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Colombia, a la expectativa: ¿quiénes ganarán las consultas? Petro, Fico y Fajardo son favoritos
Las elecciones de este domingo en Colombia definirán qué candidatos se disputarán la primera vuelta de las presidenciales y si el Congreso girará o no hacia la izquierda. ¿Cuál fuerza política será la dominante?
Después de meses de encuestas, alianzas, debates y hasta escándalos, este domingo los colombianos obtendrán una fotografía política precisa de cara a las elecciones presidenciales. ¿Qué tan fuerte están Gustavo Petro y el Pacto Histórico? ¿Tiene tanta batería para ganar en primera vuelta? ¿Quién se quedará con la candidatura de la centroizquierda? ¿Quién recogerá las banderas de la centroderecha y la derecha? Pero no solo eso. También se sabrá hasta dónde se renovará el Congreso o si triunfarán las maquinarias de siempre y sus vicios.
El nuevo mapa político que reflejen estos comicios será el punto de partida para la carrera definitiva por la Casa de Nariño. Se trata de un primer round, en el que se sabrá cuál es la fuerza electoral con más votos en el país y, finalmente, quiénes aparecerán en el tarjetón el próximo 29 de mayo cuando los colombianos votarán la primera vuelta presidencial. El tema no es menor, teniendo en cuenta que en los últimos meses se alcanzó a hablar de hasta unos 40 precandidatos.
Si las encuestas no fallan, los triunfadores en cada una de las consultas serían Gustavo Petro, Sergio Fajardo y Federico Gutiérrez. La única victoria asegurada es la del líder de la Colombia Humana, que arrasaría en votos frente a sus demás compañeros. En la Coalición Centro Esperanza, Fajardo encabeza, pero cualquier cosa podría ocurrir con quien se convirtió en su mayor rival: Alejandro Gaviria.
El exrector de la Universidad de los Andes concretó múltiples alianzas con políticos tradicionales, la mayoría del Partido Liberal y algunos de Cambio Radical, que podrían activar las maquinarias y dar una sorpresa. La tensión entre Fajardo y Gaviria escaló a tal nivel que, según algunos, ya ni se hablan y permanentemente se lanzan pullas e indirectas en las redes sociales y las entrevistas. Los dos profesores se convirtieron en antagónicos, y en la mitad de la disputa siempre ha estado el fantasma del expresidente César Gaviria. Mientras el exministro de Salud señaló a Fajardo de ser “tibio y fundamentalista moral”, el exgobernador de Antioquia dijo que lo que ve alrededor de Alejandro Gaviria es “perturbador”.
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El enfrentamiento ha sido tan grave que se sabe que, si Alejandro Gaviria gana, la coalición no lo apoyaría en su totalidad de ahora en adelante, como era el compromiso. El único que lo manifestó en público fue Jorge Enrique Robledo, pero otros precandidatos piensan lo mismo. En dicha alianza, Juan Manuel Galán, quien siempre ha estado bien posicionado en las encuestas y se ha apalancado en el legado de su padre, Luis Carlos Galán, también podría dar un golpe de mano y ganar la consulta.
La Centro Esperanza llega a las urnas completamente destrozada por dentro. La renuncia de Íngrid Betancourt marcó un camino en el que no pararon las peleas, las acusaciones mutuas por clientelismo, al tiempo que paradójicamente se mostraban como la coalición alejada de la politiquería.
Altas fuentes en la centroizquierda consideran que para Fajardo “ganar es perder”. Aunque triunfe en la consulta, tiene poco espacio para lograr alianzas y atraer a otros sectores a fin de poder pasar a la segunda vuelta. Gran parte de la Alianza Verde se iría con Petro y, dada la enemistad de Fajardo con el expresidente César Gaviria y Germán Vargas Lleras, no tendría el apoyo de esas colectividades que representan unos votos significativos. Por el contrario, Alejandro Gaviria, quien realmente no ha logrado despegar en las encuestas, contaría con una maquinaria formidable y, como se espera que la consulta de la Centro Esperanza alcance entre 3 y 3,5 millones de votos, el exrector de la Universidad de los Andes tendría una posibilidad de ganar.
De ser así, Gaviria podría recoger un segmento importante del voto joven que hasta el momento tiene mayoritariamente Petro, y también establecer alianzas y acuerdos con otros sectores para ampliar su base, lo cual aumentaría su posibilidad de marcar bien en la primera vuelta. Fajardo tiene un techo. Lleva más de 12 años en campaña con el mismo discurso, que ha sido de cierta forma poco coherente, pues sí ha aceptado el apoyo de ciertos políticos tradicionales. Algunos dicen que Fajardo llegó a su punto máximo de entusiasmo y voto de opinión en la campaña de 2018. Y, aunque perdió por apenas 200.000 votos con Petro en esa primera vuelta, es difícil que logre replicar ese éxito, pues no entusiasma igual. Aunque la política es cambiante.
En el caso del Equipo por Colombia, el panorama ha sido distinto. Entre ellos ha reinado la camaradería. Incluso, soportaron el escándalo por las denuncias de Aída Merlano contra Álex Char. Y no solo eso, sino la decisión del exalcalde de Barranquilla de no acompañarlos en los debates, en los que siempre tuvieron que responder por su ausencia.
Las encuestas muestran a Federico Gutiérrez como el gran favorito. En los últimos días, de hecho, el exalcalde de Medellín se disparó en las redes sociales y empató a Petro en interacciones. Igualmente, también se convirtió en el precandidato de su coalición más buscado en Google. En todo caso, habrá qué ver qué ocurre con la maquinaria de Álex Char en la costa Caribe, y con David Barguil y el voto disciplinado del Partido Conservador en todo el país. El exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa ha sido sólido en los debates y ha hecho una buena campaña. Falta ver cómo le va en las urnas. Por su parte, Aydeé Lizarazo, en representación de un sector del voto cristiano, sin lugar a dudas será definitiva para una primera y segunda vuelta. Ella se ha caracterizado por un discurso prudente, en defensa de los valores y la familia.
Esta coalición tiene algo particular: dependerá también de qué tanto vote la militancia uribista en ella, teniendo en cuenta que los dirigentes del partido no se pusieron de acuerdo sobre si debían o no votar en las consultas de este domingo. Óscar Iván Zuluaga pidió no hacerlo, mientras que el presidente Iván Duque dijo que lo haría.
El expresidente Álvaro Uribe aseguró que, mientras Zuluaga es el candidato del Centro Democrático y las bases lo apoyan, algunos militantes votarán en las consultas y otros no. En todo caso, para el uribismo es fundamental votar y así tener otra opción en el juego hacia la primera vuelta presidencial, pues su candidato no parece despegar en las encuestas por el momento. Sin importar lo que digan sus líderes, las bases del uribismo se identifican mayoritariamente con el Equipo por Colombia. No votar por esta coalición en las consultas sería políticamente torpe, pues la alianza con mayor fuerza puede tener el tiquete asegurado a la segunda vuelta para enfrentar a Petro, el único que ya tiene ese pase definido hace tiempo.
Luego de los resultados del domingo, otro actor podría entrar en juego. Se trata de Germán Vargas Lleras, quien lanzó en la última semana una agresiva campaña publicitaria pidiendo votos para Cambio Radical este 13 de marzo. Sin embargo, todo indica que, aunque Germán Córdoba se inscribió como candidato presidencial por ese partido, Vargas Lleras podría lanzarse dependiendo de qué pase en estas elecciones, y el plazo vence el próximo 18 de marzo.
Nada está escrito y lo cierto es que existe una alta posibilidad de que lo haga. Si él llega al escenario político de la primera vuelta, podría atomizar más a la centroderecha y la derecha o, por su carrera política, puede congregar y convertirse en el verdadero anti-Petro. Al fin y al cabo, su experiencia lo catapulta como uno de los políticos más preparados para ser presidente de Colombia.
La tarea que se impondrán los candidatos que finalmente queden en la carrera para disputar las elecciones el 29 de mayo será evitar que Petro gane en esa primera vuelta. Todo dependerá de las alianzas, de deponer los egos y de entender que será muy difícil evitar un triunfo del líder de la Colombia Humana si cada quien está pensando en lo suyo. Mientras tanto, Petro intensificará su campaña y seguirá buscando sellar una unión con el expresidente César Gaviria y el Partido Liberal si no gana Alejandro Gaviria.
Sus recorridos por las regiones de Colombia y sus discursos en las plazas públicas lo seguirán acompañando. Si la elección se va a segunda vuelta, Petro sabe que será más difícil, aunque hoy, en las encuestas, les gana a sus contendores en todos los escenarios. Pero una cosa es la fotografía de hoy y otra la de junio, en medio de una segunda vuelta. Allí vendrían las alianzas y podría armarse un ‘ToconPe’ (todos contra Petro) para frenar el triunfo de la izquierda en Colombia.
En un momento en el que un gran porcentaje de colombianos está hastiado de la politiquería, la corrupción, los clanes y los incumplimientos de las promesas en campaña, Petro ha logrado posicionarse entre millones de electores como la opción más fuerte de cambio. El líder del Pacto Histórico propone un giro en el modelo económico y social del país.
Varias de sus propuestas, como elevar algunos subsidios a 500.000 pesos, cambiar la configuración del Banco de la República, acabar con las EPS, reformar los fondos privados de pensiones, no firmar más contratos de exploración petrolera desde el primer día de su gobierno, emitir billetes, destinar recursos del presupuesto de defensa para la comida de la gente, entre otras, causan mucha polémica. Mientras que algunos sectores lo consideran “peligroso”, otros lo ven como la solución.
Bajo ese contexto, surgió la alternativa de Rodolfo Hernández, quien en varias encuestas, en los últimos meses, se ganó el segundo lugar de la intención de voto. Su bandera es la lucha anticorrupción. Y, aunque algunos también lo ven como un enigma si llega a ser presidente, su condición de empresario hace pensar que protegería las instituciones y la economía. El hecho de no haber participado en las consultas y no haberse aliado con nadie, por un lado, le ha disparado su popularidad. Pero, por otro lado, lo dejó un poco rezagado en los últimos días de campaña de cara a este domingo. Su equipo de trabajo debe saber que para la primera vuelta tendrá que hacer mucho más que videos en TikTok. Deberá recorrer el país, presentar propuestas concretas, asistir a los debates y no descartar que, en algún momento, deba hacer alianzas.
Mientras tanto, los demás candidatos han tenido una dificultad mayor para que los ciudadanos entiendan sus propuestas. En el caso de la Centro Esperanza, en parte, porque sus integrantes se dedicaron a pelear entre ellos y eso copó la agenda noticiosa.
En el Equipo por Colombia, lo que los ciudadanos tienen claro es que sus precandidatos representan valores como la seguridad, las obras, la confianza inversionista y han prometido un revolcón social para salir de la crisis económica en la que cayó Colombia por la pandemia. En esta alianza no hay ningún sectario o radical y, por el contrario, en el abanico de aspirantes hay quienes apoyan el aborto hasta las 24 semanas, como lo aprobó la Corte. Y ya no hablan de acabar con la JEP ni con el proceso de paz con las Farc. Solamente, aseguran que harán que los excombatientes cumplan lo acordado, y tienen una marca que los caracteriza: su rechazo absoluto y su compromiso para luchar contra el narcotráfico.
Del único que poco se sabe es de Álex Char, quien decidió hacer campaña solo en su fortín, la costa Caribe, después de recoger 2,5 millones de firmas en cuestión de semanas. Tampoco asistió a los debates y dio una que otra entrevista exigiendo en la mayoría de los casos que se tenían que hacer en Barranquilla. Char tiene una maquinaria potente en el Caribe, que sin duda estará a todo vapor este 13 de marzo. ¿Le alcanzará para ganar? Lo que sí es una incógnita es qué pasará con él en el resto del país. Solo este domingo quedará claro qué tanto daño le hizo el escándalo por corrupción que desató la excongresista Aída Merlano, desde Venezuela. Para algunos, resulta difícil votar por un candidato que hace campaña prácticamente escondido. Si Char no gana la consulta, para quien resulte vencedor se vuelve fundamental su apoyo porque es el único político capaz de hacerle contrapeso a Petro en la costa.
Otra candidatura que tendrá que replantearse luego del 13 de marzo será la de Óscar Iván Zuluaga, del Centro Democrático. Hasta ahora, su desempeño en las encuestas no ha sido el mejor y quizá deba reinventarse. Las divisiones en su partido no han dejado que su campaña tome mayor fuerza y la verdad es que el potencial del voto uribista es muy grande. Tampoco ha podido sintonizarse con una imagen refrescante y renovadora de la política. ¿Hará alianzas para la primera vuelta? ¿Seguirá adelante con su candidatura? Son preguntas que deben estar resueltas antes del 29 de mayo.
Íngrid Betancourt, por su parte, acaba de dar un golpe de opinión. Escogió como su fórmula vicepresidencial al coronel (r) José Luis Esparza, cerebro de la Operación Jaque, justo el hombre que se craneó el operativo que le permitió regresar a la libertad y ponerle fin a su secuestro a manos de las Farc. Lo que pase con ella frente a la primera vuelta presidencial dependerá de qué camino tome en los próximos dos meses y medio.
Hasta ahora, las encuestas del Centro Nacional de Consultoría para SEMANA han revelado que Petro es el candidato predilecto de los jóvenes de 18 a 25 años. Su intención de voto está repartida en todos los estratos y sus fortines electorales son Bogotá, el Caribe y el Pacífico. Rodolfo Hernández les gana a todos sus competidores en el suroriente del país. El exalcalde de Bucaramanga también tiene una buena acogida en Bogotá y en el centro de Colombia. Federico Gutiérrez es muy fuerte en Antioquia, el Eje Cafetero y Bogotá. Sergio Fajardo tiene la tercera fuerza en Antioquia y marca en el Pacífico y el suroriente. El pésimo desempeño de la alcaldesa Claudia López le ha hecho mucho daño a las aspiraciones de Fajardo en Bogotá. Fuentes aseguran que a López no le importa y, por eso, se está acercando nuevamente a Petro. Es una líder política poco fiable y su apoyo a estas alturas es un pasivo más que un activo.
Entre los demás, vale destacar que Char es el único precandidato que le hace competencia a Petro en la costa Caribe. En otras regiones, como el centro del país o el Pacífico, prácticamente no existe.
Esta ha sido una campaña particular. Por un lado, se busca renovar el Congreso y solo el domingo se sabrá qué tanto se logró ese objetivo y si en realidad fueron derrotados los corruptos, los politiqueros, los negocios e intereses personales y las coimas. O si, por el contrario, el país seguirá padeciendo un Legislativo que, con algunas excepciones, ha sido indolente, perezoso, alejado de la realidad de millones de colombianos y, sobre todo, vergonzosamente corrupto.
Una de las preguntas es si el Congreso dará un giro a la izquierda, y si el Pacto Histórico y las fuerzas alternativas se convertirán en mayoría, desplazando a los partidos tradicionales. El otro escenario es que la izquierda saque una votación interesante, pero siga siendo minoría. Es probable que la izquierda tenga un buen desempeño en el Senado y no logre sus objetivos en la Cámara, ya que en ese recinto los votos son regionales y están más amarrados.
De cualquier forma, lo que sí es urgente es que haya una renovación de tal manera que el país recupere la credibilidad en el Legislativo, hoy por el suelo.
Entre las particularidades de esta contienda, también se ha visto a los expresidentes más activos que nunca. Álvaro Uribe recorrió el país volanteando. Andrés Pastrana se echó al hombro especialmente la costa Caribe para ayudarle a su candidato, David Barguil. César Gaviria se convirtió en uno de los políticos más buscados, pues todos le han coqueteado para ganarse el apoyo del Partido Liberal; y con el que más lejos ha llegado es Petro, pero aún no hay nada concreto. Ernesto Samper ha sido más prudente, principalmente porque le ha ayudado con toda a hacerle campaña a su hijo Miguel al Congreso. Juan Manuel Santos no se ha visto en la plaza pública, pero su estrategia es clara: ha puesto huevitos en varias canastas. Es evidente su simpatía con algunos precandidatos de la Centro Esperanza y algunas de sus fichas clave acompañan a Petro. Como es su costumbre, Santos actúa por detrás.
Este domingo, 38.819.901 colombianos están habilitados para votar en las elecciones, aunque se espera que apenas la mitad de ellos asista a las urnas. Los ciudadanos se encontrarán con 934 candidatos al Senado y 1.498 aspirantes a la Cámara, además de los tres tarjetones disponibles para las consultas. En total, fueron habilitadas 112.009 mesas de votación.
Estas elecciones serán históricas en el país. Aquí se empieza a jugar el todo por el todo. En las más recientes elecciones en América Latina ganó la izquierda. En Chile acaba de posesionarse Gabriel Boric, quien surgió de los movimientos estudiantiles y pasó de batallar en las calles, en medio de los disturbios, al Palacio de la Moneda. En Perú, Pedro Castillo logró la victoria, pero su gobierno ha sido un desastre y tambalea. En un escenario en el que Nicolás Maduro logró consolidar su régimen, Bolivia volvió a las manos de Evo Morales en cuerpo ajeno, Argentina sigue bajo el control del kirchnerismo, Ecuador se resistió y logró derrotar al candidato de Rafael Correa. Falta Colombia.
Este 13 de marzo se jugará el primer tiempo. ¿Qué decidirán los colombianos?