entrevista
“Con Claudia López, Bogotá retrocedió y está en el abandono”: Diego Molano
Diego Molano, exministro de Defensa, critica fuertemente la gestión de la alcaldesa de Bogotá.
SEMANA: ¿Cómo ve a Bogotá hoy?
DIEGO MOLANO: Hay un gran deterioro en la calidad de vida. Se ve reflejado en que hay miedo, desesperanza y desorganización. Bogotá está sumida en el abandono de la seguridad, de la movilidad, del aseo. La ciudad pide a gritos que haya organización. Nos llega el recibo del aseo, pero hay basuras por todo lado. Hay falta de control. Asimismo, creo que hay que desideologizar las obras para salir adelante. No podemos seguir en la pelea de la izquierda y la derecha.
SEMANA: De todos los problemas, ¿cuál es el más urgente para combatir?
D.M.: Aquí nadie vive tranquilo. No merecemos vivir con ese sentimiento de miedo. Eso que hemos visto de los embolsados, un charco de sangre en una banca de TransMilenio o una joven violada en una estación del sistema han generado un gran sentimiento de preocupación.
SEMANA: Usted fue ministro de Defensa. ¿A qué obedece ese miedo?
D.M.: La alcaldesa Claudia López le quitó el respaldo a la Policía en un momento crítico. Se evidenció una falta de contundencia durante los bloqueos y el vandalismo. Eso hizo que pelecharan grupos criminales que cambiaron la dinámica de los crímenes. Lo dicen en Suba: ellos son los que manejan la extorsión y el narcotráfico. Mientras muchos de los homicidios eran antes por riñas, hoy son por sicariato y armas de fuego. También hay una posición flexible frente al consumo y el microtráfico. No hay una lucha contundente.
SEMANA: ¿Por qué cree que la relación de la alcaldesa con la Policía no ha sido buena?
D.M.: Inició con la promesa de ser la jefa de la Policía y después no asumió responsabilidades. Las delegó o las evadió. Cuando le endilgó a la Policía los hechos del 9 de septiembre del 2021, casi que incendió la ciudad. Todo el mundo salió en contra de la Policía, incluso a incendiar los CAI. Eso hizo perder confianza en la ciudadanía y la Policía. Con cualquier uniformado que cometa delito o manche el honor de su uniforme, toda la contundencia. Pero hay que darle un respaldo a la institución y garantizar el debido proceso.
SEMANA: Mientras tanto, organizaciones criminales, como el Tren de Aragua, tienen aterrorizada a la ciudad.
D.M.: Es una organización con nexos con Venezuela y eso les permite actuar con impunidad y tener rentas criminales. Este grupo maneja el microtráfico, la extorsión, las armas blancas, y todo está asociado. No se les está combatiendo con decisión.
SEMANA: ¿Le gusta la liberación de integrantes de la primera línea?
D.M.: Es una afrenta a los colombianos. Lo que está claro es que no son unos angelitos ni “mis pobres muchachos”, como dijo la alcaldesa. Los que se capturaron y judicializaron no fue por manifestarse, sino porque cometieron delitos. Hay 303 casos y, de ese total, 113 están judicializados por terrorismo, 23 por homicidio, otros por tortura, daño a bienes públicos, privados, por la destrucción de TransMilenio o del MIO. Que los liberen es también una afrenta a la independencia de poderes. Darles el título de voceros de paz a quienes generaron violencia es, igualmente, una afrenta a las víctimas.
SEMANA: En el Portal de las Américas siguen delinquiendo. ¿Qué hacer?
D.M.: Van a nombrar gestores de convivencia a sus propios verdugos. ¡Qué paradoja! ¿Qué les dice usted a los que tuvieron que caminar por horas, porque no los dejaban llegar al Portal? Estuve en una reunión con los vecinos, quienes estaban aterrorizados. Cuando fui ministro, y no se quería hacer una intervención, tocó llamar al Comando de la Policía y de las Fuerzas Militares para que hicieran presencia. A los vecinos los tenían amedrentados.
SEMANA: ¿Qué opinión tiene del corredor verde de la Séptima?
D.M.: El ejemplo de la Séptima es lo que no puede pasar con una obra en Bogotá. En los últimos 20 años ha habido más de siete proyectos con diseños contratados y plata invertida. Ninguno ejecutado y la zona colapsada en movilidad. Se requiere ejecutar las obras y no ideologizarlas. No son de Petro, ni de Peñalosa, ni de Claudia, son para el servicio de los bogotanos. Allí se requiere una solución sostenible con movilidad eléctrica, espacio público, pero también para el carro privado en ambos sentidos.
SEMANA: El presidente Petro quiere revisar la primera línea del metro de Bogotá para ver si el tramo de la Caracas puede ser subterráneo. ¿Está de acuerdo?
D.M.: En absoluto desacuerdo. La obra ha sido discutida, es una solución integral, el metro es elevado, tiene un mayor costo-beneficio, se integra con troncales de TransMilenio, no es aislado, así se planteó en la administración de Enrique Peñalosa. El 89 por ciento de los predios está comprado. Bogotá necesita hacer ese metro ya, no debería haber más discusiones y mucho menos por un capricho del presidente Petro. Bogotá necesita metro ya y ejecutar TransMilenio y metrocables o no vamos a salir de este colapso de movilidad.
SEMANA: ¿Cómo califica la gestión de Claudia López?
D.M.: Ha sido una alcaldesa que no asume sus responsabilidades. Les echa la culpa a todos de lo que sucede en la ciudad. Con Claudia López la ciudad retrocedió en seguridad, en pobreza, en el número de jóvenes que están estudiando, en las condiciones de movilidad. Bogotá está a tres horas de Bogotá porque las obras no se han ejecutado ni terminado.
SEMANA: Hay un grave problema de basuras en las calles. ¿Cómo resolverlo?
D.M.: La licitación que Peñalosa dejó funcionando muy bien tenía limpieza de calles, separadores, puentes. Hoy la ciudad está sucia en todos los estratos. A los operadores hay que exigirles que cumplan. Que no se presenten hechos como el escándalo de corrupción de la UAESP. Aquí todo tiene que funcionar y operar bien.
SEMANA: Usted fue concejal. ¿Cómo ve el papel del Concejo en estos momentos?
D.M.: Hay concejales que han hecho una buena tarea. Pero, en general, la oposición ha sido muy débil frente a algunos temas esenciales de la ciudad, por ejemplo, en el metro, o con el incremento de los contratos de prestación de servicios en más de un 30 % entre el 2019 y el 2021.
SEMANA: ¿Siente que la izquierda y la centroizquierda, es decir, el petrismo y el ‘claudismo’, como lo llaman algunos, pueden ganar la alcaldía de Bogotá en 2023?
D.M.: Yo creo que Bogotá cambió. Hoy es una ciudad donde creció una clase media y vulnerable que fue muy afectada por la pandemia. Ya tiene educación, pero quiere que sea de más calidad; ya tiene salud, pero quiere que ese servicio sea de mejor calidad. En la centroderecha tenemos que reinventarnos para interpretarlos mejor. Hay una clase media que requiere ser interpretada y no creo que sea de izquierda. Bogotá no es de izquierda. Tiene un electorado y unos ciudadanos independientes, exigentes y rebeldes. Aquí la izquierda la tiene en un abandono caótico.
SEMANA: La crisis económica de 2023 será dura. La inflación va a impactar mucho más el bolsillo de la gente.
D.M.: Es importante que la ciudad tenga una política clara frente a la generación de empleo. También hay que mantener la inversión y la expansión de las empresas y los emprendimientos en la ciudad. Hay que hacer énfasis en el empleo juvenil, es el que más está disparado en la ciudad y al que hay que darle respuesta.