VALLE DEL CAUCA

Como en tiempos de las AUC: masacran a tres personas y se justifican advirtiendo que eran del ELN

El hecho sucedió en el corregimiento de El Plateado, zona rural de Argelia, Cauca. El frente Carlos Patiño se atribuyó la matanza.

4 de febrero de 2021
Masacre en Argelia, Cauca
Masacre en Argelia, Cauca | Foto: Cortesía

La violencia en el Cauca sigue escalando a niveles históricos por la atomización del conflicto y el nacimiento de nuevas estructuras criminales con génesis en las antiguas Farc, herederos de narcotraficantes y paramilitares. Todo eso ha llevado a un quintuplicación de la cifra de homicidios con masacres cada tres días. La más reciente, ocurrida este jueves en Argelia, sur del departamento, muestra la crudeza de lo que está ocurriendo en esta región.

Tres personas fueron masacradas en el sector de La Balastrera, al borde de la carretera que comunica a Argelia con el corregimiento de El Plateado. De acuerdo con Indepaz, esta sería la masacre número 11 en lo que va corrido de este 2021.

Al lado de los cuerpos, los asesinos dejaron un letrero: “Nos vemos en la obligación de ajusticiar a estas por infiltrados de ELN”, firma el frente Carlos Patiño, una de las disidencias de las Farc más poderosas del suroccidente colombiano. “El frente Carlos Patiño asumimos la ejecución de estas personas. Juramos vencer y venceremos”, agregan en el cartel.

Esta estructura criminal sostiene una guerra desde hace un año con el frente José María Becerra del ELN. La lucha es por el control de los cultivos de coca y las rutas de salida hacia el Pacífico caucano por la región del Cañón del Micay.

Argelia desde hace un poco más de diez meses se ha convertido en el epicentro de la violencia en el Cauca, allí hay presencia de las disidencias de Iván Márquez y Santrich, Segunda Marquetalia; grupos armados afines a Gentil Duarte, reunidos en el Comando Coordinador de Occidente, el ELN, Clan del Golfo y nacientes estructuras financiadas por cárteles mexicanos.

La violencia ha llegado a tal punto de degradación que todos los concejales de Argelia tuvieron que huir del municipio tras el asesinato del también cabildante Fermiliano Meneses, cuyo cuerpo solo puedo ser recogido diez días después del homicidio, porque los grupos armados no autorizaban a las entidades defensoras de derechos humanos a ir a la zona rural.

Sobre esta nueva masacre se sabe poco, pero el mismo modus operandi de las que se han registrado últimamente en ese municipio, así como el asesinato de líderes y presidentes de juntas de acción comunal: cada grupo armado señala -bajo sospechas mínimas- a personas de que están auxiliando a su adversario y los asesinan para enviar un mensaje de terror a la comunidad.

En síntesis, es la ciudadanía la que está pagando los platos rotos de esta nueva confrontación armada, donde la barbarie es el factor denominador. Otro de los puntos que genera preocupación es que esta masacre ocurrió tan solo horas después de varias personas, influenciadas por grupos armados, expulsaron del corregimiento El Plateado a tropas del Ejército Nacional. En esa zona hubo combates entre la fuerza pública y el frente Carlos Patiño el pasado fin de semana.

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