POLÍTICA
“Colombia debería sustituir las 200 mil hectáreas de coca por 200 mil hectáreas de cannabis medicinal”
El exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín Luis Pérez presentó esta propuesta en el debate de la regulación de la cannabis entre adultos. En diálogo con SEMANA, explicó otras propuestas con las que se podría impulsar la economía y generar empleo con la marihuana medicinal.
SEMANA: La Cámara aprobó en primer debate la regulación de la cannabis para uso adulto. Este tema siempre ha generado mucha polémica, propuestas diferentes, pero llama la atención que usted hizo una exposición en la que se habla de la sustitución de coca por cannabis. ¿Cómo es esto?
Luis Pérez: Lo primero que propuse en el Congreso es que Colombia sustituya las 200 mil hectáreas de coca que tiene por 200 mil hectáreas de cannabis medicinal. Eso generaría unos tres millones de empleos en el campo. Permitiríamos exportar el cannabis, el aceite, las flores secas... a los 60 países en el mundo que lo han legalizado. Además, creo que se podría llegar a una negociación con Estados Unidos para que, en vista de que vamos a sacar cannabis medicinal en zonas de coca, ellos sean más generosos para comprar esta producción.
Hoy, Estados Unidos tiene cerradas las fronteras para comprar productos de cannabis medicinal. Es bueno que las vayan abriendo, si nos comprometemos a erradicar la coca. Esto tiene, además, un impacto en el campo colombiano muy grande pues, entre otras cosas, las mujeres campesinas no han tenido la posibilidad de ser económicamente independientes. Aquí hay una gran cantidad de oportunidades para el país.
En segunda instancia, con respecto a este proyecto de ley, he manifestado que hoy para ser un buen gobernante hay que ir al futuro y regresar al presente para construir un proyecto de sociedad, de país. Si uno va al futuro se va a dar cuenta de que en unos cinco años ya más de 50 países tendrán legalizada la marihuana recreativa.
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Este es un mercado de 200 mil millones de dólares. El mercado de cannabis medicinal es de unos 30 mil millones de dólares, le podría dar al país unos 6 mil o 7 mil millones al año. Esto nos permitirá ser una potencia mundial. Si en el futuro se va a legalizar la marihuana recreativa, creo que hay que empezar a preparar al país para que sea una potencia mundial. Esa es la expresión que hay que utilizar. Pero aquí se tiene que meter el Gobierno, que lo tiene que regular. En Colombia no entiendo por qué hay tanta pelea cuando es legal cultivar y consumir. Lo único que faltaría es reglamentar las comercialización, porque lo demás ya está permitido.
SEMANA: Porque justamente donde está el problema es en la comercialización…
L. P.: Ahí es donde están los bandidos, las bandas. Por ejemplo, los departamentos de Colombia no existirían si no es por las fábricas de licores y tabaco. Ahora, si en un futuro se prepara el país para legalizar el cannabis recreativo, les llegarían más ingresos a los departamentos y las regiones por los impuestos al cannabis, así como se regularía de una forma distinta. Hoy, la gente fuma en las calles porque a un joven le da más miedo de la mamá que de un policía. No fuman en la casa, sino que van a un parque.
Entonces, cuando esto cambie, hasta es posible que la gente deje de fumar, porque ya el cannabis recreativo va a venir en brownies, galletas, helado, pizza, etc… Tendría un impuesto especial para que los departamentos y municipios lograran montar el desarrollo rápido y acabar la pobreza en el país. Este es un problema de las nuevas economías. Colombia no va a salir adelante con los mismos grupos económicos que tiene hoy. A estos hay que apoyarlos y agradecerles, pero son insuficientes para acabar la pobreza y el desempleo que tiene el país.
SEMANA: ¿Qué le dijeron de las estrategias?, porque su propuesta está orientada a la regulación del cannabis de uso adulto, pero también hace una gran apuesta al cannabis de uso medicinal.
L. P.: Da mucha alegría escuchar que los congresistas acogieron la propuesta con entusiasmo, en el sentido de que el cannabis medicinal es el primer paso para abrir una economía en el país. Algún senador me dijo que eso iba a dar más dinero que el petróleo, o sea que ahí hay una economía importante que tenemos que empezar a estudiar con seriedad, sin pasiones, sin problemas morales, sino como algo que está cambiando el mundo.
Con respecto a la segunda propuesta, sobre que en el futuro habrá más de 60 países con la marihuana recreativa legalizada, escuché que un congresista manifestó que, según lo que se está viviendo en el mundo, el tema no es si se va o no a legalizar la marihuana recreativa, sino cuándo es el momento de hacerlo. Esto, para que Colombia saque ventaja y se meta en una nueva economía. La del cannabis medicinal puede superar tres o cuatro veces los ingresos que obtenemos por café y la otra (la recreativa), 20 veces lo que hemos recibido por café. De pronto Colombia puede ser uno de los países que salga del sótano y le dé ejemplo al mundo por ser progresista y altamente desarrollado.
SEMANA: ¿Cuántos empleos y recursos se podrían generar en el país?
L. P.: Si nosotros cambiáramos las 200 mil hectáreas de coca por 200 mil de cannabis medicinal —o para producir cáñamo, que es muy apreciado en el mundo—, incluso teniendo en cuenta que hay elementos de bioseguridad que están siendo producidos del cannabis, puede estar dando entre 15 y 20 empleos por cada hectárea. Estamos hablando de cerca de tres millones de empleos si empezamos con una tarea que el Gobierno tiene que liderar y en la cual ser socio, también, de los empresarios privados. Podríamos lograr una gran compañía de los indígenas de Colombia, con los que el gobierno solo pelea.
Entonces, ahí hay unos espacios para cambiar a Colombia, no solamente en lo económico, también en legalizar este país, al que mantenemos ilegal: con los campesinos, con los mototaxistas, con los mineros ancestrales. Algunos dicen que Colombia podría tener el 40 % del mercado, pero seamos pesimistas y tengamos el 20 %, eso son 6 mil millones, 7 mil millones de dólares, comparados con cerca de 2 mil millones de dólares que le ingresan del exterior por el café. Esto indica que hay unas nuevas economías que necesita el país.
SEMANA: ¿Por qué cree que hay un tabú cuando se habla de la regulación de la marihuana?
L. P.: Yo no soy ‘borrachín’ ni fumador de marihuana. Soy un agente que puede actuar con imparcialidad. ¿Uno para que mete a un marihuanero a la cárcel, cuando es un tipo tranquilo, que no es delincuente? Lo metes a la cárcel y, antes, lo dañas. Queda marihuanero y queda dañado.
Hay que tomar una posición distinta sobre la penalización de este tipo de hierbas, que tienen tanto impacto en el país. Yo creo que lo que hay es moralismo. La mayoría de las mamás cree que los hijos no fuman porque no lo hacen en la casa, pero si saliera a la calle vería que los jóvenes fuman esté prohibida o esté legalizada.
Hay un tema mucho más delicado: llevamos 40 años fracasando en la erradicación de los cultivos de coca. En cada gobierno hay más hectáreas de coca sembradas y productivas. Se estima que son 16 mil millones de dólares que el Gobierno ha gastado persiguiendo la coca. Sin contar las vidas humanas, las viudas, los huérfanos, el campo. Con ese dinero podríamos mandar a este país casi a que al progreso infinito, lo llevaríamos a escalas superiores de progreso.
Aquí hay temas que nos van a obligar a pensar diferente. Para pensar lo mismo hay mucha gente, para pensar diferente, poca. Estamos tratando de construir un país diferente para ver si lo sacamos en unos cinco, diez años, de la presa. Que tengamos un país, como muchos pobres, que en pocos años han logrado ser un ejemplo para el mundo.
SEMANA: Sus estrategias han sido bien recibidas en el Congreso, pero ¿ha hablado de este tema con el Gobierno?
L. P.: Hace unos días toqué el tema con el presidente, Iván Duque. Le dije que yo no estaba de acuerdo con la fumigación porque como gobernador tuve la experiencia que el país debería conocer. Tenemos que pensar diferente, acelerar la legalidad del país, la paz de Colombia. La primera etapa es que las 200 mil hectáreas de coca sean cambiadas por 200 mil de cannabis. Después, empezar a preparar al país a lo que el mundo le va a obligar a hacer: legalizar la marihuana recreativa.