicación en la que señala que se dio por terminada esta actividad de libre participación que la fundación promovió los últimos domingos de cada mes, con pocas excepciones. “Lo decidimos con tristeza e indignación”, indica la publicación.
“No nos dejan otro camino en el Quindío. Ya es “normal” que salgan al paso personas armadas, con o sin uniforme, legales o ilegales, a “informarnos” que no se puede volver a pasar por allí “por orden del patrón”. Cada día son más los caminos con obstáculos, alambre de púas, cercas eléctricas, o puertas metálicas con cadenas y candados que impiden el paso. Los avisos de “prohibido el paso”, y otras restricciones, ya son parte del paisaje. Son muchos los caminos en los que cobran “peaje” para transitar por ellos. Indigna y da tristeza no poder caminar como antes en “nuestra tierra”, indicó Ocampo quien cada domingo junto a un grupo de alrededor de 30 personas recorría los senderos de los majestuosos paisajes del Quindío.
El ambientalista que señaló que la población está perdiendo el territorio y el derecho de disfrutarlo, añadió: “Ya nos lo quitaron quienes monopolizan la tierra en el Quindío, extranjeros muchas veces, que han llegado a sembrar aguacate Hass y otros frutales para exportación; y nuevos empresarios turísticos que además de privatizar las orillas de los ríos, los caminos y sitios de atractivo turístico, nos despojan del paisaje con los cercados de swinglia que impiden su disfrute; y también constructores de condominios campestres y urbanizaciones que no sabe uno de dónde salen. Indigna y da tristeza la indiferencia y muchas veces la complicidad de las ‘autoridades’”.
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Posted by Fundación Ecológica Cosmos on Tuesday, February 9, 2021
Haciendo referencia a cómo eran con anterioridad las caminatas, Ocampo dijo que antes en los caminos del Quindío, “agradaba el saludo amable y generoso de la gente del campo”. Sin embargo, en la actualidad según relata, “muchas fincas han desaparecido engullidas por el horizonte monótono y ajeno de cultivos comerciales. Ahora lo común es la mirada hosca, triste y desconfiada de personas que no son del campo, solo administradoras o “cuidanderas” de las propiedades de “empresas” y personajes extraños. Y a eso se suma la inseguridad, se corren riesgos al salir a caminar”.
Así mismo, Ocampo señaló que saben que este tipo de situaciones no solo están pasando en el Quindío sino en otros departamentos de Colombia, e invitó a la comunidad a hacer algo al respecto, “además de caminar”.
“Parodiando a Antonio Machado tenemos que decir que al andar ya no se hace el camino y que al volver la vista atrás “se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino…” ¡nos lo han cerrado!”, concluyó el presidente de la fundación.
Las caminatas que iniciaban en el municipio de Calarcá y llegaban hasta localidades vecinas como Salento, Circasia, Armenia y Córdoba, fueron realizadas desde agosto de 1990, con el objetivo general de ‘reconocer’ el territorio como una manera de avanzar en la formación y educación ambiental de los participantes.