Nación

Cifra alarmante: Colombia es el décimo país en el ranking de bullying escolar en el mundo

Un informe de la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras reportó al menos 8.981 casos graves de bullying en el país.

28 de noviembre de 2022
Bullying, acoso escolar matoneo
Cundinamarca es el departamento que más concentra casos de bullying escolar con el 21%. | Foto: Bullying, acoso escolar matoneo

Una de las problemáticas que más preocupa a los padres de familia en el mundo es el bullying o matoneo que se está presentando en las instituciones educativas, pues las cifras de casos cada vez más están en aumento. Esta práctica se define como una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un estudiante en contra de otro de forma negativa y violenta, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

De acuerdo con un estudio de la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras que corresponde los años 2020 y 2021, Colombia ocupa el puesto 10 con más casos te matoneo a nivel mundial. El informe reporta un total de 8.981 casos graves de bullying, una cifra que deja al país como uno de los países con mayor cantidad de casos de matoneo escolar.

Según el especialista Javier Miglino, director de Internacional Bullying Sin Fronteras, “en el caso particular de Colombia, se trata de un país que por su índice de población y de cantidad de estudiantes de nivel primario y secundario presenta una cantidad importante de casos graves de bullying; 8.981 para ser exactos. Pero este trabajo maratónico no incluye todos los casos, ya que es imposible cuantificarlos”.

Dentro de este estudio, también se determinó que Cundinamarca es el departamento que más concentra casos de bullying escolar con el 21%, seguido de Antioquia con 13% y Atlántico con 12%.

A este alarmante panorama se le suma la modalidad de ciberbullying que va creciendo aún más por medio de redes sociales como Facebook, Instagram, WhatsApp y Twitter.

“A la par del crecimiento sostenido del bullying, cada vez se reportan más casos de hostigamiento y abusos en las redes sociales de Facebook y Twitter. Hay legiones de trolls pagos y de trolls que solo atacan por pura maldad y que no discriminan entre menores y mayores; insultando, amenazando e incitando al suicidio a los jóvenes, llevando las ofensas a niveles insostenibles, las 24 horas del día, los 365 días del año. Esos verdaderos asesinos sin rostro son responsables de más de 200.000 muertes al año, entre niños y adolescentes en todo el mundo”, dijo Miglino.

Por otra parte, el Laboratorio de Economía y Educación (LEE) de la Universidad Javeriana, realizó un análisis de las últimas pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (Pisa) y se evidenció que Colombia es el segundo país en Latinoamérica entre los miembros de la Ocde con mayor exposición al bullying.

Como tal, esta prueba en la que basan el estudio se le aplica a estudiantes entre 13 y 15 años de colegios pertenecientes a la Ocde. Allí se evalúa el desarrollo de las habilidades y conocimientos de los estudiantes a través de tres pruebas principales: lectura, matemáticas y ciencias. Sin embargo, hay un ítem que ha ido adquiriendo importancia en los últimos años; se trata del socioemocional, el cual incluye preguntas relacionadas con el acoso escolar.

De acuerdo con el análisis de estas pruebas, el 32% de los estudiantes en Colombia reportaron haber sufrido de matoneo, comparado con el promedio general de la Ocde que es del 22%. Otra cifra que se destaca es que el 12,2% de los estudiantes colombianos indicaron que otros estudiantes robaron o destruyeron cosas que les pertenecía y el promedio registrado por la Ocde es del 6.6%. Adicional a ello, el porcentaje de estudiantes amenazados en Colombia se registró en 10,6% y del de la Ocde en 13,7%.

Gloria Bernal, codirectora del LEE explicó que “los efectos negativos del bullying pueden impactar el correcto desarrollo de las habilidades socioemocionales y de las capacidades de relacionamiento (afectivo y no afectivo) de los niños, niñas y adolescentes. Contar con el apoyo familiar y de la de la comunidad educativa es vital para evitar consecuencias mayores sobre el futuro, la vida laboral y familiar de la víctima”