Colombia es el principal proveedor de cocaína a EE.UU., advierte la DEA | Foto: Tomada de Twitter

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Colombia sigue siendo el principal proveedor de cocaína hacia EE. UU. pese a la pandemia, revela la DEA

La agencia indica que “las restricciones por covid en Sur y Norteamérica no han diezmado el flujo de la coca”.

3 de marzo de 2021

En su informe anual sobre tráfico y consumo de drogas en Estados Unidos, la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) advirtió que durante 2020 el mercado de la cocaína en ese país permanece intacto pese a la pandemia.

La DEA indica que el cierre de fronteras en Colombia durante seis meses parece no haber afectado el tráfico de estupefacientes y ubicó al país como el mayor productor de cocaína para territorio norteamericano, descubriendo que los narcotraficantes se han “adaptado” a las condiciones actuales de restricciones de viajes internacionales para seguir distribuyendo el alcaloide.

El reporte señala que la disponibilidad de esa droga en Estados Unidos ha permanecido estable, lo que ha llevado a incrementar la cifra de muertes producto de su consumo.

Además, en el documento esa agencia estadounidense califica a los carteles colombianos como la “segunda amenaza” para la Unión Americana.

“La pandemia de covid ha impactado ciertos nódulos de la cadena de tráfico, pero no ha reducido de manera significativa la oferta hacia EE. UU. En Colombia, la fuente principal de la cocaína que llega al país, los traficantes no se han visto afectados en su habilidad de producir y traficar cocaína (hasta octubre del año pasado). Las restricciones por covid en Sur y Norte América no han diezmado el flujo de la coca. Aunque las restricciones condujeron a una reducción de las oportunidades para traficar vía aérea y terrestre, estas no han impactado las vías marítimas”, señala la DEA.

Además, el informe indica que los grupos criminales que conforman las disidencias de las Farc y el Clan del Golfo son de las mayores estructuras ilegales centralizadas y operan suministrando coca a carteles mexicanos, que al final son los encargados de hacer llegar la droga a territorio estadounidense y comercializarla allí.

La DEA indica que “las restricciones por covid en Sur y Norte América no han diezmado el flujo de la coca”. | Foto: Getty Images

Esta misma semana se conoció un informe de 235 páginas del Departamento de Estado de Estados Unidos que respalda la lucha antidrogas de Colombia y se cuestiona el comportamiento de un exfiscal de la JEP por corrupción en el caso Santrich.

Se trata del Informe sobre la Estrategia Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, de marzo de 2021, que le da un espaldarazo a una de las principales estrategias del presidente Iván Duque para frenar los cultivos de coca en el país: la aspersión aérea con glifosato, suspendida en el gobierno de Juan Manuel Santos.

SEMANA conoció el informe, que además le da luz verde al Senado estadounidense para el desembolso de 25 millones de dólares a Colombia, el 20 % de los recursos que dicho país otorga anualmente en la lucha contra las drogas.

El documento recuerda que, en 2018, los gobiernos de ambas naciones acordaron expandir la cooperación antinarcóticos durante los próximos cinco años, buscando reducir las plantaciones de coca en un 50 %. “Bajo el presidente Duque, Colombia ha aumentado el ritmo de las operaciones antinarcóticos. La cooperación bilateral en investigaciones de extradiciones, drogas y lavado de dinero ha dado como resultado cientos de acusaciones desde Estados Unidos y la extradición de narcotraficantes de alto nivel”.

El informe de la DEA indica que los grupos criminales que conforman las disidencias de las Farc y el Clan del Golfo son de las mayores estructuras ilegales centralizadas. | Foto: efe

Por esto, Estados Unidos ve a Colombia como un líder regional en la coordinación de la operación contra las drogas. “Desde 2018, estas operaciones han incautado un total combinado de casi 200 toneladas de coca, lo que demuestra la habilidad del país como líder internacional que moviliza a la región contra el crimen transnacional”, dice el documento.

El Departamento de Estado también le da palo a la Justicia Especial para la Paz (JEP), en un capítulo que tituló corrupción.

Al menos, recuerda la historia de Carlos Bermeo, el cuestionado exfiscal de ese tribunal que recibió 2 millones de dólares por parte de un agente infiltrado de la DEA a cambio de incidir en el trámite que el tribunal especial adelantaba sobre la extradición de Seuxis Pausias Hernández, conocido como ‘Jesús Santrich’, uno de los guerrilleros más buscados hoy por las autoridades y quien, según la inteligencia colombiana, se esconde en territorio venezolano protegido por Nicolás Maduro.