Comisión de Disciplina Judicial: comienza la puja

La Comisión de Disciplina Judicial parece estar cerca de ver la luz. A pesar de que fue creada en 2015 con la reforma de equilibrio de poderes, un fallo del Consejo de Estado enfrió la convocatoria para designar a sus miembros y su puesta en marcha quedó en veremos desde entonces. Esta sentencia permitió que la Sala Jurisdiccional del Consejo Superior de la Judicatura —destinada a desaparecer tan pronto la Comisión empezara sus labores— prolongara su existencia más tiempo de lo previsto y terminara involucrada en diferentes escándalos. Algunos de sus magistrados fueron señalados de acoso sexual y otros, cuyo periodo de ocho años ya se había cumplido, extendieron su estadía por cuatro años más aprovechándose del vacío legal que dejó la fallida conformación del órgano disciplinario.

Pero todo eso llegó a su fin con otro fallo, ahora de la Corte Constitucional, en donde se determinó que la decisión del Consejo de Estado creó “un bloqueo institucional” contrario a la Constitución y que la Comisión de Disciplina Judicial debía quedar estructurada antes de que finalice el 2020. Es decir, el Consejo Superior de la Judicatura y el presidente de la República están en la obligación de enviar cuatro y tres ternas, respectivamente, al Congreso para que elija a los integrantes de la Comisión.

El primer paso para cumplir con este mandato ya se dio. El Consejo Superior de la Judicatura publicó en su página web el acuerdo “por medio del cual se expiden las reglas de la convocatoria pública para integrar las ternas de candidatos a magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial” y estableció que el proceso se regirá por principios como la equidad de género, transparencia y mérito. La convocatoria será pública y los interesados podrán allegar sus hojas de vida a través de una plataforma digital que habilitará la Rama Judicial para este propósito. Entre quienes se postulen, la Judicatura elegirá una lista de preseleccionados (entre 12 y 24 candidatos) y posteriormente los entrevistará en audiencia que será transmitida vía internet. Finalmente, los ternados se darán a conocer y le corresponderá al Congreso elegir los nuevos cuatro magistrados de la Comisión.

De igual forma lo hizo el presidente Duque. Mediante la expedición de un acuerdo, el primer mandatario estipuló que el llamamiento se hará en los portales de la Presidencia y los aspirantes enviarán su currículo por correo electrónico con sus respectivos soportes y una declaración juramentada de no hallarse inmersos en causas de incompatibilidad para el ejercicio del cargo. La preselección estará en cabeza de un comité técnico compuesto por miembros del Departamento Administrativo de la Presidencia que, luego de evaluar las hojas de vida y llevar a cabo entrevistas, remitirán la lista de tres elegidos al presidente para que éste, a su vez, la haga llegar al Legislativo.

Quienes deseen postularse no podrán hacerlo paralelamente en ambas convocatorias y tendrán que cumplir con los mismos requisitos que fija la Constitución para ser magistrado de la Corte Suprema de Justicia. En otras palabras: ser abogado colombiano y no haber sido condenado a una pena privativa de la libertad. Además, acreditar 15 años de experiencia como funcionario judicial o de la Procuraduría General de la Nación. También tendrán que someterse al escrutinio de la ciudadanía, la cual gozará de un plazo de cinco días para elevar observaciones, tanto a la Judicatura como a la Presidencia, sobre los candidatos.

A la Comisión de Disciplina Judicial, como quedó definido en 2015, le compete el juzgamiento disciplinario de funcionarios y empleados judiciales y reemplazaría en cierto modo las funciones de la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura. En las próximas semanas comenzará el sonajero de los posibles próximos magistrados. Un cargo que, de seguro, desde ya apetece a más de uno.