PERFILES
Círculo de mujeres: cuatro historias inspiradoras de liderazgo. Johana Bahamón, Eleonora Morales, Adriana Novais y Vicky Dávila narran detalles de sus vidas
En un encuentro del Círculo de Mujeres de SEMANA, cuatro líderes de diferentes sectores del país contaron sus historias. Ejemplos de vida.
El Círculo de Mujeres de SEMANA-DINERO es una comunidad de líderes empresariales destacadas que se conectan para aumentar su gestión e influencia y maximizar su impacto en la sociedad. Desde hace más de un año, el proyecto de este grupo editorial ha reunido a las más destacadas protagonistas del país en encuentros periódicos y en el foro anual, ‘Mujeres que inspiran’, uno de los más relevantes en su género.
El círculo ofrece a decenas de líderes “la posibilidad de impulsarse y tener pares con quienes crecer. Nosotros tenemos la oportunidad de que las mujeres sean cada vez más exitosas y relevantes”, explica Sandra Suárez, presidenta de la iniciativa. Este miércoles, en las instalaciones de SEMANA, cuatro de ellas contaron su historia. Estos son sus inspiradores testimonios.
Adriana Novais
Gerente de P&G Colombia
“Un hijo nunca puede puede ser un limitante en la carrera de ninguna mujer”
La brasileña Adriana Novais está a cargo de la operación de una de las empresas más grandes del país. Pero su voz ha brillado especialmente al explicar el valor que tiene que la empresa privada tenga un sistema de apoyo para sus mujeres. “Mi historia solo ha sido posible porque trabajo en una compañía que tiene unos valores, unos principios y unas políticas que fomentan el talento independiente de su género”, dijo orgullosa en el encuentro.
Novais contó que comenzó su carrera en ventas en Brasil, y la “compañía nunca dejó de ofrecerme oportunidades y retos a pesar de ser mujer”. Y fue así como se mudó al sur de China, donde vivió cuatro años y medio. Luego a Estados Unidos, donde trabajó en los headquarters de P&G. Fue allí cuando le ofrecieron ser la gerente general de Colombia hace dos años y medio.
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“Mi historia de vida tiene que ver con la compañía y un esposo que me ha apoyado”, sostuvo. “Las mujeres para trabajar necesitan un sistema de apoyo”, reiteró. “Nosotras creemos que tenemos que ser mujeres maravilla y hacerlo todo, y eso no funciona… Al principio me sentía muy culpable porque no estaba. Pero ya no me siento culpable porque sé que soy mejor mamá porque trabajo, porque me desarrollo”, aseguró sobre la necesidad de políticas de flexibilidad laboral frente a los hijos, que sean iguales en hombres y mujeres.
Novais asegura que las empresas tienen una responsabilidad. “Si no hay ese sistema de apoyo, las mujeres se van”, asegura. “Antes, nosotros pensábamos que las mujeres salían de los cargos directivos porque querían cuidar de sus familias. No es así. Salen porque quieren trabajar, pero buscan una mejor calidad de vida, un mejor balance”.
Johana Bahamón
Fundación Acción Interna
“Mi invitación es a dar segundas oportunidades”
Johana Bahamón es reconocida desde hace años por su trabajo con las mujeres presas en el país. Su fundación, Acción Interna, ayuda a centenares de ellas a reintegrarse a la sociedad y ha logrado incluso poner el tema de género en las cárceles en la agenda legislativa del país. La actriz contó que todo comenzó hace 12 años, cuando fue llamada a ser jurado de un concurso en la cárcel El Buen Pastor. “Una cosa es conocer desde afuera lo que pasa en una cárcel y otra es estar adentro. Conocer los seres humanos y sus historias. Desde ese momento, sentí la necesidad de volver”, cuenta.
“La gente suele ir y pasar el portón azul, y luego tener la sensación de no querer volver. A mí me pasó todo lo contrario”, agregó. Al comienzo, Bahamón no tenía claro qué quería hacer allí, pero la vida le dio tres meses de vacaciones entre un proyecto de su trabajo de actuación y otro. Entonces decidió dedicar ese tiempo para ir a la cárcel. Allí montó un proyecto de teatro, basado en una obra de García Lorca que habla de las mujeres y el encierro. Cuenta que, al finalizar la presentación de la obra, pensó “el teatro transforma”. Pero hoy sabe que lo que “transforma es tener una oportunidad”.
Después de esa obra de teatro, la actriz decidió crear su fundación. “Uno puede estar privado de su libertad, pero no de su dignidad”, dice. Acción Interna logró hacer un restaurante operado desde una cárcel que abre al público en las noches, también organizó una casa para ayudarles a los presos que alcanzan su libertad a tener oportunidades laborales.
“Mi invitación hoy es a dar esas segundas oportunidades. Una obra de teatro, un sueño o un capricho, como lo veían muchos, terminó generando muchos cambios. Crean y creen esas oportunidades”, concluyó.
Eleonora Morales
Empresaria de moda y creadora de Garage Sale.
“Quiero invitar a la gente a divertirse con la ropa”
Eleonora Morales ha sido pionera. Creó Garage Sale, una plataforma líder en ropa de segunda mano. Hoy, ella es un ícono en redes sociales y ha logrado “mostrarles a las personas que todas estas prendas tienen una segunda oportunidad”. Pero más allá de eso, ha logrado transmitir su mensaje del importante valor de ser auténtico.
Morales asegura que “en redes sociales hay un discurso muy glamuroso. Y lo que realmente me ha inspirado y lo que quiero transmitir es crear un estilo propio, divertirnos con la moda. Siento que nos hemos limitado durante años por cómo nos ven, por lo que dicen los otros y por las tendencias. Siempre he querido invitar a la gente a divertirse con la ropa, a gozarse y a soltar el qué dirán”, cuenta. Agrega que para ella la moda es una herramienta terapéutica y explica que esta puede transmitir también una espiritualidad. “Para mí, la ropa y la moda son mi motor. Me levanta todos los días… Pensar en quién quiero ser hoy. La moda me permite ser una persona distinta cada vez”.
Morales asegura que vestirse debe ser una “autoseducción”. Y reclama que siempre la sociedad impone la necesidad de seducir a los demás, pero no a sí mismos.
Sobre su trabajo, aseguró que “mi invitación es a no estrenar, a usar lo que ya tenemos en nuestro clóset, a reutilizarlo, intervenirlo, transformarlo”. Y habló que en su empresa este papel de transformar las prendas lo hace su mamá, quien es un ángel siempre presente en su carrera.
“La autenticidad es lo más importante que uno puede tener. Desde ahí se comienzan a crear todas las cosas maravillosas de la vida”, dijo sobre la lección más importante que quisiera compartir con otros.
Vicky Dávila
Directora de SEMANA
“Nada en la vida vale la pena si es regalado”
Para la reconocida periodista, la clave en la vida es el trabajo duro y el esfuerzo. “Yo nací en un hogar bastante sencillo. Mi papá había sido cantante de tangos y luego se volvió capataz de una finca. Mi mamá cocinaba comida para los trabajadores. Siempre pensé, de manera extraña, que todo era posible. Nunca pensé: ‘No voy a poder’. Mis papás no tenían ni con qué meterme al jardín del colegio, pero nunca pensé que yo no podría estudiar. En esos capítulos de mi vida de chiquita me tocó vender lechuga y requesón que preparaban en la finca. Vendí sahumerios puerta a puerta. Ahora digo sí, yo fui vendedora ambulante. Pero no me daba pena. Me tocó vender mapas plastificados y llegaba a la casa con la carretilla vacía”.
Dávila aseguró que esas experiencias le enseñaron sobre el valor del esfuerzo. “Creo que nada en la vida vale la pena si es regalado”. En el encuentro, contó que de niña estudió en un colegio militar en donde aprendió a querer la bandera y la patria. Desde los 9 hasta los 21 años, trabajó como cantante para ayudar en su casa. “Mi mamá estaba esperando a su tercer hijo. Quince días antes de dar a luz le dije ‘tranquila, con una presentación, yo le compro la primera muda al niño’. Y así fue”.
En su juventud, varias opciones de vida le parecieron prometedoras, incluida la de ser monja. La periodista se alcanzó a despedir de su mamá para tomar ese camino, pero al final se arrepintió. También inició una carrera de Ingeniería. “Pero yo desde los 9 años sabía que iba a ser periodista”, contó. Tras 15 días de estudiar Periodismo, le salió su primer trabajo en televisión y a los 21 años ya era reportera de QAP en Bogotá. Desde ahí, el país conoce su vida.