NACIÓN

Condenan a alias el Enfermero por abortos forzados en la guerrilla

La investigación del ente acusador recopiló decenas de testimonios de víctimas, muchas de ellas menores de edad, indígenas embera chamí y de comunidades afrodescendientes.

9 de mayo de 2020
| Foto: SEMANA

Este viernes, el Juzgado Segundo Especializado Itinerante de Pereira condenó a Héctor Albeidis Arboleda Buitrago alias el Enfermero a 40 años y 9 meses de prisión como responsable de realizar abortos forzados a un número indeterminado de mujeres que formaron parte de las guerrillas del ELN y el ERG.

La Fiscalía General informó que el material probatorio obtenido por un fiscal de la Dirección Especializada contra las violaciones a los derechos humanos demostró que Arboleda delinquió entre los años 1997 y 2004 en los departamentos de Risaralda, Caldas, Antioquia, Chocó y Valle del Cauca.

La investigación del ente acusador recopiló cerca de 40 testimonios de víctimas, muchas de ellas menores de edad, indígenas embera chamí y de comunidades afrodescendientes, quienes testificaron contra el sujeto también conocido con los alias de el Médico, el Zarco o el Mono.

Todas las declaraciones coincidieron en señalar que “el Enfermero se vendía al mejor postor”, pues actuaba como “un mercenario que interrumpía indiscriminadamente embarazos con el único fin de obtener un lucro, una ganancia producto del dolor y de poner en grave riesgo la vida de las mujeres”.

La investigación inició con las declaraciones de varios postulados a la Ley de Justicia y Paz, quienes señalaron que alias el Enfermero era contratado por diferentes actores ilegales para realizar abortos.

El 24 de febrero de 2016 la Fiscalía vinculó a Arboleda al proceso como persona ausente. Luego, el 9 de marzo de 2017, autoridades lo capturaron tras ser extraditado desde España. Tras su extradición, el hombre fue recluido en la cárcel La Picota.

La Fiscalía señaló también que Arboleda “actuó deliberadamente, con sistematicidad y masividad contra los derechos y la dignidad de las mujeres”.

Para el juez del caso, ese argumento quedó plenamente demostrado y dispuso que el hombre cumpla la condena en un centro carcelario.