Con una ‘Alborada a la historia’, el pueblo de Ciénaga conmemora la masacre de las bananeras

Han pasado 92 años desde la trágica huelga que acabó en un baño de sangre y marcó la historia nacional. El país todavía se pregunta cuántas personas murieron, lo cierto es que la cifra exacta nadie la sabe. Incluso Gabriel García Márquez en su afamada obra de Cien Años de Soledad hace mención a la tragedia y aseguró que unas 3.000 personas murieron durante el 5 y 6 de diciembre de 1928.

Sin embargo, Óscar Alarcón Núñez, en un texto escrito para SEMANA en 2018, aseguró que “el propio general Cortés Vargas precisó: ¡47! ¿Acaso son pocos? Hoy 50 muertos en cualquier parte es un juego. Y si el mismo autor de la masacre –porque fue masacre y tragedia– da esa cifra, 47, hay que imaginar lo que significaba ese número hace 90 años en la plaza de un pueblito, como era Ciénaga entonces”.

Y muchas cosas no han cambiado, Ciénaga sigue siendo un pueblo, donde sus habitantes siguen recordando el trágico hecho que los marcó y por el único que muchos apenas logran ubicarlos en el mapa. Ahora, 92 años después, han querido hacer un canto a la memoria y de paso atraer a los turistas y reactivar el turismo luego de la pandemia que a gran parte de los colombianos los tuvo confinamos durante casi todo el año.

La idea que se busca materializar este próximo fin de semana nació de Agustín Lara, embajador de la Reconciliación del Programa de Alianzas para la Reconciliación de USAID y ACDI/VOCA, Lara ha dicho que con el evento se busca evocar la memoria a partir de procesos culturales, que rendirán un homenaje sentido a las víctimas y sus familias con el objetivo de recordarles a los cienagueros y colombianos su capacidad de resiliencia.

“Esta conmemoración es un evento que se va a realizar por primera vez y se denomina Alborada a la historia, en la cual, a las tres de la mañana, del día 6 de diciembre, se encenderán 2.500 velas en memoria de los mártires de la masacre de las bananeras. A pesar de que este sea el evento central, la agenda se iniciará el 5 de diciembre con una programación cultural que acompañará a los turistas”, aseguró Lara.

Durante los dos días del evento, no solo se buscará que las y los cienagueros revivan su historia de manera positiva, sino también atraer turistas con la promesa de cumplir con todos los protocolos de bioseguridad y darles a conocer la ciudad del realismo mágico a través de un ‘city tour’ y ofrenda de flores, entre otras actividades, que además de busca reactivar el turismo luego del confinamiento generado por la covid-19.

“Actualmente continuamos trabajando con la comunidad creando espacios donde el turismo sea la ventana a nuevas oportunidades, por esa razón nació dicha conmemoración con el fin de dar a conocer a Ciénaga como atractivo turístico y que nuestros connacionales vengan a disfrutar nuestra red turística”, afirmó el embajador de la Reconciliación del Programa de Alianzas para la Reconciliación de USAID y ACDI/VOCA.

Durante estos dos días, quienes visiten Ciénaga, Magdalena podrán asistir a eventos como ciclopaseos, alborada, city tours, entre otras actividades pensadas en mantener la salud de los visitantes y dar a conocer los puntos históricos de la ciudad.

La masacre de las bananeras tuvo lugar luego de que United Fruit Company, una empresa norteamericana que pagaba jornales criticables ceñidos a la legislación laboral que entonces no contemplaba horas nocturnas, dominicales, vacaciones ni mucho menos incapacidades por enfermedad participara en la explotación de la conocida zona bananera del departamento del Magdalena.

Los obreros y los pocos sindicatos de la época comenzaron a hacer peticiones económicas para contrarrestar la injusticia social, ante la mirada despreciable de los funcionarios extranjeros y de las autoridades gubernamentales. Cansados de que no los oyeran, el 11 de noviembre de 1928 unos 5.000 trabajadores se congregaron frente al edificio de la Gobernación en Santa Marta con banderas blancas y consignas pacifistas. Como resultado de esa manifestación, en la noche acordaron realizar un paro general a partir de las seis de la mañana del día siguiente.

El paro siguió el curso por varios días, sin embargo, la United perdía 30.000 pesos diarios por la parálisis. Tras casi un mes de huelga de los trabajadores, en la madrugada del 6 de diciembre de 1928 el Ejército colombiano, bajo el mando del general Carlos Cortés Vargas, ordenó a la congregación dispersarse. Como nadie se movió, abrió fuego. Hasta ahora no se sabe cuántos muertos hubo, pero se habla de cientos de víctimas, incluso, según un informe del entonces embajador de Estados Unidos en Colombia, más de mil personas fueron asesinadas.