POLÍTICA
Claudia Blum, el legado de una cancillería tenue
La ministra de Relaciones Exteriores tuvo poca aparición mediática. En los últimos días de su gestión le tocó capotear las miradas de todo el mundo en uno de los momentos más difíciles del país en su historia reciente.
Desde el viernes SEMANA venía anticipando que los días de Claudia Blum como ministra de Relaciones Exteriores estaban contados. Un disgusto con el presidente Duque fue lo que generó la decisión, en medio de la presión internacional que se creó en los últimos días debido a que Colombia se convirtió en uno de los principales temas de conversación en el mundo por el paro nacional, que ya completa 15 días.
En las últimas semanas Blum buscó mostrar una imagen favorable de la gestión del Gobierno, luego de que la única versión que se estaba reproduciendo en los principales medios internacionales era mayoritariamente la de los ataques de la fuerza pública contra algunos manifestantes. Al parecer, el hecho de que solo se difundiera ese punto de vista, habría causado disgustos en el Gobierno que terminaron en la salida de Blum.
Según expuso María Isabel Rueda en un Tik Tak de SEMANA la decisión se alargó porque el presidente Duque le dio un plazo para que ella presentara su renuncia cuando lo considerara oportuno.
Blum y el paro
En los últimos días se vio que Blum estaba más activa en ese propósito de mostrar el otro lado de las protestas en Colombia. Hace unas semanas le respondió unas declaraciones al presidente de Argentina, Alberto Fernández, luego de que dijera que en el país había una “violencia institucional”.
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“Cancillería, en nombre del gobierno de Colombia rechaza firmemente las declaraciones del presidente Alberto Fernández, que desconocen que miles de colombianos han tenido, conforme a nuestro Estado de derecho, todas las garantías para ejercer la protesta pacífica a lo largo y ancho del país”, aseguró el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Posteriormente, la misma canciller Blum envió unas declaraciones en las que rechazó en general los señalamientos internacionales sobre el Gobierno. “De acuerdo con nuestra posición histórica, Colombia seguirá siendo un país abierto al escrutinio internacional, pero rechazaremos siempre los pronunciamientos externos que no reflejan objetividad y que buscan alimentar la polarización e impedir la construcción de consensos en nuestra patria”, aseguró Blum.
En medio de todo el caos que se ha vivido en todo el país, trascendió un video que despertó polémica: era en inglés y mostraba otra versión sobre lo que pasaba en Colombia. Había partes de ataques contra la fuerza pública y se responsabilizaba al senador Gustavo Petro y a Nicolás Maduro de estar detrás de las movilizaciones.
Antes de la jornada de paro Blum tampoco había tenido tantas salidas mediáticas. Los primeros días de manifestaciones organizó una reunión para informar al cuerpo diplomático sobre la situación del país y recalcar que el Gobierno es respetuoso de los derechos humanos y de la protesta pacífica. Allí estuvo acompañada del ministro de Defensa, Diego Molano. Así mismo, tenía programado un viaje a Ginebra para este fin de semana, con el fin de dialogar con la comunidad internacional y especialmente con la ONU, que ha hecho varios reparos en medio de la jornada que vive el país.
Una Cancillería silenciosa
Más allá de la situación que se ha vivido por el paro y que agudizó las tensiones del cuerpo diplomático con el país, Blum tuvo un papel pasivo. Cuando llegó al cargo en noviembre de 2019, un polémico audio filtrado en el que conversaba con el embajador en Washington, Francisco Santos, generó todo un revuelo en el Gobierno porque ambos criticaban la gestión del saliente canciller, Carlos Holmes Trujillo (Q.E.P.D.).
Sin embargo, sale Blum del cargo con un buen balance pero sin mayores logros para destacar. Al nuevo ministro le tocarán varios retos en un momento clave para el país. A corto plazo deberá continuar con la gestión de mostrarle a la comunidad internacional lo que realmente pasa en Colombia, y no solo una versión, como ha sucedido.
Otra de las gestiones que tienen que comenzar de inmediato es buscar alianzas para acelerar el Plan de Vacunación. “(Deberá) trabajar con las autoridades de los Estados Unidos para lograr un mayor apoyo en la entrega de vacunas para Colombia. Que pueda pedir vacunas prestadas al gobierno americano”, propuso el exministro de Relaciones Exteriores, Fernando Araujo Perdomo, como ya lo han sondeado varios.
Araújo, canciller del gobierno de Uribe, considera que el nuevo ministro deberá continuar con los propósitos del Gobierno como buscar una salida democrática para un cambio de gobierno en Venezuela; así como fortalecer las relaciones con Estados Unidos -además del TLC- y la búsqueda de una política común en la lucha contra el narcotráfico. También deberá fortalecer las alianzas regionales. “Hay que ponerle mucho cuidado a las relaciones con la ONU, y con las agencias de la ONU que trabajan en el país”, aseguró el exministro Araujo.
Blum le pasó su carta de renuncia irrevocable a Duque el 11 de mayo, y no señala razón alguna para su dimisión, pero le agradece la confianza brindada. Hasta el momento han sonado algunos nombres para reemplazarla, como el exministro Juan Carlos Pinzón, quien actualmente se desempeña como presidente de ProBogotá. Por su parte, la senadora María Fernanda Cabal hizo una alerta: “por favor ahora no nombren a Ceballos”.
El presidente Duque le ha apostado mayoritariamente a los enroques en medio de su mandato. Sin embargo, esta vez por la crisis que vive el país tiene una oportunidad para poner a alguien externo que le pueda sumar gobernabilidad en un momento en donde es crucial ese cambio de percepción frente a la comunidad internacional. Traer a alguien externo ya le funcionó muy bien, como pasó con el ministro de Salud, Fernando Ruiz. Así mismo, deberá tener en cuenta la cuota de género del 30 por ciento que tiene cumplir en su gabinete. No es seguro que por esto llegue una mujer al cargo, algunos sondean a la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez si no se lanza a la carrera presidencial, así como tampoco se descarta que pueda haber más movimientos en Palacio en los últimos meses de cara a la recta final de su mandato.