NACIÓN
Comité Nacional de Paro anuncia movilizaciones para el mes de noviembre
El grupo de movimientos sociales que convocó el paro nacional del 21 de octubre, así como las protestas del año pasado, ya definió su agenda de noviembre.
El Comité Nacional de Paro, como se autodenominó el grupo de sindicalistas, estudiantes, indígenas y otros integrantes de diversos movimientos sociales, que ha convocado a protestas en más de una ocasión, definió su agenda para noviembre.
Tras varios meses de aislamiento y protesta con cacerolas desde las casas, la movilización social se empezó a retomar hace algunas semanas, con la minga indígena del suroccidente y con el paro al que llamaron los integrantes del comité.
Según anunciaron los miembros de la Central Unitaria de Trabajadores y otros líderes de la protesta, el mes de noviembre no será la excepción y ya tienen preparada su programación de movilizaciones, plantones y protestas en distintas ciudades del país.
“El Gobierno Duque ni dialoga ni negocia”, aseguró Diógenes Orjuela, presidente de la CUT, en una rueda de prensa, al referirse a la negativa del presidente para reunirse con la minga indígena y a la no negociación del pliego de peticiones que presentó el comité después de las protestas del año pasado.
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El 19 de noviembre habrá un paro nacional, según informó Orjuela. Según él, se hará en conmemoración a las fechas anteriores. “Actos conmemorativos, esencialmente de tipo cultural (...) el sábado 21 de noviembre en plazas y sitios emblemáticos en todo el país", continuó. El 25 de noviembre, además, dedicarán el día a conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Ligia Inés Alzate, a nombre de las organizaciones de mujeres, hizo un llamado al Gobierno para que siga con el pliego de emergencia presentado por el comité de paro. En ese documento, se pide una renta básica, “salud y educación”.
“Destacamos el derecho a nuestra diversidad y a todos los que se han movido este año y que este 19 de noviembre hará una conmemoración acompañada de todas las organizaciones campesinas, feministas”, etc.
Orjuela aclaró que estas movilizaciones será pacíficas y tomando todas las medidas de bioseguridad. Para él, las medidas han sido ejemplares y estrictas en fechas anteriores, por lo que de esa misma forma ocurrirá en las nuevas protestas a las que está llamando.
Antonio Forero, presidente de la Confederación de Pensionado de Colombia, habló del decreto 1174 que reglamentó el piso de protección social que, para algunos movimientos, es una reforma pensional y laboral no anunciada. El ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, ha negado dichas afirmaciones.
Por su parte, Óscar Gutiérrez de Dignidad Agropecuaria expuso la posición de del sector que representa. “Es grave la situación que se presenta con los precios de varios productos que han cosechado con mucho esmero los productores y que no tienen un precio ajustado a la realidad de los costos de producción”, señaló.
El vocero de los productores agropecuarios hizo un llamado a suspender las importaciones de productos que pueden producirse en Colombia. Debido a eso, Gutiérrez anunció que habrá una movilización de productores de papa el próximo 13 de noviembre en algunas zonas del país.
Cuando el Comité Nacional de Paro presentó su pliego de peticiones al Gobierno nacional, representado en las conversaciones por Diego Molano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE), no hubo ningún acuerdo entre las partes.
La discusión se enfrascó en el nombre que tendría el acercamiento. Mientras el comité quería hablar de una negociación, el Gobierno hablaba de conversación y fue en ese momento en el que empezó la gran conversación nacional de Duque. Sin embargo, eso no era lo que buscaban los trabajadores y estudiantes, que esperaban sentarse en una mesa exclusivamente dedicada a la negociación de sus exigencias, no dividir sus peticiones en diversas mesas con voceros de otros sectores.
El Gobierno siempre sostuvo que varias de las exigencias no eran siquiera negociables y que, además, no podían tomarse decisiones sin incluir en la discusión a todos los representantes de quienes se verían directamente afectados por lo que se decidiera.
Meses después llegó el coronavirus a Colombia y con este, el aislamiento y las medidas que se centraron en la contención de la pandemia. Luego de meses de silencio y dilación, estos sectores piden ser escuchados por el Gobierno en un pulso que no parece fácil y que tendrá un largo camino por recorrer.