JUDICIAL
Cirujano Figueredo habría argumentado que golpiza a María Paula Pizarro era porque ella lo pedía
El desconcertante planteamiento fue realizado en la audiencia de imputación de cargos que fue de carácter reservado, a la cual tuvo acceso SEMANA. En la diligencia se le dio restricción de movilidad con vigilancia a través de brazalete electrónico.
Sorprendidos, por decir lo menos, quedaron los representantes de la Procuraduría, la Fiscalía y de la víctima, la médica María Paula Pizarro, luego de que el juez de primera instancia de Floridablanca decidiera no acoger la solicitud de privación efectiva de la libertad contra el reconocido cirujano Antonio Figueredo, quien fue acusado por violencia intrafamiliar agravada. El juez no aceptó de forma preliminar el delito de acceso carnal violento por falta de pruebas.
Lo que más llama la atención de la audiencia, que fue reservada, y a la cual tuvo acceso SEMANA, fueron los argumentos del cirujano y su defensa que fueron en buena medida acogidos por el juez y que resultan desconcertantes.
Entre los planteamientos que fueron expuestos en la diligencia, citada por segunda vez, luego de que Figueredo no hubiera asistido a la primera presentando una cuestionada incapacidad médica, está que, según el médico y su abogado, la golpiza había sido prácticamente solicitada por la víctima y para eso hicieron públicos chats entre Figueredo y Pizarro, pero que no dejaban entrever una violencia desbordada como se dio en este caso.
Este argumento generó la reacción inmediata del abogado de la víctima, Jaime Lombana, y del representante del Ministerio Público, que no entendían cómo se podía exponer semejante argumento.
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Además, llama la atención que en primera instancia el juez municipal desestimó el otro cargo que planteaba la Fiscalía de acceso carnal violento, con argumentos que ahora generan polémica. Por ejemplo, uno de ellos es que la víctima tardó cerca de una semana en denunciar el hecho, un argumento que resulta cuestionable pues en estos casos, por lo general, las víctimas se encuentran amedrentadas, sienten vergüenza y al presentar las denuncias resultan revictimizadas.
Otro de lo argumentos para no imputar este cargo, según se dio en la diligencia de imputación, es que la médica María Paula Pizarro accedió a ir de forma voluntaria al motel en donde se presentaron los hechos violentos, dando casi por sentado que por este hecho había accedido a la situación de la que fue víctima, esto sin tener en cuenta que la decisión de ir a este lugar no implicaba lo que allí ocurrió.
No obstante, el juez aceptó la inferencia razonable de la violencia intrafamiliar y expresó que era claro que había golpeado el rostro de la víctima fracturando los tres dientes, generando los hematomas en su rostro y el tímpano reventado.
La decisión del juez fue no acoger la solicitud de medida de detención intramural, pero le impuso restricción de movilidad a través de brazalete electrónico, así como la prohibición total de acercarse a la médica Pizarro y a la clínica donde trabaja y tampoco podrá salir del país. Esta última decisión fue apelada.
Además, la defensa de la víctima, para dejar sobre la mesa la intención de obstruir a la justicia, presentó pruebas de diálogos vía chat entre Figueredo y Pizarro, días después de la brutal golpiza, en los que el prestigioso cirujano le pedía que cambiara la versión y dijera a las autoridades que se había caído en el baño y que le ayudara no asistiendo a medicina legal a solicitar la evaluación.
Entre las medidas que adoptó el juez municipal de primera instancia en la diligencia, también está que el cirujano Figueredo debía tomar un tratamiento psicológico para prevenir nuevas agresiones.
Justamente esa última decisión del juez se convirtió en un argumento para solicitar de nuevo la detención del reputado cirujano, pues resultó un contrasentido, a juicio de la defensa, que se reconozca la violencia y riesgo que representa para solicitar este tipo de atención profesional, pero que este argumento no sea equiparable para su detención efectiva.
El caso que tiene todos los reflectores del país por la violencia de la golpiza que dejó a la médica con tres dientes fracturados, el tímpano reventado, múltiples hematomas y una incapacidad de ocho días. Además porque, en este caso, el protagonista de los actos violentos es uno de los más reputados cirujanos de corazón que hay en el país.