CAUCA
Cinco meses después, no hay nombres ni capturados por muerte de Anderson Arboleda
El joven murió tras un procedimiento policial en Puerto Tejada, Cauca. Su familia denunció que un patrullero le rompió la cabeza a bolillazos.
Anderson Arboleda murió por un derrame cerebral el 20 de mayo en la clínica Valle del Lili, de Cali. Veinticuatro horas antes, un policía le había reventado la cabeza a bolillazos en la puerta de su casa en Puerto Tejada, norte del Cauca, según denuncia su familia. Magaly Arboleda, su tía, ha relatado los hechos en al menos diez ocasiones ante las autoridades.
“Él venía de celebrar un cumpleaños con su novia. Tocó para que yo le abriera, y ahí lo abordaron dos policías, ellos le pidieron que se entrara y él les dijo que estaba esperando a que abrieran la puerta, le iban a poner un comparendo por violar la cuarentena, hubo una discusión y ellos lo atacaron con el bolillo en la cabeza”, le contó Magaly este jueves a un nuevo grupo de investigadores recién llegados de Bogotá. Ese mismo ejercicio lo hizo antes con personal de Popayán y Cali.
Pero hasta ahora no hay resultados, a pesar de que la novia de Anderson entregó el retrato hablado de los dos patrulleros. La familia aún no conoce el nombre de los uniformados involucrados en este caso, ni dónde están. Cinco meses después, la muerte de Anderson reposa en total impunidad.
Medicina Legal especificó que el fallecimiento del joven, de 21 años, se debió a un golpe contundente en la parte de atrás de la cabeza, que le generó una apertura en el cráneo, y posteriormente un derrame cerebral. La muerte no fue de inmediato. Anderson alcanzó a ir con su mamá, Claudia Ximena Arboleda, a la estación de Policía para poner denunciar el abuso del que presuntamente fue víctima. Nadie los atendió, en cambio les ordenaron retirarse. Anderson lloró de la impotencia.
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"El comandante de la estación nos dijo: váyanse de aquí, yo no les creo nada. Yo sé quiénes son los patrulleros de ese cuadrante y son gente decente. A esa historia le falta un pedazo y ahora no tengo tiempo para ustedes”, recuerda Claudia Ximena.
Cuando llegaron a la casa, Anderson se acostó. Estaba cansado y con mucho dolor de cabeza. Esa fue la última vez que lo vieron despierto. Al otro día nunca se levantó, estaba inconsciente, pero con vida, así que su familia lo trasladó al hospital más cercano y luego a Cali. En la Clínica Valle de Lili le diagnosticaron muerte cerebral. Horas después falleció.
Magaly solo reclama justicia y que sean capturados los responsables porque ella no tiene duda que se trató de un asesinato. “Ya han venido varios investigadores, miran las cámaras, hablan con nosotros, pero no pasa nada. Por lo menos queremos conocer el nombre del policía que le hizo eso a mi sobrino. Saber si está en servicio o fue separado del cargo", dice en medio del llanto. En el caso de Anderson, contrario a lo que ocurrió en Bogotá con el abogado Javier Ramírez, no hubo video: todo ocurrió muy rápido y los policía se habrían marcharon tras la confrontación. No le impusieron el comparendo y tampoco lo arrestaron.
En su momento, el director de la Policía, Óscar Atehortúa, dijo que no descansaría hasta aclarar lo sucedido y anunció una investigación exhaustiva que, cinco meses después, aún no da resultados. "como director general de la Policía Nacional quiero expresarle al país que nuestra institución reafirma hoy, de manera categórica, su disposición y apertura para que se recolecten los elementos y la información requeridos por la Fiscalía General de la Nación”.
Atehortúa aseguró que “cualquier actuación que sea parte de la Constitución, de la ley o de los lineamientos institucionales tiene repercusiones penales y disciplinarias”. Lo cierto es que hoy los familiares de Anderson se sienten desamparados y creen que este caso quedará en la impunidad.