ESTAFA
Con esta nueva modalidad de estafa, ladrones están comiendo gratis en pedidos hechos por aplicaciones
Los delincuentes utilizan falsos comprobantes de pago para engañar a los restaurantes.
Uno de los gremios más afectado por la crisis de la pandemia es el de los restaurantes, que tuvieron que mantenerse cerrados por varios meses sin tener ningún tipo de ingreso y a la espera de la pronta reactivación.
Frente a esta situación, la respuesta más rápida para evitar la quiebra fue apostarle al canal virtual y a los domicilios. De hecho, de acuerdo con un reporte de iFood, las ventas por domicilios aumentaron hasta un 300 % durante la pandemia.
La dinámica de los domicilios también vino acompañada por la necesidad de reducir el uso del efectivo o incluso del pago con datáfono para evitar el contacto físico y un posible contagio de covid-19.
Una de las opciones más usadas por las personas fue el pago virtual con tarjeta de crédito o, en su defecto, las transferencias bancarias.
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Sin embargo, el pago a través de transferencias bancarias dio vida a una nueva modalidad de estafa que están registrando varios restaurantes en las últimas semanas.
De acuerdo con los afectados, los ladrones se hacen pasar como clientes y piden un domicilio, poniendo como método de pago la transferencia bancaria.
Por lo general, las transferencias entre cuentas de un mismo banco llegan en forma inmediata, mientras que las que son de bancos diferentes tardan hasta 24 horas en hacerse efectivas.
Con esta excusa, los delincuentes utilizan un supuesto soporte de pago indicando que efectivamente hicieron la transferencia, lo envían al restaurante y este hace llegar el pedido, sin percatarse si el dinero entró finalmente en la cuenta.
Los ladrones utilizan Photoshop para modificar la cuenta del restaurante, la fecha, la hora y el valor del pedido, y lo envían al restaurante.
Normalmente, los delincuentes realizan este procedimiento cuando los restaurantes ofrecen promociones del día, porque es cuando hay un alto flujo de pedidos y es más difícil verificar si la transferencia es real o falsa.
Los cajeros, o las personas que reciben los pedidos, suelen tomar varias órdenes a la vez, lo cual dificulta la verificación del pago y es aprovechado por los delincuentes para comer gratis.
La entrega de la comida
Dentro del modus operandi que tienen los delincuentes a la hora de recibir el pedido es poner en la aplicación una dirección diferente, que no es exactamente una vivienda. Puede ser un parque o una dirección muy complicada y difícil de encontrar para el domiciliario.
Cuando el domiciliario no se logra ubicar, los delincuentes lo citan en una cancha, un parque o un semáforo; allí se encuentra uno de los ladrones esperando al domiciliario que entrega la comida sin percatarse de que es un robo.
Una vez se hace la entrega, los ladrones apagan los teléfonos celulares, el dinero de la supuesta transacción no aparece y ellos comen gratis.
Las autoridades han pedido a los restaurantes que se acerquen a presentar las denuncias cuando sean víctimas de este tipo de delitos para poder iniciar las investigaciones pertinentes y dar con los responsables.
El sector gastronómico en Colombia es de gran tamaño. Las estadísticas de Acodrés dan cuenta de 17.000 negocios formales y alrededor de 73.000 informales. En un año como 2018 movieron recursos cercanos a los 10 billones de pesos.
En general, su actividad depende de la demanda de las familias que salen los sábados y domingos a disfrutar una comida en grupo, y de los trabajadores que, en días laborales, requieren alimentarse fuera del hogar.
El sector se prepara para reactivarse tras el levantamiento de las medidas restrictivas en las grandes ciudades del país y poder recuperar algo de las pérdidas que se dieron en 2020.