Concejal boyacense tomó medida extrema ante alta ocupación hospitalaria en su ciudad

“Yo sé qué se siente ser paciente covid-19 y estar a punto de morir”, dijo el cabildante, quien le narró a SEMANA que durante 21 días estuvo hospitalizado, de los cuales nueve requirió intubación.

“Cuando me remitieron a cuidados intermedios, me pasaron junto con otros siete pacientes a la capilla del hospital Regional de Duitama”, relató.

Torres describió que era tanta la ocupación que la gerencia del centro de salud tuvo que habilitar todos los espacios que encontrara para poder recibir pacientes, incluso en el sitio de oración.

“Allí, en ese punto, estábamos 16 personas, contábamos con un solo baño”, relató Carlos Torres, y detalló que según las políticas del hospital los pacientes que son adultos mayores, niños y personas en estado crítico pueden estar con un acompañante 24 horas para apoyar en su rehabilitación y solo pueden salir hasta que le den de alta al paciente. El mismo centro de salud les proporciona alimentación a los acompañantes.

La Defensa Civil ya donó una carpa de campaña médica para ubicar 19 camas más, la cual fue ubicada en la cancha de futbol del hospital. También se habilitarán 21 camas en el área administrativa, pues al parecer no hay dónde más habilitar espacios de atención.

El hospital Regional de Duitama, por ser de tercer nivel, acoge a las personas de varios municipios del departamento. Entre ellos, Santa Rosa, Paipa, Nobsa, Cerinza, Belén, Soatá, entre otros.

Pero con el reciente pico de contagio de coronavirus el hospital no da abasto. En la misma situación están en los centros hospitalarios de las principales ciudades de Boyacá (Tunja, Sogamoso y Chiquinquirá).

Es tan preocupante la situación que Torres, quien durante 16 años se ha desempeñado en la industria del entretenimiento como organizador de eventos sociales, decidió ofrecer a las autoridades de salud del departamento su centro de eventos, que tiene capacidad para aproximadamente 300 personas (el espacio cuenta con cuatro baños y cocina).

La oferta la hizo a través de una carta en la que expresa que su ofrecimiento no tiene ningún interés económico.

Es consciente de que allí no se podrían instalar unidades de cuidados intensivos (UCI), pero sí se pueden habilitar camillas para pacientes que requieran atención en otras especialidades como pediatría, ortopedia, medicina general o lo que estimen prudente las autoridades sanitarias.

“Me duele ver cómo a diario mueven personas, dejando un dolor profundo en sus familias. Por eso hace unos momentos radiqué una carta en la Secretaría de Salud Departamental, Municipal y al Hospital Regional para poner a su disposición, sin ningún costo, mis instalaciones del salón de eventos”, manifestó.

Y agregó: “Si es necesario pueden utilizar mi casa también. Dios bendiga a todos esos profesionales de la salud”.

De igual manera, invitó a las clínicas privadas de la zona para que las tarifas en convenios sean justas y acordes con la crisis de salud que atraviesa el mundo.

También invitó al Club de la Cámara de Comercio de La Perla de Boyacá, como es conocida su ciudad, para que pueda habilitar pabellones que faciliten la atención médica de decenas de pacientes que llegan diariamente buscando ser atendidos.

La propuesta de Torres está siendo analizada por los entes competentes, pues si bien es cierto el espacio es necesario, también se requieren camillas y personal de la salud para dar abasto con la atención. De hecho, en este momento hay déficit de personal, por agotamiento y riesgo.

La convocatoria para personal médico, enfermeros y terapeutas ocupacionales está abierta. En este momento la Secretaría de Salud está evaluando el ritmo de contagio, pues pese a que en la última semana la ocupación estuvo en un 100 %, y este martes bajó al 94 %, esperan que la curva siga decreciendo.

Según el último reporte del Ministerio de Salud, en las últimas horas 960 personas en Boyacá dieron positivo para el virus. Solo en Duitama cerca de 300 personas han perdido la vida por cuenta de la covid-19.