¿Cómo funciona el tráfico de medicamentos?

Un reciente operativo que adelantó la Dirección Contra las Violaciones de los Derechos Humanos de la Fiscalía, no sólo permitió la desarticulación de una organización criminal dedicada a la falsificación y adulteración de medicamentos de alto costo, sino a conocer cómo funciona esa dinámica lícita que atenta de manera directa a personas que padecen enfermedades, incluso terminales.

Las 13 personas que fueron capturadas mediante diligencias de allanamiento, principalmente en el norte del país, Barranquilla y otros municipios, dejó en evidencia cómo las funciones criminales en esta cadena de falsificación y adulteración, están definidas por quienes la integran.

Mientras unos se encargan de conseguir los medicamentos vencidos, adulterados o de contrabando, otros almacenan las cajas, modifican las fechas de caducidad, reempacan los medicamentos y alistan todo, para que el último eslabón de esta cadena criminal complete su función.

Justamente ese último tramo del tráfico de medicamentos es el más peligroso para las víctimas, los enfermos que depositan su fe en dichas sustancia esenciales para curar sus dolencias clínicas. De acuerdo con la Fiscalía, los delincuentes, antes de alistar los medicamentos, ya los tienen vendidos.

La red criminal incluía a entidades o instituciones prestadoras de salud, que vendían, y en otras oportunidades compraban, los medicamentos que sacaban de sus propias bodegas. La Fiscalía estableció que luego de adulterarlos los delincuentes los llevaban de la Costa Atlántica a otras ciudades del país donde los esperaban para completar el tráfico. “Están quienes, supuestamente, adecuaban las cajas o empaques, y borraban los registros y fechas de expiración; así como la propietaria de una cadena de distribución de medicamentos en Barranquilla”, señaló la Fiscalía.

Modus Operandi

Las denuncias de usuarios a través de redes sociales, cuando advierten que sus IPS no le entregan la totalidad de los medicamentos autorizados por los médicos tratantes, fueron analizadas por los investigadores y así lograron reconstruir esta cadena criminal. Las denuncias advierten que quienes deben entregar los medicamentos se quedan con sobres o cajas, mientras a los usuarios le dicen que por determinadas circunstancias no se los pueden entregar.

De esta forma empiezan a sumar sobres de medicamentos y cuando tienen cajas completas las venden a los traficantes para ubicar clientes en diferentes ciudades: droguerías, IPS, centros médicos y consultorios particulares.

También la Fiscalía estableció que los traficantes lograron acceder a bases de datos de personas que requieren tratamientos de alto costo, falsificar las órdenes médicas y conseguir que las IPS entreguen los medicamentos que, sin saber, se suman a las bodegas de los criminales.

Entre las modalidades identificadas por la Fiscalía, se incluyó el contrabando. Medicamentos que salían de países como Venezuela y Ecuador, vencidos y que representan un peligro para los usuarios, los mismo que pagan fuertes sumas de dinero con la ilusión de encontrar un alivio a sus dolencias, pero que terminan complicando su situación médica.

Impunidad

En el reciente operativo la Fiscalía logró la captura de 13 personas, pero han sido decenas de procedimientos los que han dejado un centenar de personas judicializadas por tráfico de medicamentos. Sin embargo, los procesos y las decisiones de la justicia en ocasiones terminan favoreciendo a estos criminales.

Algunos investigadores aseguraron que los esfuerzos parecen insuficientes a la hora de combatir este tráfico de medicamentos, pues las penas no son tan fuertes y en muchas oportunidades los procesos se engavetan y los delincuentes quedan en libertad por vencimiento de términos.

Advierten que se necesitan cambios legislativos para hacer más severos los castigos en contra de quienes se atreven a atentar contra la salud pública a través de la falsificación, alteración y tráfico de los medicamentos.