NACIÓN
Colombianas muertas o desaparecidas en México: la lucha del cónsul Oswaldo Parada para evitar la impunidad
El cónsul colombiano en Ciudad de México trabaja intensamente para que las autoridades mexicanas investiguen los asesinatos y las desapariciones de mujeres que llegan a ese país en busca del sueño mexicano.
SEMANA: México es un destino magnífico y de oportunidades para los colombianos, pero paralelamente se ha ido construyendo una historia en la cual algunas mujeres lo único que encuentran es la muerte, la desaparición, la tragedia. Viajan en busca del llamado sueño mexicano y todo es una falsedad.
OSWALDO PARADA: Es importante que podamos hablar de estos casos y crear un llamado a la sociedad civil, a la conciencia. Ese sueño mexicano es muy difícil, no existe, no es tan fácil, hay formas de lograrlo pero no son las formas de la ilegalidad o el engaño.
SEMANA: ¿Qué es lo que los tiene a ustedes en alerta? ¿Qué está pasando con las mujeres?
O.P.: Básicamente lo que está pasando con las mujeres es que están siendo objeto de conquista en Colombia, llamémoslo de esa manera, por bandas trasnacionales, esencialmente en Bogotá, en el parque de la 93, en el Eje Cafetero, en Medellín, en el parque Lleras, y tenemos unas zonas del país que son predilectas para que estas bandas lleguen a conquistar a nuestras mujeres. ¿Cómo las conquistan? Con contratos falsos de modelaje, con contratos falsos de publicidad. Vienen inicialmente con un contrato ficticio, les hacen firmar que van a estar aquí asistiendo a grandes eventos comerciales y de modelaje. Incluso, muchas veces les adelantan dinero en Colombia como para que el contrato tenga algo de seriedad. Cuando abordan el avión, llegan a Ciudad de México, toman vuelos privados, aterrizan en ranchos, en pistas privadas y ahí quedan a disposición de un jefe de un cartel.
SEMANA: Allí todo se complica…
O.P.: Por supuesto, este jefe de cartel utiliza a estas mujeres, las esclaviza sexualmente y después de un mes se cansa y vienen otras mujeres. Entonces, se las entregan a sus escoltas, y se imaginará la forma en que son tratadas estas pobres mujeres. Terminan desaparecidas, enterradas en el desierto y son personas que hoy por hoy estamos localizando.
SEMANA: ¿Cuántas personas están desaparecidas?
O.P.: Más de 107 personas, entre hombres y mujeres. Pero fácilmente el 60% de esta cifra pertenece a mujeres vinculadas con temas de trata. Otra modalidad utilizada es la de mujeres que se dedican a ser escorts, saben a qué vienen, pero las bandas las reclutan con una deuda, diciéndoles: “Nosotros les vamos a pagar el tiquete aéreo desde Colombia a México. Van a tener la residencia, van a tener los papeles legales para que trabajen, van a tener un lugar digno y muy adecuado con su comida”, y les pintan un sueño mexicano que no existe. Cuando llegan acá les quitan los papeles, las amenazan, están en lugares y en casas de lenocinio donde están cuidadas por escoltas, armas de alto calibre, son humilladas, esclavizadas, no les pagan jamás lo que les prometen, son maltratadas, les quitan sus documentos y muchas de ellas que se logran escapar terminan en el consulado.
Nosotros hacemos la asistencia consular y el acompañamiento para un retorno a Colombia, suministrando esos centros de refugio, de amparo y, finalmente, ayuda en trabajo psicológico y social. En otros casos, las muchachas se dejan conquistar por WhatsApp y Facebook. Les montan la estrategia de que les van a prometer matrimonio, una relación seria y terminan esclavizadas, violentadas psicológica, sexual y económicamente. Muchas de estas personas terminan desaparecidas y muertas.
SEMANA: De estas mujeres ¿cuántas están desaparecidas? ¿Cuántas han sido asesinadas?
O.P.: De las 107, el 60% son mujeres.. Las estamos buscando en fosas comunes y en todos los 32 estados mexicanos.
SEMANA: ¿Y de las 400 personas asesinadas cuantas pueden ser mujeres relacionadas con trata de personas?
O.P: Hay 126 asesinatos vinculados a temas de trata. También hay otros delitos diversos donde se ven involucrados colombianos y tienen que ver con el gota a gota. Ustedes saben que ese gota a gota es un préstamo de usura que desafortunadamente en México se convirtió en una pandemia también, violan fronteras invisibles, engañan a nuestras juventudes, reclutan hombres y mujeres en Colombia para participar en estas redes. A hombres y mujeres entre los 18 y 35 años, de zonas marginales del país, los engañan diciéndoles que les van a dar residencia permanente en México, y sobretodo los engañan diciéndoles que el delito de usura y ese prestamos no es ilegal en México, que aquí no esta tipificado y terminan en delitos que tienen que ver con el narcotráfico y los asesinan.
SEMANA.: ¿Quienes son los responsables? ¿Quiénes están detrás de todo esto que le está ocurriendo a este grupo de mujeres?
O.P.: Las investigaciones en su gran mayoría se convierten en estadísticas. Nosotros como autoridades colombianas somos insistentes para que se dé celeridad, a eso vino el fiscal general Francisco Barbosa, a ofrecer cooperación internacional para que las dos fiscalías compartan informaciones más oportunas. Para que haya pruebas de ADN, para que haya testimonios, para que se desarticulen bandas internacionales. Pero las investigaciones la verdad son muy lentas. ¿QuiÉnes son los responsables? Sin duda algunas bandas dedicadas a la trata, al narcotráfico que reclutan y conquistan mujeres al servicio de los jefes del narcotráfico o de establecimientos públicos, como bares y discotecas. Hemos identificado grandes carteles israelitas participando, principalmente en las zonas de Nayarit, Puerto Vallarta, Acapulco, Baja California, Los Cabos, Cancún, Playa del Carmen, el estado de México y Ciudad de México.
SEMANA: ¿Tiene datos específicos de bandas de narcotraficantes que ya estén identificadas y ligadas con estas desapariciones o asesinatos?
O.P.: Sí, tenemos algunos casos, pero insisto en que son competencia de la Fiscalía mexicana. Nosotros nos debemos acoger a las leyes internas del país donde estamos y específicamente tenemos tres casos vinculados al Señor de los Cielos. Testimonios dan cuenta que estas mujeres fueron reclutadas en Colombia, concretamente en Medellín, y las vieron con el hijo de ese narco fallecido. Y siguen reclutando mujeres en Colombia, desafortunadamente, aquí se maneja lo que es un book para que los grandes carteles y los jefes del narcotráfico las escojan y las traen desde Colombia.
SEMANA: Es que lo que hay detrás es la fuerza poderosa y delincuencial del narcotráfico...
O.P.: Los flujos migratorios demuestran cómo la modalidad de turismo mexicano ha cambiado en Colombia. Hoy por hoy, Jalisco Nueva Generación, el cartel de Tijuana y otros carteles emergentes están participando. En Putumayo, Cauca y Nariño se han encontrado mexicanos haciendo turismo o ecoturismo en lugares que no son tradicionalmente sitios de turismo en Colombia. Ya se cambiaron los destinos de Santa Marta, Barranquilla, Cartagena, Bogotá y Medellín y ahora mire cómo están en el sur del país cuidando sus cultivos de narcotráfico. Pero adicionalmente hacen una doble función y es el reclutamiento de gente para trabajar en el tema de gota a gota, que lo han descubierto los carteles aquí en Mexico que es una buena fuente de lavado de activos. Adicionalmente, también reclutando para trata a las mujeres de los sitios que yo acabo de indicar.
SEMANA.: ¿Por qué asesinan y desaparecen a las mujeres?
O.P.: Yo diría que es algo detestable y escandaloso lo que está pasando y es que las están mirando como una mercancía. No las están mirando como seres humanos. En más de un 80 o 90 % de esos casos no hay denuncias formales ante las organizaciones competentes aquí en Mexico. Sus familias tienen que denunciar escasamente desde Colombia diciendo que su hija viajó a México a cumplir un contrato, pero no tienen mayores datos de quién la contrato o en qué zona del país iba a estar. Los datos que logramos recopilar aquí en el consulado es por aquellas que se logran escapar.
SEMANA: ¿Cómo logran escapar?
O.P.: Algunas mujeres, al ser ya cambiadas, son entregadas por el jefe del cartel al servicio de los escoltas. Con alguno se enamoran, y hay promesas de que si las liberan se van a casar afuera, donde hay una especie de relación formal. Así las logran liberar y, por supuesto, ellas lo que realmente buscan es la asistencia del consulado. Ellas terminan desbaratadas, perdiendo la noción de espacio y tiempo, sin saber cuánto tiempo estuvieron reclutadas. Las inducen y las obligan a consumir sustancias psicotrópicas y alucinógenos. Tuve un caso concreto donde una mamá estaba buscando a su hija desde Antioquia por meses, pero cuando yo logré recuperarla aquí en el consulado, ella estaba convencida de que apenas llevaba 15 días aquí en México.
SEMANA: Usted habló de bandas israelitas. ¿Cómo actúan, quiénes son, qué es lo que hacen?
O.P.: Conquistar mujeres de cierto aspecto físico y social en Colombia, en diferentes regiones y con la promesa de un trabajo formal. Las internan en unas casas que son ampliamente resguardadas, les quitan los documentos, las esclavizan sexualmente, no les pagan nunca lo prometido, las amenazan y conocen a sus familias en Colombia y les dicen: “Si usted se escapa, si no obedece, con el cliente que nosotros le hemos conseguido, su familia en Colombia pagará las consecuencias”. Son mujeres muy atemorizadas y, por supuesto, allí duran grandes periodos esclavizadas. Son objetos. Por eso no les importa desaparecerlas, violentarlas, maltratarlas, amenazarlas y esclavizarlas.
SEMANA: ¿Y en algunos casos las llevan y las trasladan a Asia?
O.P.: Existen muchas rutas, sobretodo por Estados Unidos. Tuvimos el caso de una menor de edad que llegó a Tijuana, había estado en Ciudad de México y se dirigía hacia Singapur con escala en los Ángeles. Los papás, divorciados, fácilmente le entregaron permiso de salida del país, porque la niña iba a hacer un curso de buceo y ellos asumían, entre su pelea personal, que esa era una profesión y que iba a una universidad. La logramos rescatar, porque después de llegar a Medio Oriente, allá son esclavizadas, les quitan los documentos y, realmente, les perdemos el rastro y a estas mujeres nunca las volvemos a recuperar. Cuando llegó a Tijuana, antes de tomar el vuelo de escala, ella tuvo que dormir en el aeropuerto y esto llamó la atención de las autoridades, las cuales la pusieron a disposición del consulado. Nosotros pudimos hacer una intervención con Bienestar Familiar.
SEMANA: Los reportes son escalofriantes. Cada historia es aterradora, las golpean, las maltratan, las esclavizan, las secuestran y realmente se repiten muchos comportamientos, hay un patrón de los victimarios con ellas.
O.P.: Hay un patrón de comportamientos y, sobre todo, mucha indiferencia de las autoridades mexicanas. Lo digo con el mayor respeto. No puede ser que una chica aparezca muerta en su apartamento en Polanco, que es uno de los sitios más privilegiados para vivir en Ciudad de México, en un edificio inteligente, con portería, cámaras y vigilancia privada y después no se sabe quién mato a esta chica, quien ingresó al apto, donde están las cámaras de la portería, se desaparecieron las cámaras que existían dentro del ascensor, la chica apareció muerta en su propio apartamento con graves signos de maltrato y violencia.
SEMANA: ¿Qué les dice a quienes desean viajar en esas condiciones que conducen a la muerte?
O.P.: Con el apoyo del presidente Iván Duque hemos creado la guía del migrante, publicada en la página del consulado www.mexico.consulado.gov.co. All se les indica a nuestros viajeros qué deben hacer para venir a México. Por favor consúltenla. Comuníquese con el consulado, tenemos un correo de consulta cmexico@cancillería.gov.co. Atendemos en el teléfono 5528453988. Hay unas recomendaciones básicas: traiga tiquete de entrada y de salida, infórmense de todos los planes de viaje, no caigan en falsas redes que les prometen contratos ficticios y simulados, las modelos que realmente sean profesionales investiguen a las empresas y a los manager que los van a contratar con anterioridad. No se dejen conquistar en esa modalidad.
SEMANA: Cónsul, ¿cómo está su seguridad? Lo digo porque usted maneja temas muy complicados y esto mafia y narcotráfico.
O.P: La verdad es un tema serio, que a Dios gracias también afrontamos con mucha seriedad. Sí, nos faltan algunas medidas de seguridad, aquí se hace indispensable andar en un carro blindado, ya hemos hecho el requerimiento a nuestra Cancillería, a veces esas cosas tan fáciles no se entienden desde Colombia, pero tenemos la disposición del Gobierno y nuestra cancillería para colaborarnos, hemos tenido la protección del Gobierno Mexicano. Aquí en la sede diplomática consular, tenemos permanentemente seguridad privada y tenemos también servicio armado de la policía mexicana.
SEMANA: ¿Pero hay amenazas?
O.P.: Todos los días hay amenazas. Cada vez que logramos recuperar a un colombiano o a una colombiana de estas bandas delincuenciales, la primera llamada es una amenaza, siempre estamos en la mira.
SEMANA: ¿Qué tipo de amenazas?
O.P.: Generalmente son llamadas. Llaman a eso: “Sabemos que tiene a tal chica, sabemos que está en el amparo de ustedes, ella nos quedó debiendo dinero, por favor devuélvanla, porque o si no, te tienes que atener a las consecuencias”.