Nación
Con este documento un fiscal advirtió de “manos oscuras” en un caso de feminicidio en Cundinamarca. Ahora la Fiscalía busca precluir la investigación
La víctima lleva seis años pidiendo justicia y la respuesta del ente acusador fue señalarla para dejarla en riesgo.
SEMANA reveló los detalles de un expediente por feminicidio que tiene como víctima a una mujer que para la Fiscalía no es víctima. Consuelo lleva, según su denuncia, seis años demostrando que fue drogada, atacada y casi muere a manos de su entonces esposo. La respuesta del ente acusador fue impulsar la preclusión del proceso.
El caso tiene como sede el municipio de Pacho, en Cundinamarca, y fue la justicia de esa jurisdicción, la que se lanzó contra la víctima. Incluso en una audiencia con fiscal y juez, a la mujer le negaron la condición de víctima en el proceso, el mismo que la dejó más de siete días en estado de coma.
Consuelo de los Ángeles Martínez, denunció un caso de tentativa de femicidio. Un fiscal de Cundinamarca, le dijo que no era víctima y ordenó precluir el caso en favor del único sospechoso. El proceso podría quedar en la impunidad. https://t.co/if1kX8qDUN pic.twitter.com/JYvUZeCAVo
— Revista Semana (@RevistaSemana) October 23, 2024
De forma insólita, el fiscal a cargo de este proceso, que está en Pacho, Cundinamarca, decidió, de acuerdo con la víctima, que la mejor forma de investigar era la preclusión. Cerrar el proceso contra el único sospechoso del crimen, que resultó ser un poderoso empresario de la región y que logró, por años, defenderse solo con el paso del tiempo.
El ataque del que fue víctima Consuelo ocurrió en mayo de 2018 y aunque el caso tuvo un impulso, cuando fue designado al despacho de fiscal con enfoque de género, terminó en manos de otro fiscal justo cuando la misma Fiscalía advertía “manos oscuras” en el proceso que dejaban en riesgo la investigación y a la víctima.
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“Durante el desarrollo de las labores investigativas que lideraba este servidor se evidenció que varias personas al parecer funcionarios ajenos al proceso mostraron inquietud e interés por la investigación se tenía por la alteración modificación y silenciaba el interés de obtener información incluso copias del proceso sin razón legal justificable”, señaló la advertencia del fiscal de género.
Tras esa advertencia, el fiscal salió del proceso y el expediente cayó en las manos del fiscal, que ahora dice, no hay delito y que la mujer atacada no es víctima. Pidió la preclusión y fue hasta que el Tribunal Superior de Cundinamarca le jaló las orejas a ese fiscal y a un juez, también del municipio Pacho, que le dieron ese reconocimiento a la mujer.
“El a quo equivocadamente exigió datos relacionados con circunstancias específicas de tiempo, modo y lugar de los hechos, desconociendo que esa información le corresponde suministrarla a la Fiscalía al momento de fundamentar la solicitud de preclusión porque será en ese instante donde deberá informar cuáles fueron los hechos denunciados y por qué le es imposible desvirtuar la presunción de inocencia del denunciado, atendiendo la causal preclusiva que pretende sustentar”, explicó el Tribunal Superior de Cundinamarca.
La investigación está en fila para una audiencia de preclusión, el escenario donde la Fiscalía dice que no hay delito, que los procesados gozan de inocencia y, por tanto, no tiene sentido continuar con el proceso. Sepultar la investigación y dejar el ruego de justicia en silencio.
Es allí donde la víctima hace un llamado a las autoridades, a la propia fiscal Luz Adriana Camargo, para que los planes y estrategias para luchar contra la impunidad en los casos de violencia de género, no sean solo discurso, pues en la vida diaria donde se requiere salvar a las mujeres.