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Clamor en Buenaventura: la zona nuevamente está en medio de combates entre grupos armados ilegales
La Defensoría del Pueblo manifestó su preocupación por los riesgos para la población civil debido a los combates entre grupos armados ilegales en territorio del Consejo Comunitario de la Cuenca del río Yurumanguí.
Una difícil situación viven los habitantes de zonas rurales de Buenaventura, como consecuencia de los enfrentamientos que se presentan entre grupos armados.
La Defensoría del Pueblo manifestó su preocupación por los riesgos para la población civil por cuenta de combates entre grupos armados ilegales en territorio del Consejo Comunitario de la Cuenca del río Yurumanguí, ubicado en zona rural del Distrito Especial de Buenaventura.
La Delegada para Asuntos Étnicos de esa entidad indicó que fue informada por la comunidad sobre combates acontecidos en la vereda San José, donde hace presencia la columna móvil Jaime Martínez de las disidencias de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Ante estos hechos, hizo un urgente llamado Fuerza Pública, particularmente a la Armada Nacional, en coordinación con la Policía y el Ejército, para que haga presencia en este territorio y verificar la situación denunciada.
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Igualmente, solicitó poner en marcha las acciones necesarias para restablecer el orden público y evaluar las vulneraciones a los derechos humanos y las infracciones al Derecho Internacional Humanitario que hayan sucedido en el marco de los combates denunciados.
La Defensoría del Pueblo recordó que el Consejo Comunitario se encuentra como población en riesgo según la Alerta Temprana de Inminencia 079-2018 para la zona rural del Distrito Especial de Buenaventura, que fue confirmado en el informe de seguimiento presentado en enero de 2022.
“Reiteramos el llamado al Ministerio de Defensa, la Gobernación del Valle y la Alcaldía Distrital de Buenaventura para coordinar la implementación de medidas que permitan neutralizar el accionar de los grupos armados ilegales, para garantizar la seguridad y la protección de los derechos humanos de los habitantes”, destacó el organismo.
Bandas criminales urbanas de Buenaventura habrían trasladado enfrentamientos a zona rural
De otra parte, a comienzos de este mes, familias de La Barra, una de las playas cercanas al puerto, denunciaron ante las autoridades que los enfrentamientos que se registraban en la zona urbana de Bunaventura se habrían trasladado a esta playa, la más alejada de la ciudad, después de Piangüita, Juanchaco y Ladrilleros.
La comunidad señaló que se escucharon disparos y que hombres armados habrían hecho presencia en un establecimiento comercial del sector, por lo que pidieron a las autoridades su intervención.
El secretario de Gobierno y Seguridad de Buenaventura, Arlington Agudelo, señaló que uniformados de la Armada Nacional y del Ejército adelantan verificaciones. Sin embargo, no se habrían encontrado cadáveres.
Cabe recordar que a finales del mes de septiembre, monseñor Rubén Darío Jaramillo, representante de la iglesia católica en el distrito portuario, confirmó a SEMANA el cese de violencia entre los dos grupos armados.
De acuerdo con el prelado, los cabecillas de estas estructuras anunciaron, en medio de las conversaciones que sostienen desde que el presidente Gustavo Petro comunicó su voluntad de lograr una ‘paz total’, que levantarían las fronteras invisibles en la ciudad. De hecho, el mandatario, tras una visita a la ciudad, instó a estas bandas a unirse a esta iniciativa: “Shotas y Espartanos son bienvenidos a la paz”.
“Todos estaban esperando signos concretos de paz. Ellos han tomado la decisión de que la gente pueda movilizarse tranquilamente por toda la ciudad”, señaló. El barrio Juan XXII, que es donde estas estructuras convergen y luchan principalmente por el territorio, ha sido el más beneficiado con la decisión de las bandas.
Los Espartanos y Los Shotas realizaron un acto simbólico, en este barrio, con el ánimo de demostrar que las conversaciones están encaminadas. Jugaron partidos de fútbol, celebraron la eucaristía e hicieron un almuerzo comunitario.
“Este es un mensaje para la ciudadanía y los empresarios, porque hay sectores que con las fronteras invisibles estaban vedados. Necesitamos el compromiso del Estado y del sector empresarial para consolidar esta paz que Buenaventura necesita”, manifestó.
Destacó que en el distrito portuario, con decisiones como el levantamiento de las fronteras invisibles, las bandas han demostrado pasar de las palabras a los hechos. Sin embargo, acepta que también deben avanzar hacia el cese de la comisión de delitos como el hurto y la extorsión.
“Los integrantes de estas bandas quieren estudiar y formar pequeñas empresas (...) esto es una voz de esperanza en nuestro país”, indicó el prelado
Asimismo, dijo que un cabecilla de Los Espartanos le manifestó que “quieren tener otras oportunidades y por eso están preguntándose qué les va a ofrecer el Gobierno nacional para dejar esa vida delincuencial y reincorporarse a la sociedad. Me han hablado sobre las inconformidades sociales, la falta de hospitales, las vías sin pavimentar. Ellos no están reclamando cosas extravagantes, sino el desarrollo de su comunidad”.
Son más de mil miembros de Los Espartanos y 200 de Los Shotas los que estarían dispuestos a dialogar para dejar la violencia. “Quieren jugar en el barrio, quieren mejores campos deportivos, no están pidiendo nada extraordinario”, añadió monseñor Jaramillo.
Las peticiones de estas bandas delincuenciales no se detienen en los aspectos sociales y de infraestructura, pues afirman que se sumarán a la voluntad de paz siempre y cuando les garanticen beneficios jurídicos.
“Buscan que la normatividad en cierta medida los beneficie, nadie va a entregar armas y hombres con un prontuario tan delictivo a cambio de nada. Son conscientes de que han delinquido, que merecen un castigo en la cárcel, pero desean un tratamiento especial”, concluyó.