Capturan a jefe del Clan del Golfo dedicado a perseguir policías

En septiembre pasado, la fuerza pública ejecutó un operativo en el que murió alias Gavilán, el segundo hombre en la jerarquía del Clan del Golfo, el grupo criminal más peligroso de Colombia. La reacción de los delincuentes, en cabeza de Otoniel, fue decretar un plan pistola contra los policías presentes en sus zonas de influencia, especialmente en Antioquia, Córdoba y Chocó.

Distintos mandos medios en esos territorios asumieron la directriz del cruel plan de asesinar uniformados para disminuir la presión de las autoridades. En el nordeste antioqueño, por ejemplo, Heiner Soto, alias Brandon, uno de los presuntos cabecillas de la estructura Jorge Garcés, habría asumido ese rol.

Según la Policía de Antioquia, Brandon perpetró 6 atentados contra la la fuerza pública en el último año, en los que murieron 4 uniformados. Este jueves, luego de meses de seguimiento, el presunto jefe criminal fue capturado en La Máscara, una vereda del municipio de Yalí. Un juez había aprobado la diligencia, pues a Brandon se le relaciona con el delito de concierto para delinquir con fines de homicidio.

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El prontuario de Brandon es extenso. Las pesquisas indican que fue miembro del bloque Élmer Cárdenas de las autodefensas, que bajo el mando de alias el Alemán se disputó a sangre y fuego el control territorial y delincuencial del Urabá. En 2009, Brandon se desmovilizó junto a la mayoría de miembros de esa estructura. Sin embargo, pronto habría vuelto a delinquir.

En el Clan del Golfo, dice la Policía, supo escalar al convertirse en un miembro determinante para la expansión de esa organización en el nordeste de Antioquia, especialmente en los municipios de Remedios y Segovia. Aprovechando su recorrido, Brandon habría establecido redes de narcotráfico que empezaron a operar con las banderas del Clan.

También se habría dedicado a coordinar la extorsión en su zona de influencia, y cuando llegó el momento, empezó a impulsar el plan pistola, la respuesta del Clan a la ofensiva policial.

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“Este sujeto venía causando una gran afectación a la seguridad y tranquilidad en el nordeste antioqueño, responsable del incremento y ejecución de homicidios selectivos contra la población civil y atentar mediante plan pistola contra la fuerza pública. Coordinaba el cobro de extorsiones a comerciantes, ganaderos, sector minero, contribuyendo en gran medida a las actividades de tráfico de estupefacientes”, explicó el coronel Carlos Sierra, comandante de la Policía de Antioquia.

Durante los 3 años que acaba de cumplir la Operación Agamenón, las autoridades han capturado a casi 2.000 personas, en una guerra desatada que también le ha causado decenas de bajas dolorosas a la fuerza pública, especialmente por las acciones de mandos como Brandon, dedicados a perseguir policías.