ENTREVISTA
Claudia López se destapa: rechaza libertad para la primera línea; habla del presidente Gustavo Petro; y anuncia que su carrera política no termina con la Alcaldía de Bogotá
En entrevista con SEMANA, la alcaldesa Claudia López dice que el que delinque debe responder ante la justicia. Habla del presidente Gustavo Petro y anuncia que su carrera política no termina en la Alcaldía.
SEMANA: Alcaldesa, ¿está de acuerdo con que se liberen a integrantes de la primera línea para ser designados voceros de paz, como lo decidió el Gobierno Petro?
CLAUDIA LÓPEZ: En términos generales, estoy contra la impunidad. Creo que ser pobre pero honrado tiene que valer en esta vida. Esa es la gente que se merece las oportunidades. El que delinque tiene que responder ante la justicia. De lo contrario, se acaba el Estado de derecho. Los que cumplimos la ley, que somos la inmensa mayoría, tenemos que tener un reconocimiento en vez de que se exalte al que delinque, al que abusa, al que daña.
SEMANA: ¿Se le envía un pésimo mensaje a la sociedad?
C.L.: Yo sí creo. Cuando el que delinque y daña termina siendo premiado o cuando el que atraca termina siendo liberado, el mensaje es brutal para la sociedad.
SEMANA: ¿Qué le pide al presidente Petro?
C.L.: Le pido al Gobierno, al Congreso y a la Rama Judicial que no haya impunidad.
SEMANA: En el Portal de las Américas, la primera línea sigue atormentando a la gente. Cobran peajes. Alcaldesa, ¿por qué no se ha recuperado la zona?
C.L.: Allí la situación ha mejorado. Hemos venido trabajando con los vecinos, haciendo frente de seguridad. Lo que ocurre es que alrededor de la zona hay dinámicas de criminalidad muy difíciles, microtráfico, bandas criminales muy duras, como el Tren de Aragua. De manera que lo que hay que hacer es perseverar, trabajar con la comunidad, apoyar a la Policía y pedirle a la justicia que, cuando capturemos a los criminales, no los deje libres.
SEMANA: El Gobierno Petro ha propuesto 1.000.000 de pesos mensuales para los jóvenes gestores de paz. ¿Le suena esa idea?
C.L.: El 99,9 % de los jóvenes ni delinque, ni vandaliza, ni rompe nada. ¿Por qué no hay nada para ellos? Tengo una visión distinta.
SEMANA: Alcaldesa, en la campaña, usted prometió ser la comandante en jefe de la Policía y dijo que iba a hacer temblar a los delincuentes. Pero hoy la realidad es distinta. La gente en Bogotá se siente desprotegida por esta ola de inseguridad. ¿Qué está pasando?
C.L.: Se duplicó la pobreza, se duplicó el desempleo, hubo un estallido social, salieron a destruir el sistema de transporte masivo y durante el paro nacional acabaron con el 80 % de TransMilenio. Fue una situación muy difícil. En ese año el hurto y el homicidio subieron. Se empoderaron bandas criminales, unas colombianas, otras extranjeras, alrededor de rentas criminales muy duras. ¿Qué ha pasado un año y medio después? Gracias al esfuerzo de la ciudadanía, a los frentes de seguridad, a que trajimos 1.500 policías adicionales para Bogotá, hemos desarticulado 400 bandas criminales. Los del Tren de Aragua y esos que se creían poderosísimos están hoy en la cárcel. El homicidio ha bajado 12 %, así como el hurto de carros, motos y residencias. ¿Qué no ha bajado? El de celulares y el de personas. ¿Por qué? Porque ocho de cada diez personas que capturamos en flagrancia son llevadas ante la justicia y quedan libres a las dos horas. Allí dicen que era un celular de menor cuantía. Tenemos que lograr que el sistema judicial entienda que el atraco no es un deporte. Es un delito y quien lo comete tiene que ser sancionado.
SEMANA: Los jueces, molestos por sus críticas, le han dicho que no evada su responsabilidad.
C.L.: Yo estoy respondiendo. Respetemos todos, ellos y yo, a la ciudadanía. Si a usted le roban el celular, ¿dónde quiere ver al atracador? ¿Libre o en la cárcel? Yo lo quiero ver en la cárcel. Entonces, ¿por qué lo dejan libre?
SEMANA: ¿Es culpa de los jueces?
C.L.: Es inaplicación de la ley. Me reuní con los jueces, tengo respeto por ellos, pero tenemos que reconocerlo: si ocho de cada diez atracadores en flagrancia quedan libres, hay un problema. A mí me da mucha pena, pero no me pueden decir que no hay un problema. Eso lo vemos los ciudadanos todos los días y nos duele con razón. Cuando me reuní con los jueces, en una cumbre hace más de un año, me dijeron: “Alcaldesa, el problema es que hay vacíos en la ley”. Yo les decía: cómo es posible que ese atracador robe con un palo y un cuchillo y no sea automáticamente un agravante para meterlo a la cárcel. Fuimos al Congreso y cambiamos la ley, y dijimos: si usted ya tiene una anotación, y se robó un celular y quedó libre porque era baja monta, pero vuelve a tener otra anotación, eso se llama recurrencia, es un agravante automático y debe quedar detenido. La ley, que se aprobó hace casi un año, no la están aplicando.
SEMANA: ¿Los jueces no están cumpliendo con la ley?
C.L.: Los jueces dicen que es culpa de los fiscales y los fiscales dicen que es culpa de los jueces. Mientras eso siga pasando vamos a seguir deslegitimado a la justicia. A mí me preocupa el mensaje de que ahora nos preocupan tanto los presos. ¿Por qué no nos preocupan un poquito más los ciudadanos libres en las calles que tienen derecho a ir tranquilos? El Estado de derecho está para proteger a los ciudadanos de bien, a los que cumplen la ley y para aplicar la ley y las sanciones a los que las incumplen. Estoy preocupada por el atraco en las calles, no por cómo están viviendo los presos.
SEMANA: ¿Cómo es hoy su relación con la Policía?
C.L.: Muy buena.
SEMANA: Hubo una época en la que parecía haber una total desconexión.
C.L.: No, nunca. Siempre ha habido respeto y trabajo. Hubo una época, en septiembre de 2020, en la que algunos miembros de la Policía masacraron a jóvenes de Bogotá. En una noche hirieron a bala a los que salieron a protestar. ¿Por qué? Porque unos policías mataron a mansalva a un ciudadano en un CAI. Tengo una extraordinaria relación con la Policía, pero, si cometen una masacre de jóvenes, la voy a denunciar, y la Policía sabe eso. La institución sabe que cuenta con mi respaldo, les hemos conseguido recursos, Bogotá tiene hoy el mayor número de cámaras, drones, frentes de seguridad, y acabamos de construirles el comando más moderno de Colombia porque se lo merecen. Pero, si los cojo haciendo algo abusivo o corrupto, soy la primera que los va a llevar hasta la cárcel.
SEMANA: ¿Siente que el Gobierno la ha suplantado en el manejo del orden público en Bogotá? Se lo pregunto por un episodio en el que un viceministro intervino para liberar a una persona que había sido capturada por, presuntamente, estar cometiendo un delito en una manifestación.
C.L.: No diría que suplantada. El comandante en jefe de la Policía es el presidente y la Policía le hace caso. Pero, de nuevo, eso me pareció un mal mensaje para todo el mundo, pero sobre todo para los jóvenes. Cumplir las normas tiene que valer en esta vida.
SEMANA: Alcaldesa, ¿es partidaria de que el presidente Petro revise el trazado de la primera línea del metro de Bogotá para ver si el tramo de la Caracas puede ser subterráneo?
C.L.: Ya di esa discusión. El metro, desde el punto de vista de la movilidad, da lo mismo por donde vaya, transporta la misma gente. Desde el punto de vista urbanístico, ambiental y de ruido, sí creo que tiene ventaja el subterráneo. De hecho, la segunda línea, que va hacia Suba y Engativá, será subterránea. Pero desde 2019 le dije al hoy presidente: ellos (Alcaldía Peñalosa) ganaron, gobernaron, consiguieron la plata, no era tan fácil y contrataron esa primera línea, echemos pa’lante. Cuanto más metro tengamos, menos dependemos de TransMilenio. El sistema está reventado porque le pedimos mucho más de lo que puede. En ese momento, no pude convencer a Petro y me hizo una oposición enorme en la campaña porque no quise parar la primera línea y no la quiero parar; 4.500 personas están construyéndola, ya va por el 18 %.
SEMANA: No respalda, entonces, esa revisión de la primera línea…
C.L.: Respeto al presidente. Él me dijo: “Alcaldesa, yo entiendo todo, usted ganó, no la quiero entorpecer, pero sí le pido que me dé una información. No he tomado una decisión, quiero que me den una información para evaluar la posibilidad”. Entonces, no le puedo negar esa información al presidente y se la vamos a entregar en enero. Pero mi postura es que hagamos las obras. Por no hacer y andar saboteando y parando, es que estamos incómodos, apretados y congestionados.
SEMANA: Si en esa revisión se determina, por ejemplo, que el tramo subterráneo de la Caracas cuesta 5 billones de pesos más, ¿Bogotá aportaría recursos?
C.L.: Se lo he dicho al presidente con claridad: el que pide el cambio lo paga. La ciudad no está pidiendo el cambio. Pero el problema no es ni siquiera la plata. Si tenemos 5 billones de pesos, ¿por qué no extendemos mejor la primera línea del metro hasta la calle 100? Eso hace más y mejor, en vez de parar y volver a empezar.
SEMANA: ¿Está en riesgo el metro de Bogotá?
C.L.: No. La obra está ejecutándose. Mientras yo esté en la Alcaldía, se hace. Vamos a echar pa’lante, eso es lo que necesita esta ciudad. Hoy, con los impuestos de los ciudadanos, estamos haciendo 1.100 obras que están generando 480.000 empleos. No es simplemente parar una obra. Es parar el empleo y el palo no está pa cucharas, de verdad. Venimos de un momento muy difícil. En estos dos años se quebró todo, la gente perdió vidas, trabajo, empresas, tranquilidad. Tenemos una racha de salud mental muy difícil después de la pandemia. Es el momento de unirnos, abrazarnos. Hay que decir: vamos a hacer, a terminar estas obras, a hacer estos colegios, a apoyar a estas microempresas…
SEMANA: ¿Cuándo se abrirá la licitación para contratar la segunda línea del metro de Bogotá, la que va hacia Suba y Engativá, y que es su proyecto estrella?
C.L.: Esta semana logramos tener listos los requisitos para que, en enero de 2023, se abra la licitación. Se beneficiarán 2,5 millones de habitantes, eso equivale a la población de Medellín. Esas personas se demoran dos horas para llegar a sus sitios de trabajo. La licitación la vamos a adjudicar en diciembre. Queda en obra y en construcción cuando termine la alcaldía.
SEMANA: Y antes del 31 de diciembre de 2023, cuando concluirá su mandato, ¿quedará adjudicada la construcción de la segunda línea del metro?
C.L.: Así es. Quiero agradecerles al presidente, al Gobierno, a los ministros de Hacienda, Transporte, al director de Planeación y al Congreso. Además de la segunda línea del metro, haremos un campus universitario público que quieren los jóvenes de Suba. Es un proyecto que tenemos con el presidente Petro. Será un campus que van a compartir la Universidad Distrital, la Universidad Nacional, la Pedagógica y el Sena. Nuestras cuatro maravillas de la educación superior pública van a tener una nueva sede, en Suba.
SEMANA: ¿Cuándo entran en operación la primera y la segunda línea del metro de Bogotá?
C.L.: La primera, en 2028, y la segunda, en 2032.
SEMANA: ¿Se siente satisfecha con la gestión del presidente Petro?
C.L.: Me siento contenta. Voté por el presidente Petro, creo en el cambio que representa, a mí me ilusiona. Sé que los cambios generan un poquito de inestabilidad, de temor y hay un poquito de incertidumbre. Es parte de lo que trae el cambio. ¡Carajo, pero al fin ganamos! Es que nunca habíamos logrado que las mayorías ciudadanas de centroizquierda o de izquierda ganaran. Hay gente nueva, al fin hay una Francia Márquez. ¿Cuántas Francia Márquez habíamos visto en la política colombiana? ¿Cuántas Claudia López habían podido ser alcaldesas de Bogotá? Nunca. Entonces, bienvenido ese cambio. La mayoría de Colombia es gente como nosotros, trabajadora, humilde, clase media, echada pa’lante, que ha estudiado y trabajado duro, con mucho talento y sin ninguna palanca.
SEMANA: ¿Volvería a votar por Petro?
C.L.: Sin duda, y quiero que le vaya bien y para eso es indispensable que a Bogotá le vaya bien. La ciudad es el 33 % de la economía del país, el 40 % de los impuestos con los que cuenta el presidente para hacer inversión en Tumaco, Arauca o el Catatumbo.
SEMANA: La siento muy petrista, jugada con el cambio…
C.L.: Totalmente, esa es mi vida…
SEMANA. Pero la bancada petrista en el Concejo la critica fuertemente. Son ‘anticlaudistas’.
C.L.: Sí, es cierto, ahí se combinan muchas cosas. Es parte del cambio, y tenemos que entender el nuevo rol. Estamos del mismo lado, pero en lugares distintos. El Pacto es más de izquierda y el Verde es más de centroizquierda, y competimos y se generan roces en la competencia. Lo otro es que ya se acabó el activismo, queridos. Ellos (el Pacto) ya no son youtubers ni oposición. Ya están gobernando. ¿Que no les gusta el programa Jóvenes a la U porque solo hemos dado 16.000 becas? Bueno, ¿cuántas han dado ellos? Hay que trabajar, gobernar, ejecutar, no echar paja. A todos nos cuesta hacer ese tránsito de la oposición al Gobierno. Competimos, pero formamos parte del Gobierno. Estamos en la misma coalición. A todos nos van a medir.
SEMANA: Alcaldesa, pero se rompieron los acuerdos de la coalición en el Concejo.
C.L.: Ese no es un tema que me competa, es decisión de los concejales. He trabajado con las mesas directivas y, claro, hay concejales opositores, algunos vergajos y mentirosos, otros más chéveres y ponderados. Trabajo con los 45. La democracia los eligió y les tengo respeto por su labor y gratitud. El Concejo aprobó las 20 Manzanas del Cuidado para que ese millón de mujeres cuidadoras en trabajo doméstico, en la pobreza, tengan estudio, trabajo y oportunidades.
SEMANA: ¿La Alianza Verde debe seguir formando parte de la coalición del Gobierno Petro?
C.L.: Por supuesto. El presidente tiene una visión que comparto y es que hay que armar un gran acuerdo entre el Pacto Histórico, el Verde y los sectores liberales progresistas. Él tiene razón. Vamos a ver cómo tenemos una plataforma programática conjunta que muestre resultados, y tratar de ponernos de acuerdo para que el cambio se sostenga en el tiempo. El presidente es muy respetuoso y dice: “Yo me hice elegir para cuatro años y solo voy a estar acá cuatro años y punto”.
SEMANA: ¿Usted cree que él no se va a reelegir?
C.L.: No tengo la menor duda.
SEMANA: ¿No habrá un articulito por ahí?
C.L.: No va a haber ningún articulito como hizo Uribe para cambiar la Constitución. De eso no tengo la menor duda. El presidente Petro sabe su lugar en la historia. Él no va a ser otro Uribe. Él es el líder de izquierda más popular que ha tenido la historia.
SEMANA: ¿Y qué tal que los congresistas sí promuevan ese articulito?
C.L.: No lo van a hacer. Cuando medio lo insinuaron, el primero que salió a decir que ni se les ocurra fue el Gobierno. Yo sí le creo al presidente, él no se quiere perpetuar en el poder, pero sí quiere que se consolide una plataforma social de cambio en el tiempo, de muchos liderazgos. Creo que eso es lo correcto y debemos trabajar en la construcción de esa plataforma: los que estamos trabajando, dando resultados, y los que están haciendo política.
SEMANA: Alcaldesa, con toda la sinceridad, ¿usted quiere ser presidenta de Colombia?
C.L.: Yo ya soy alcaldesa. ¿Cree que ese es poco honor en mi vida? Solo tengo una prioridad y se lo digo con absoluta sinceridad: mi única prioridad en la vida es ser una buena alcaldesa, ese es el honor de mi vida.
SEMANA: Entonces, le cambio la pregunta. ¿Su carrera política concluye en la Alcaldía de Bogotá?
C.L.: Por supuesto que no. Y le voy a decir por qué: no vine por un cargo, a mí lo que me gusta es servir y transformar. Hay tres cosas que me tienen en política y todavía hay mucha tarea por hacer y voy a seguir. La primera es sacar a los armados de la política. Si no hubiéramos sacado a las Farc de la política, nunca habría habido un gobierno de cambio. Segundo, hay que derrotar la corrupción, y ese sigue siendo un desafío. Y hay que construir justicia social y ambiental. Y todo eso es con hechos.
SEMANA: ¿Por qué no se abrió la licitación del corredor verde por la carrera Séptima?
C.L.: Porque estamos escuchando. Esa es una obra tan importante como el metro. En la Séptima todo el mundo va mal. Los carros van compitiendo con los buses. Es una obra compleja, hemos hecho un gran proceso de consulta y participación ciudadana. Quiero que la gente tenga tranquilidad. Abriremos la licitación el año entrante, así está previsto. Hemos hecho tres procesos de consulta, 50.000 ciudadanos han participado y nos han dado sus opiniones. Hay controversia, pero tenemos que tratar de ponernos de acuerdo lo máximo posible.
SEMANA: La oposición dice que hay que pensar en una solución diferente a buses de TransMilenio por la Séptima. ¿Por qué no se pensó en un tranvía?
C.L.: Porque es una línea de ferrocarril y bloquearía las intersecciones. No se puede un tranvía. El metro va por la Caracas. Por la Séptima solo puede haber buses eléctricos. Lo dije desde la campaña. Pero también hay espacio para carros, motos, ciclistas y peatones. Tenemos que arreglarles la vida a todos.
SEMANA: El exsenador Jorge Enrique Robledo y el concejal Manuel Sarmiento, quienes la apoyaron en la campaña, la critican ahora por el corredor verde. ¿Qué les dice?
C.L.: Les mando un abrazo. A ellos y a los que nos mandan sugerencias, críticas y preocupaciones sobre la Séptima, los escucho con afecto y respeto. Pero también les digo: queridos, esto no es de política ni de campañas. Jorge Enrique tiene todo el derecho de ser antipetrista y ser el jefe del antipetrismo en Bogotá. Por eso me hace oposición. No le gusta que haya votado por Petro. Resulta que, como odian a Peñalosa, no puede haber ahora transporte público. Lo que nos dejó Enrique fue una mala decisión, se enamoró demasiado de su creación: TransMilenio nunca hará lo que hace el metro. Bogotá necesita un sistema de transporte público de varios modos. No vamos a dejar de tener buses eléctricos porque odian a Peñalosa. No le vamos a meter ideología, dogmatismo y peleadera política porque eso lo que ha hecho es trabar a Bogotá.
SEMANA: ¿Apoya la eliminación de las EPS?
C.L.: He hablado con la ministra de Salud y me ha dicho que eso no es así. Me ha dicho que se van a reformar las EPS. Yo he hablado de un sistema mixto que tiene que tener más incentivos para prevenir y no solo para curar. Nosotros en el sector público somos mejores para prevenir. Hacemos salud pública y vacunación, la gente lo ha visto en esta pandemia. Sí creo que hay que hacer ajustes. A las EPS hay que especializarlas en lo que mejor saben hacer, hay unas que lo hacen relativamente bien, pero que no abusen del usuario, que no le nieguen el servicio, que no lo dilaten.
SEMANA: Es decir, no es partidaria de eliminarlas.
C.L.: Le pongo el caso de Bogotá. Capital Salud, nuestra EPS, atiende al 10 % de la ciudad. Si en seis meses me dicen que esa infraestructura debe atender al 100 %, ¿cómo haría? Se necesita un sistema mixto, es mi opinión respetuosa. Creo que uno puede mejorar sin destruir y ese es el propósito del servicio público en general. La ministra Corcho nunca me ha dicho que pretenda acabar las EPS. Me ha dicho que quiere mejorar el sistema, meterlos en cintura, que haya un sistema público justo, oportuno y que prevenga. Esa filosofía me parece más que correcta. Como el diablo, todo está en los detalles, así que ya veremos cómo lo hace.
SEMANA: ¿Apoya la idea de que se suspenda de inmediato la exploración y explotación petrolera?
C.L.: No, eso sí me parece una tontería. Se lo digo con absoluta franqueza. Yo soy verde y ambientalista, pero pongamos todo en contexto: las energías fósiles de Colombia causan el 0,3 % del problema del cambio climático del mundo. Es decir, el cambio climático lo han causado la explotación petrolera y el uso intensivo de gasolina de carros de Estados Unidos, Europa, China, y no Colombia. Entonces, esa es una industria que tiene que modernizarse. Sin duda, tenemos que ir haciendo un cambio de energías fósiles a energías limpias. Entiendo al presidente en que debemos tener una meta clara, poniendo fechas. La transición climática está planteada y debe ser razonable para que no sacrifiquemos los ingresos para la educación, construir colegios, reducir la pobreza y generar empleo.
SEMANA: Alcaldesa, la ciudad está alarmada con los escándalos de corrupción en la Uaesp. Están los líos de la concesión de los cementerios y las denuncias de pólizas falsas para el contrato de las sedes. ¿Qué pasó?
C.L.: Nosotros los descubrimos. Para empezar, tengo el mayor respeto por Peñalosa y no entro en controversias con él. Sé que es un hombre decente y honorable. No tengo dudas de eso. Pero lo que había en la Uaesp que dejó Enrique era corrupción rampante. No quiero que Enrique sienta que lo estoy sindicando de nada en particular. Pero la Uaesp de Enrique estaba corrompida. Además, la valorización que cobró no cubre ni la mitad del valor de las obras que dijo que iba a hacer. Hay otro lío, no de corrupción, pero sí de abuso, y es que renegoció los contratos con los concesionarios de TransMilenio, dándoles las ventajas a ellos y los costos a nosotros. En la Uaesp, en la administración anterior, les dieron gabelas, autorizaron un tribunal de arbitramento bastante dudoso para que el señor que tiene la concesión del relleno de Doña Juana, que nos está robando de frente desde la Alcaldía pasada, siguiera. Llegué, paré eso, lo denuncié y lo tengo en la Fiscalía. Los ciudadanos hemos pagado con nuestra tarifa de aseo que se haga un buen relleno. Dos veces lo han dejado caer. Eso es corrupción, queridos. Por no invertir la plata tenemos fallas en el relleno. Pagamos una planta de lixiviados y no está construida. Ese sí es un robo de frente.
SEMANA: ¿Y qué pasó con la concesión de cementerios y la construcción de sedes?
C.L.: Encontramos otro lío con un proponente. ¿Cómo le parece que un pisco de esos mintió, metió una póliza falsa y engañó? Se quedó con información de la licitación. ¿Quién descubrió eso? Nosotros lo denunciamos y vamos a ir hasta las últimas consecuencias.
SEMANA: ¿Hay políticos detrás?
C.L.: No podría afirmar eso, pero lo que sí sé es que hay corrupción clara. Hay otro caso de corrupción que me encontré. Nosotros ya pagamos la construcción de la PTAR Salitre con la tarifa del acueducto. Nos la tenían que entregar este año para que la operáramos. Ahora me la van a entregar y me dicen: “Le voy a entregar una más chiquita y que hace menos cosas”. ¿Se embobaron o qué? Yo les dije: a mí me entregan lo que pagué. Ese escándalo lo denuncié yo. Voy a ir hasta las últimas consecuencias. A mí no me tiembla la mano.
SEMANA: En los tres años que lleva en la Alcaldía, ¿de qué se arrepiente?
C.L.: De varias cosas, por supuesto. Uno aquí comete errores aunque tenga la mejor voluntad. ¿Qué tal el día de la pandemia cuando, caminando cerca de la plaza de Bolívar, le dije a una señora: “Trabaje juiciosa, sumercé”?
SEMANA: ¿Se arrepiente?
C.L.: Pero claro. Aquí todos somos seres humanos. ¿O qué tal el día que dije algo sobre los migrantes venezolanos y se sintió que los estaba estigmatizando? Por el contrario, esta es la ciudad más generosa con ellos. Se arman controversias por la manera en que uno dice las cosas. Hay que tener paciencia, serenidad, pensar dos veces antes de decir qué palabra se usa. Ahí se generan errores que uno termina lamentando.
SEMANA: ¿A quién le quiere pedir perdón?
C.L.: A todos los ciudadanos, gratitud infinita. Y sí, claro, excusas, porque me tocó cerrar la ciudad un año. Fue dolorosísimo decirle a la gente: vamos a cuidarnos porque lo material lo vamos a recuperar. A cada familia que tuvo una tragedia, que perdió su empleo, porque el atracador queda libre, que va en un trancón porque hay una obra, pues mis excusas. Gratitud por la paciencia. Si no fuera por sus impuestos, no estaríamos haciendo esto. A noviembre, estas son las cifras de ejecución de inversión comparadas con los alcaldes recientes: Petro, 70,6 %; Peñalosa, 78,7 %; y Claudia López, 83 %. Bogotá ya recuperó todos los empleos que se habían perdido.
SEMANA: Alcaldesa, ¿extraña a Lucky?
C.L.: Ese ha sido posiblemente el golpe más duro de este año (se le escurren las lágrimas).
SEMANA: ¿Ha pensado en tener una nueva mascota?
C.L.: Uf, no, todavía no. En 2020 llegué a la Alcaldía y a los dos meses llegó la pandemia. En 2021, empezando el año, perdimos nuestro bebé con Angélica Lozano. Y en 2022, se me murió Lucky. Espero que el año entrante sea mejor. Los inicios de año siempre han sido un poquito difíciles.
SEMANA: ¿Angélica ha sido muy paciente?
C.L.: Yo estoy es bien casada. Mi esposa es lo más divino de este mundo, lo más amoroso, me adora, me cuida, me regaña cuando cree que me equivoco, me regaña siempre con amor, con dulzura, yo soy una mujer muy afortunada.
SEMANA: ¿Cómo está su salud?
C.L.: Bien. Afortunadamente pasé dos veces por el covid sin mayor lío. El riesgo de que reapareciera el cáncer no pasó. Ahora todos los médicos me dicen: “Descanse, alcaldesa”. ¿Pero cuándo? No alcanzo. Aunque estoy un poquito agotada, obvio…
SEMANA: ¿Está cansada?
C.L.: Sí. Los médicos me dicen: “Se va a enfermar de verdad, tiene que parar y descansar un poquito, bajarle al ritmo”.
SEMANA: Pero usted no para.
C.L.: Será en la otra vida. Este es un honor enorme, son solo cuatro años y me queda solo uno. Entonces, toca echar pa’lante. A toda Bogotá, ¡feliz Navidad y feliz año! Los mejores deseos para el año entrante.